Capitulo 12. Solo déjalo salir

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Capitulo 12. Solo déjalo salir
Ronald: POV

-¡Quédate en el maldito suelo!- ladró Hugo y puso una bota sobre mi pecho mientras yo miraba hacia el.
¿Como se suponía que me levantaría? No podía respirar y ¡justamente el me había pateado hasta la chingada! Mire a mí alrededor buscando por alguien más...
No había nadie más.
Ni siquiera Bill o Harry.
Que se jodan.
Dos policías estaban donde Draco tratando de ver si estaba bien y otros cuantos estaban buscando por el área con sus linternas.
-Busca en el área. ¡Tal vez todavía halla algunos por las cercanías!- ordeno Hugo y luego miro a abajo hacia mí. Presiono mas con su bota y yo deje salir un amortiguado gruñido. Mierda. Todo dolía. -¿Quién mas estaba aquí?- grito Hugo y pude sentir su saliva salpicada en mi cara. -¿Quien mas estaba aquí?- pregunto de nuevo; pero yo no iba a responderle.
-¡Jodete, psicópata!- me las arregle para decir.
El se arrodillo hacia mí, poniendo su rodilla en mi pecho. Gruñí y gemí por el dolor. Tosí y me ahogue con un poco de sangre que estaba corriendo a través de mi cara y hacia mi boca. El miro alrededor, checando su espalda y luego miro hacia mí de nuevo.
Y entonces lo vi.
El jodido demonio que era Hugo Granger.
Sus ojos café eran ahora negros y la arteria en su cuello estaba asquerosamente saltada. Sus negras cejas estaban fruncidas y sudor caía en su frente de su grasiento cabello. Respiraba pesadamente y olía a cigarrillos y puro infierno.
Levanto su puño en alto, pero el hijo de puta era muy rápido y yo estaba demasiado golpeado para reaccionar. Su puño hizo contacto con lo alto de mi ojo izquierdo. El maldito golpea más fuete de lo que patea. La parte de atrás de mi cabeza golpeo la grava causando dolor... un dolor excruciante y luego...
Eso fue todo.
Todo se oscureció y me fui lejos.
Me fui hacia la oscuridad y un doloroso entumecimiento tomo mi cuerpo. Se arrastro desde mi cabeza y lentamente se encamino hacia mis pies.
Todavía podía oír voces amortiguadas y sirenas de fondo, pero eso no era en lo que estaba pensando. Eso no era a lo que me estaba aferrando.
Por alguna extraña razón la cara de Hermione surgió entre la oscuridad y se quedo conmigo. Se sentó junto a mí mientras yacía en la grava. Jugaba con sus uñas y se mecía de adelante hacia atrás con una mirada en blanco en su rostro. Sus ojos rojos, aguados y soñolientos. Y su cara estaba enrojecida. Tarareaba para si misma mientras se mecía.
-¿Hermione?- le susurre. Ella no me miro. -Hermione, ¿por qué no le dices a alguien? Ese maldito te asusta. Tú no te mereces esto. No importa cuan soplona seas. - le susurre y finalmente me miro. Ella sacudió su cabeza y un repentino ataque de dolor surco su rostro y su labio inferior empezó a temblar. Sus ojos liberaron las lágrimas que estaba reteniendo y era doloroso de ver. Dolía. No quería dolor, pero tan pronto como la primera lagrima cayo sobre su rostro yo hice una mueca, me sostuve el estomago mientras sentía un duro golpe, tan poderoso que me quede sin aliento tratando de retener el grito. Así que grite.
Grite.
Enterré mi cara en el suelo y gruñí. Me voltee a ver a Hermione. Seguía en blanco con sus mejillas mojadas.
Ahora nos movíamos. Podía sentir mi cuerpo siendo movido y arrojado a un cojín, pero de algún modo en mi sueño seguía acostado en el suelo con Hermione a mi lado. Podía oi la voz de Hugo hablando con alguien y un radio en el fondo respondiéndole de vuelta. Hermione seguía mi lado. Todavía nos movíamos y ella seguía meciéndose adelante y hacia atrás.
Me di cuenta que Hermione ya no estaba usando su estúpido sweater verde. Solo usaba una tank top blanca y un par de pants grises.
Sus delgados brazos eran iluminados por la luna así como su cara.
Los moretones morados y negros en sus brazos bajaban desde sus hombros hasta sus muñecas decorando su pálida piel con dolor. Pequeños moretones ovalados, largos, azules, purpuras... horribles... dolorosos. Los podía sentir en mis entrañas y mientras Hermione deja salir un sollozo, hice una mueca. Causaba un dolor agudo en mis costillas. Ella noto que la estaba observando y rápidamente trato de cubrirlos abrazándose a si misma. Me sacudí al tiempo que Hermione comenzó a llorar. Mi pecho se estremeció y mi cerebro palpitaba.
-Hermione...- susurre de nuevo.
-Ayúdame - susurro. No dije nada. Como siempre, era un jodido cobarde.
-'Wax me'-Hermione comenzó a cantar en una voz bajita y rota.
-'Moulde me, Heat the pins and stab them in'- su voz comenzó a quebrarse.
-'You have turned me into this, just wish that it... it was bulletproof'-Tú me has convertido en esto- susurro ella.
-¡No! Fue tu papá.
-No mi pequeño Ronnie.-susurro ella con una sonrisa confundiéndome aun mas.-Mi pequeño Ronnie- susurro un poco mas alto. Me sonrió y sacudió su cabeza. Mire hacia sus brazos de nuevo. Todos sus moretones desvanecidos y resurgiendo un poco... todos en la parte interna de su codo. -Hey Ronnie...- dijo ella en un suave tono maternal. La mire a la cara. Ya no era Hermione. Su cara se moldeo como cera y se convirtió en la cara de mi madre, Elizabeth.
-Mamá...
-Si Ronnie... ¿por qué no me salvaste? ¡Soy tu mama, Ronnie! ¿Por qué no me arreglaste?
-Era un niño mamá. Tu estabas enferma... no entendía que tipo de enferma entonces... pero ahora si.
-Pero no me salvaste.
-Lo sé.
-Ya no puedes salvarme. Es demasiado tarde. No me salvaste Ronnie.- dijo ella mirando hacia la parte interna de sus codos. -¡Estaba enferma y no me salvaste!
-¡Tú no me dejaste! Te escondiste de mí. Pero estabas enferma. ¡Lo siento tanto mamá! ¡Siento haberte fallado!- llore. Podía sentir las lágrimas corriendo por mi rostro y a mis sollozos tomar control de mí. Enterré mi cara profundamente en el suelo, dolía. Dolía mucho.
-Ronald...- susurro. Me voltee a verla.
Era Hermione de nuevo. Ahora estaba sentada aun más cerca de mí. Me acerque y toque su brazo izquierdo y ella no se encogió.
No salto. En lugar de eso, tomo mi mano en las suyas.
-Ronald... mi Ron.- susurro y me sonrío. Su cara no mas enrojecida y ya no estaba llorando. Su sonrisa era suave... honesta... hermosa solo por mí.
Solo para mí.
-Mi Ron.
-¿Qué quieres decir con eso, Hermione?- ella no me respondió y solo me sonrío de nuevo. Iba a sonreírle de vuelta cuando de detrás de ella llego una sombra. Empezó a posarse sobre ella y su sonrisa se desvaneció.
¡No!
-Debo de irme ahora...-susurro tristemente.
-Lo sé...- susurre de vuelta. La sombra cambio de forma y se torno humana.
Si es que puedes llamarlo humano.
Hugo se paro sobre Hermione, quien solo me miro tristemente.
-No... puedo hacer algo...
-Pero no lo harás- sacudió su cabeza.
-¡Tú no sabes eso! ¡Alguien tiene que hacer algo! Yo lo hare.
-Tal vez...- Hermione susurro de vuelta, pero antes que ella o yo pudiéramos decir algo, Hugo violentamente la tomo del hombro y comenzó a jalarla.
-¡No!- grite, pero Hugo ni siquiera me miro. Levanto su mano hacia Hermione y antes de que ella pudiera verlo, yo lo sentí. El la abofeteo pero de alguna manera yo lo sentí. Hermione no hizo ningún ruido.
Hermione no era real.
-¡Con un carajo despiértate!- lo oí y trate de despertar, pero mis ojos no me obedecían. El me abofeteo de nuevo, un poco más fuerte. No que necesitara añadirle mas fuerza. Su jodida mano estaba hecha de metal.
-Uhh...- gemí mientras trataba de abrir mis ojos. No podía ver nada. Mi visión estaba borrosa y podía sentir la hinchazón alrededor de mis ojos.
-Tus padres adoptivos llegaran en cualquier momento. ¡Saca tu jodido trasero de mi celda!
¿Celda? ¿Padres adoptivos? ¡Mierda! ¡Arthur y Molly! Mire a mi alrededor y me halle en una oscura y espantosa celda de comisaría.
-¡Siéntate!- me grito de nuevo. Me obligue, pero mi cuerpo no me dejaba. Mis costillas estaban heridas, mi pecho dolía y me sentía débil.
-No... no pu... no puedo.- murmure.
-Oh si claro que puedes- oí a Hugo gritar. Me agarro del pecho y me jalo hacia arriba. Grite del dolor. El me empujo contra una dura y fría pared de cemento. Todavía sosteniéndome de mi camisa. -¡Oh cierra la puta boca! Hice que un doctor te revisara y por lo que pudo ver dijo que no te habías roto nada. ! ¡Solo eres un chico horriblemente golpeado! ¡Así que componte! ¡Usa esas bolas que tienes!- me grito a la cara.
-¡Apártate de mí!- me las arregle para gritar y el se rió. ¡Lo odio! Quiero arrancarle la cabeza. Quiero golpearlo hasta volverlo pulpa por mí y... y... y por Hermione. Quiero darle una cucharada de su propia medicina.
-¡Mira pequeño bastardo! Yo se de donde vienes. Se sobre tu jodida mamá y el pedazo de mierda que es tu padre. Ni por un momento confío en ti, pequeña basura blanca. Tal vez tu nueva mami y tu nuevo papi tengan dinero y te puedas vestir con todas estas ropas finas, pero todavía eres un pedazo de mierda. ¡Eres basura blanca, imbécil!- trate de alejarlo pero el me empujo mas fuerte en la pared y grite de dolor.
-Si vuelves a hacer estas mierdas y especialmente a Draco Malfoy, el hijo del alcalde de Oxford, Lucius Malfoy, enviare ese trasero tuyo de 18 años a la cárcel de niños grandes. Tienes suerte que el alcalde quiera mantener esto bajo el agua y no quiera tener nada que ver contigo, ¡de otro modo estarías teniendo una pequeña reunión familiar con la basura de tu padre en la Cárcel de Oxford!- me escupió a la cara y me aventó de nuevo al banco.
-Debo de verme bien para el alcalde Malfoy y ¡tú lo estas jodiendo chico!-dijo sentándose junto a mí. Me sostuve el pecho, jadeando por aire. El envolvió una mano alrededor de mi cuello y me jalo mas cerca de el. Gruñí de dolor.
Quería vomitar.
Su agarre era fuerte y podía sentir la circulación de la sangre hacia mi cabeza detenerse y empecé a jadear mas fuerte por aire.
-Ya sabes... tengo suerte que mi hija no se pasee con ustedes los Weasley. No quiero a mi dulce bebe corriendo con un montón de presumidos y bastardos sin padres... especialmente usted Sr. Masen- ¡si el maldito tan solo supiera! Juro quería liberarme de su agarre y patearlo hasta la muerte. Lo haría.
Lo hare.
-Dulce Hermione... amo a mi hija Sr. Masen. Ella nunca me decepcionaría... esta demasiado asustada para decepcionarme... y usted también debería Sr. Masen- finalmente me soltó, caí de espaldas y me golpee la cabeza en la pared. -Asegúrese de no informarle a sus padres de mis advertencias... porque... - dijo el sacando de su bolsillo una pequeña bolsita de algo que lucia como cocaína. -les mostraría lo que le halle a su hijo.
¡Esa mierda no es mía! ¡Ese hijo de puta!
-¿Sabes a quien le creerían ellos, Sr. Masen? si...- asentí. Mi vida era una mierda, si hasta yo sabia que no me creerían a mí. -Bien, Sr. Masen- me golpeo la rodilla y se levanto. Puso la pequeña bolsita de cocaína de vuelta en su bolsillo.-Tus padres adoptivos casi están aquí, Sr. Masen. Debo saludarlos y explicarles la situación. Usted se quedara en esta celda, Sr. Masen. ¿No es así, Sr. Masen? Sr. Masen... Sr. Masen... le estoy hablando Sr. Ma...
-¡Maldita sea, ya te oí, idiota! - grite y el rió de nuevo.
-Oh Sr. Masen... tal vez le tenga un poco de aprecio... espere... no, no lo tengo.- camino a la puerta y la abrió. Salió y la aseguro. - Regresare Sr. Masen. No se duerma, Sr. Masen. Tal vez tenga otro rudo despertar, Sr. Masen.- se rio bajito y se fue.
-¡Mi jodido nombre es Ronald Weasley, tu pedazo de mierda! ¡Tú jodido pedazo de mierda!- grite a todo lo que daban mis pulmones. -¡Mi nombre es Ronald Weasley! ¡Ronald Weasley! ¡Pudrete Granger! ¡Jodete!- grité.
