5. De colonias

28 2 15
                                    

5. De colonias

Matt

Junio de 2019

11 años

Nos íbamos de colonias, esto me gustaba, estar con amigos, fuera de casa, lejos de mis padres—sobre todo esto último—, era mi sueño, encima me esperaba una hora de autocar junto a mi persona favorita, Har.

El lugar estaba a rebosar de padres y madres, sobre todo de madres, que estaban a punto de echarse a llorar porque sus hijos se iban dos noches, lo que no sabría si decir que se alegraban o no por ello. Entre todo el conjunto de madres que ocupaba el lugar había un hueco vacío, metafóricamente hablando, era el de la madre de Har, a pesar de que a ella no parecía afectarle mucho.

Como todos los padres que quieren mínimamente a sus hijos, el de ella había venido a despedirse, esta fue una de las pocas veces que lo vi, al menos en esta época.

—Hola guapo, —me toco el hombro de forma cariñosa, este tacto tan mínimo me hizo añorar la sensación de tener afecto paterno —que, ¿tenéis ganas?

—Siiii —dijimos a la vez Har y yo, mientras asentíamos con frenesí.

—Venga chicos, poneros, que os hago una foto. —Dijo mientras se separaba de nosotros y se colocaba en frente nuestra rebuscando su teléfono.

Posamos, yo le rodeaba con un brazo por los hombros y ella me rodeaba la cintura con uno de sus delgados brazos, los dos sonreíamos con ganas.

—Vale, ya está, mirar.

Nos enseñó dos fotos, la primera, donde los dos salimos muy felices y natural, tal y como nosotros éramos, sonreí hasta que pasó a la siguiente foto, esa tenía algo especial, ya que nos había pillado mirándonos sonriendo, y no lo sé, creo que fue la primera vez que vi desde fuera lo que los demás ven, eso de la chispa, nuestros ojos brillaban en aquella foto, y aunque mi estómago luchaba por sentir yo no se lo permití, no podía, no debía. Mientras yo estaba en crisis miré de reojo a Har por si ella lo había visto también, pero la vi mirando a su alrededor, como si buscara a alguien, entonces dudé, porque, ¿y si le importaba que su madre no hubiera venido?

*******************

Ya estábamos sentados, a punto de irnos, seguía dándole vueltas al comportamiento de Har, tenía mil preguntas en la punta de la lengua ¿Buscabas a tu madre? ¿La echas de menos? ¿Por qué no hablas de ella?..., pero no quería que se enfadara, o se agobiara, no sabía nada de su madre, ni que relación tenían, ni si se veían, así que opté por ser discreto.

—Tengo miedo —solté para llamar su atención y me choqué con dos grandes iris de color castaño claro que me miraban con curiosidad.

—¿Qué? —la había pillado por sorpresa.

—Tengo miedo —repetí —todavía mis padres no han decidido cómo se van a partir mi custodia. —Y, aunque lo había usado como excusa para indagar en ella, tenía su parte de verdad, ninguno de mis padres me decía nada, además de intentar ponerme en contra del otro, lo cual era una completa basura y perdida de tiempo, para ellos, pero también para mí.

—Pero, para eso hay un juicio, ¿no?

—Supongo, ¿tus padres fueron a juicio? —Puede que me pasase de directo, pero conseguí mi objetivo de centrar el tema en ella.

—No, ellos simplemente lo acordaron, pero, aun así, hay un juicio pendiente, así que algún día de estos iré, supongo.

—Pero, si me hacen escoger entre mi padre o mi madre, ¿a quién escojo? —Otro temor real dentro de la mentira.

—Uff, bueno, eso depende de con quien quieras estar, piensa con quien te sientes más seguro, y, aunque eres menor y no puedes negarte si te obligan a ver a tu madre y a tu padre por igual... —lo dejó en el aire, iba a intervenir, pero volvió a abrir la boca —sí que puedes dar tu opinión, de todas formas, los dos siempre intentarán ponerte en contra del otro. Hagas lo que hagas.

—¿Tú cómo decidiste? —Volví a redirigir el tema hacia ella.

—Yo no decidí nada. —Hubo silencio, y estaba a punto de preguntarle algo para animarla a continuar, pero entonces habló. —Al principio vivía con mi padre y los viernes alternos me iba con mi madre hasta el domingo. —Me dio la sensación de que esto no era nada y ahora sé que mi intuición no se equivocó.

—¿Y luego? —había logrado que se abriera, tenía que aprovecharme.

—¿Lleváis los cinturones? —la maldita voz de un monitor nos interrumpió, creo que maldije a esa señora, pero en mi cabeza tenía mis motivos para hacerlo, además Har volvió a cerrar aquella grieta que estaba abriendo.

*******************

Una hora después habíamos llegado y cada uno estaba en su cabaña, no eran muy grandes, pero tampoco es que fuéramos a pasar ahí mucho tiempo, esta noche íbamos a la piscina y luego a la playa para hacer una mini fiesta.

Yo ya estaba preparado para meterme al agua, busqué a Harley con la mirada y.... Oh... Dios... Mío... No la había visto en bikini en la vida, y como bien me habían repetido, mi cuerpo tenía muchas hormonas rebeldes, las cuales hacían que yo tuviera esta clase de pensamientos, que a pesar de mi edad, yo ya conocía el tema a la perfección, los aparté en cuanto me sonrío, estaba nerviosa.

Me acerqué a ella para saludarla, pero no me dio tiempo a nada.

—¿Se lo has dicho? —apareció Jess detrás de ella.

¿Decirme qué?

—Iba a hacerlo. —Contestó visiblemente incómoda.

—Mira que eres lenta chica, ni que le fueras a pedir matrimonio —¿qué...? —eso sí, el día que os caséis yo estoy invitada solo por hacer de cupido.

La gente y sus suposiciones de que nos casaríamos y seriamos esa clase de parejas mayores que ya han vivido todo, pues no, la vida tuvo otros planes, y todo empezó aquella noche, aquella, maldita, noche. Hoy en día me pregunto, que hubiera pasado, si nadie la hubiese retado a nada, si ella o yo no hubiéramos venido a las colonias, y nada se hubiera ido al garete, porque estas colonias eran la última ocasión que vería a Harley hasta el próximo curso, el cual no empezó como deseaba.

Jess me miró y volvió a hablar captando mi atención.

—Hemos hecho una apuesta, bueno es como un juego, no te lo tomes a mal Matt, pero tú y Harley vais a tener una cita, falsa obviamente —¿perdón? ¿Acababa de escuchar la palabra "cita"? Asentí con indiferencia, como si me hablaran sobre la comida que había en el comedor para mañana, aunque mi interior se había convertido en un desastre de mariposas, miedo y emoción, pero se me da bien fingir, así que cometí mi primer error, hacer de esto algo indiferente para mí, aunque solo fuera desde el exterior, en el interior estaba con un cúmulo de emociones indescifrables, y que, muy a mi pesar, la inocente de Harley se lo tomara de la peor forma posible, o eso quise pensar, porque intentar entender a Harley era como intentar leer un libro sellado con candado, necesitas la llave para abrirlo y así leerlo, el problema es que yo nunca tuve esa llave, y ya era hora de entenderlo.

Holisss, ¿qué tal?

Este capítulo ya estaba subido, pero últimamente estoy revisando capítulos viejos y editándolos, este, al no haber cambiado gran cosa en el contenido, sino que me he centrado más en el tema ortográfico y de aclaraciones escritas, no os lo he dicho al principio, pero, sí, hay alguna frase o algún párrafo que antes no estaba.

Hasta la próxima, disfruta de tu lectura. Chaoo (agradezco comentarios y votos)

Los hilos que nos unenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora