8. Problemas, soluciones y más problemas
Harley
Septiembre de 2019
10 años
Podría ser egoísta y decir que cuando Matt me ignoró me dolió como si me apuñalaran el corazón, aun cuando yo fui quien detonó todo aquello, pero la verdad es que él tomó una buena decisión, parecía que yo jugaba con su sufrimiento y alejarse de mí, era lo mejor que pudo hacer, pero me dolió, me dolió no poder decirle la verdad, no poder contarle lo que me pasaba, porque ni yo misma lo sabía, esto no era producto solo de las colonias, esto venía de otra cosa, de miedo, eso era, sentía miedo, y, si yo me alejaba antes no dolería tanto, ¿no? Pues sí, sí que dolía, y mucho, me aterraba querer a alguien, abrirle mi corazón, y todo eso, él me dejó claro que no le gustaba en las colonias, lo presentí, y yo, solo quería librarme del dolor que sentiría si él se alejaba primero, además seguro que yo acababa haciéndole daño, él solo fue mejor amigo de la Harley que casi todos conoces, más o menos, él solo sabía un poco más en profundidad del tema, pero no sabía nada, y me quemaba, porque quería confiar en él.
Este era otro de mis, ¿y si hubiera...?, porque, ¿y si se le hubiera dicho que me gustaba cuando tuve ocasión? Tal vez, podría haberle explicado mi mayor trauma y una cosa llevaría a la otra, y nunca me hubiera alejado de él, pero también me puede atropellar mañana un camión, así que, no podemos saber las consecuencias de nuestros actos, solo convivir con ellas.
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Era tarde y estaba ya con el pijama y recién cenada. Aún era temprano para dormir, pero aún así antes de ir a mi habitación le di un beso a mi padre de buenas noches.
Cuando cerré la puerta me senté en la cama mirando hacia la nada, dejando a mis pensamientos fluir. Este era mi lugar seguro, aquí no tenía que sonreír ni fingir, fue justo ese momento donde los pensamientos empezaron a atacar y la respiración se me aceleró tanto que me costaba alcanzarla. No era la primera vez. Me senté en el suelo con la espalda apoyada al colchón, subí las rodillas a mi pecho y escondí mi cara entre ellas, esta técnica me calmaba.
Ahora que lo miro desde lejos sé que esto fue un ataque de ansiedad, pero en aquel momento, con aquella edad, sentía que era algo normal, que a todos les pasaba.
"Me voy. Lo siento. Volveré" Escuche el borroso recuerdo de aquella despedida.
"Cariño, mírame, he vuelto, ahora te quiero, quiéreme" La voz de ella no paraba de sonar repetidas veces como un disco rallado, esto solo avivaba el dolor que sentía mi alma, el recuerdo de su sonrisa y sus palabras de aprecio que en el fondo quería creer, pero no me permití hacerlo.
Pasados unos minutos, cuando el dolor empezó a estar normal, porque seguía ahí, pero ya no lo notaba tanto, ahora que mi mente empezó a ordenarse, recordé a Matt, y lo que había pasado en el día de hoy, decidí pensar en él porque aquí no tenía que fingir nada. Pensé en que estaría haciendo ahora. Seguramente en su cuarto dibujando o jugando a algún videojuego. Imaginé que estaría pensando ahora, pero por mucho que pensara e imaginara sabía que no tenía nada que ver con la realidad, esta realidad era que me gustaba y mucho, demasiado, no obstante eso tenía que cambiar. La creatividad no era mi fuerte, por ende estuve buscando en internet algún método para superar estos sentimientos.
Bingo.
Encontré una página donde decía: "escribir sobre esa persona (sus gustos, su físico y lo que nos hace sentir) es un buen recurso, para ello sé recomienda hacer una lista con 10 puntos, en cada punto decir lo que nos gusta. Después de un tiempo la puedes leer y así comprobar si te sigue gustando o no."
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Los hilos que nos unen
Fiksi RemajaHarley, una niña tímida y con un pasado oscuro que es mejor no mencionar, ella sobrevive hasta que junto al instituto llegan las hormonas y los sentimientos que muchos ignoramos en la niñez... Matthew, un chico guapísimo, que con su popularidad, la...