9. Ella no es mi amiga

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9."Ella no es mi amiga"

Matt

Diciembre de 2019

11 años

—Pero, ¿a qué ha venido eso, tío?

—No puede estar en nuestro grupo. —intenté ser claro, sin margen a más insistencias.

—¿Por qué? Olvida el pasado, céntrate en el presente y en la nota que tendríamos si Harley estuviera en el grupo.

—No lo sabes, no la has escuchado cantar, ni tocar nada, además seguro que la quieres dentro para poder pegarte a ella como una lapa.

No era que me importase, pero por mucho que Harley fuera buena—que no lo era—Erin estaría embobado y babeando con ella y no haría nada del proyecto, así que nos retrasaría.

—Imposible, ella me lo impediría, y tú también con tus miradas asesinas.

Empecé a caminar ignorándolo, él me siguió sin ánimos de darse por vencido, cuando quería era muy pesado.

—Venga va, Matt, podríamos aprobar y con nota, dejad vuestras diferencias.

—Que no puedo hacerlo, no puedo estar cerca de ella, ahora, antes de que nos interrumpieras, se me había olvidado todo, incluso porque se supone que la odio, porque no me puedo acercar, y por un maldito segundo, sentí que habíamos vuelto al año pasado.

—Tal vez necesitéis estar juntos —al ver la mirada que le lancé, Erin rectifico —como amigos digo.

—Ya, se te olvida que ella me odia.

—No te odia, es imposible, erais como hermanos.

—No, eso es lo que todos pensabais, pero no.

—Vale, bueno, oye, hay algo que sigo sin entender, ¿por qué ella sigue evitándote?

—Las colonias nos trastornó a todos, y...

—No, eso no, si fuera eso sería distinto, no lo sé tío, solo con veros hace unos minutos, he visto la lucha en sus ojos, hay algo que no encaja, creo que nos oculta algo.

—¿Nos? —levanté las cejas a modo de sorpresa —y sí, yo también lo he notado.

—Pues ya está, si pasas más tiempo con ella, puede que descubramos que le pasa.

—¿Descubramos? ¿Los dos? —repetí incrédulo. —imposible.

—¿Por? —se quejó.

—No la conoces casi, porque si fuera así sabrías que no le sacaremos nada, es muy cerrada.

—Pero... —iba a insistir de nuevo, era muy cansino.

—No. Déjalo. Volvamos a clase.

*******************

Era el gran día, tocaba actuar, mi madre vendría a verme, y eso me emocionaba y me asustaba a partes iguales.

Estábamos preparados, me asomé y la vi sentada junto a los demás padres, el corazón se me infló, también vi a un hombre que ya había visto antes, el padre de Harley, no sabía que le había contado a su padre, si le había dicho algo sobre lo ocurrido entre nosotros, por eso, me quedé atónito, cuando me alzo un pulgar y me sonrió, yo educadamente se la devolví.

Nos llamaron, llegó la hora.

Cantamos—desafinadamente—dos canciones navideñas, después pasamos a leer los malditos poemas, hacer las mini obras de teatro, y por último un video lleno de recuerdos.

Los hilos que nos unenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora