Tiempo. Shanks X Lectora

08

(...)

¿Qué pasó? Dios, me duele la cabeza y el abdomen.

Abrí mis ojos lentamente y pude observar que estaba en un barco, baje mi mirada y tenía una venda en dónde me dolía, que mierda había pasado.

—Ya despertaste mi flor de cerezo—Volteo a ver quien era y era el mismo pelirrojo que robaba mis suspiros.

Ahora recuerdo todo.

•Flash back•

—¡__(tn)!—Escuchaba como Shanks iba corriendo hacía mi, me había atravesado un pedazo de hielo en el estómago. ¿Por qué me siguen pasadon estas cosas?

Poco a poco iba perdiendo la conciencia, lo último que escuche fue la voz de mi pelirrojo.

—¡__(tn)! Reciste, no quiero perderte otra vez—Eso fue lo último lo que pude escuchar.

En la actualidad estoy viendo unos ojos tan lindos e intensos tanto que me enamoran.

Me incorporé en la cama del gabinete que aún era desconocida para mi, era grande y con decoraciones muy simples pero bonitas.

—¿Te gusta mi habitación mi flor de cerezo?—Pregunto. A lo que yo volteo nuevamente hacía su mirada que se conectaban con unas inmesas ganas que ninguno podía quitar.

Caí en cuenta cuando sentí otra punzada en mi estomago.

—Duele—Reproche a lo que el mayor intento ayudarme a acomodarme en su cama.

—Dejame ayudarte—Dijo, para incorporarse nuevamente en su silla.

—Shanks... ¿Luffy esta bien?—Pregunte. Por su parte solo me dió una sonrisa y acaricio mis cabellos reveldes.

—El estará bien, pero el no sabe que estas viva, la marina te dio como muerta en la guerra de los mejores.—Abri mis ojos a la par, ¿Me habían tomado como muerta?

—Vaya, es mucho cual procesar—Shanks río al escuchar mis palabras, agarró mi mano delicadamente, cosa que me sobresalto al sentir el tacto de sus labios en mi mano.

—Tranquila, ahora te cuidare my princess.—Mi cara explotó en rojo vivo al escuchar sus palabras, qué había pasado en estos 10 años, para que su comportamiento fuera así.

—Bien ya me tienes aquí, ¿Ahora que haras emperador?—Pregunte firme, quería saber de que era capaz este hombre.

Por el contrario el solo sonrió pícaramente para acercarse hacía mi rostro estabamos a pocos centímetros de besarnos, no sabía que tenía deseo por besar esos dulces labios.

Cerre mis ojos y fue repetido por el, mis labios estaban a escasos centímetros de los de el.

Pero abrí mis ojos a la par al escuchar como abrian la puerta de golpe.

—¡Capitán...!— Se calló al instante al ver a Shanks cerca de mi.—¡Oh! Esta ocupado, le voy a decir a todos que no lo moleste, esta noche será ocupada para ustedes.—Sin decir más se fue, cerrando la puerta.

Una vez paso eso mi cara se volvió nuevamente de un color tomate, ¿Qué pensaban? Iba hacer eso con el... ¡Imposible! El no me quiere de esa manera.

Escuché como reía, esa dulce y ronca risa me volvía loca. Ahora recuerdo porque me gustaba tanto mi lindo pelirrojo.

—Así que vamos hacer eso~—Pregunto acercándose a mi nuevamente con un aura dominante, haciéndome sentir completamente sumisa, sin moverme ni nada solo dejándome guíar por el.

Lentamente se acerco a mi clavícula clavando levemente su boca ahí, no pude evitar soltar un quejido.

—Tranquila, aún no haremos eso, solo quiero que sepa mi tripulación que eres mía.—Susurro cerca de mi oído para después darme un beso en la frente.

El aveces podía ser fuerte y dominante, pero ese lado dulce y protector hacía que me gustará más.

No quería un príncipe cómo en los cuentos de hadas, yo quiero un pirata y no cualquier pirata, quiero a mi pirata pelirrojo.

—Te extrañé mucho.