Dolía.
Llore contra la pared de la jodida celda.
-Mi apellido es Weasley. Mi apellido es Weasley. Mi apellido es Weasley.
Desearía ser a prueba de balas.
Arthur me pregunto si quería ir al hospital. El sabía mejor que el preguntarme.
Odiaba ese lugar. Sacudí mi cabeza, el entendió y no me presiono. Después de todo, el doctor de la cárcel me dio otro chequeo y dijo que no había nada roto. Solo estaba jodido de otras formas.
Nadia dijo nada después de eso.
Molly lloró mientras papá empezó el camino adelante de el.
Me senté en el asiento trasero viendo las líneas amarillas pasar.
Mala idea.
Quería vomitar de nuevo.
Me voltee a ver a papá. Su cara estaba hecha de piedra y sus ojos eran lo único moviéndose. Me senté detrás de mamá, no quería verla llorar, pero aun así podía oírla y eso era peor. Quería dormir. Los números verdes del auto me gritaban. Eran las 4:45 de la mañana.
Mierda.
Cuando finalmente llegamos a casa, mamá fue la primera en bajarse. Corrió dentro y yo me quede atrás. Papá no se movió. Yo no me moví.
-¿Sientes dolor?- pregunto y podía verlo mirándome a través de espejo retrovisor. Me sostuve mi estomago y asentí.- Sal y quédate en la cocina. Le voy a echar un vistazo a tus heridas. Todavía estas sangrando, deben ser cortes profundos.-dijo bajito y sin emoción. Asentí y lentamente me encamine fuera del auto. Batalle y me tomo tres veces mas el tiempo que normalmente es.
Lentamente camine hacia la puerta de la casa agarrándome de cosas para mantenerme de pie.
Papá ni siquiera se detuvo o me pregunto si necesitaba ayuda. Me paso y camino dentro de la casa.
Supongo que me lo merecía.
Me senté en un banco de la cocina y papá empezó a limpiar el corte que tenía encima del ojo izquierdo. No me dejo limpiar mi cara o escupir la sangre que tenia en la boca.
Era castigo.
Él murmuro algo acerca de no permitir que Bill saliera de su habitación y quise reirme del castigo de Bill, pero me contuve.
-¿Estas orgulloso papá?- pregunte mientras el me suturaba la cortada. No dijo nada. Hice una mueca mientras él continuaba. Me había dado una pastilla para el dolor, pero no había hecho efecto. -Papá... yo... mira yo...- ni siquiera podía disculparme. Soy un imbécil. -Mira se...
-Simplemente no digas nada, Ronald. Tú haces lo que haces. Eres Ronald. Solo me alegra que tengas buenas calificaciones. Te pondrán en una buena escuela... muy lejos de Molly, para que así ya no la lastimes mas.
-¿Así que no puedes espera a que me vaya?
-No, solo estoy cansado de ver a mi esposa llorar por ti cuando tú no te mereces la simpatía de nadie. Te la hemos dado por tanto tiempo y te dejamos sacar tus frustraciones, pero ya es suficiente. Dices que no quieres simpatía, pero eso es lo que causas con tus acciones. ¿Cómo puedes hacer que alguien se preocupe por ti si tú no lo haces? Es por eso que espero que madurez. Ya no lloro más por ti Ronald. Ya he hecho eso y tú no ves que tanto afecta a esta familia y esta familia no se merece tu ceguera y tu crueldad. Solamente nos has causado pena cuando lo único que hemos hecho es amarte- dijo el y yo peleaba por ocultar mis lagrimas. ¿Arthur dijo eso? Debo de ser un pedazo de mierda si papá me esta hablando de este modo. Había terminado de suturarme la herida y violentamente me levante.
Dolía, pero tenía mucho orgullo.
-¿Entonces por que no me dejaste morir ese día? Te hubiera ahorrado a ti y a tu esposa toda esta "pena". ¡No estaría aquí para su lastima! ¡Jodete! Yo no te pedí que me salvaras. Podías simplemente haber dejado morir a ese niño, esa basura blanca y ¡a nadie le hubiera importado una mierda!- grite y comencé a alejarme.
-¡Ronald! Hijo...- grito Arthur. Sonaba culpable, podía oír el nudo en su garganta, pero lo ignore. Lentamente me encamine a mi habitación con lágrimas corriendo por mis mejillas y agarre una botella de vodka de mi armario. Probablemente no era una buena idea combinarla con los analgésicos, pero valía mierda en este momento. Me bebí todo mientras estaba sentado en mi cama. Agarre otra botella y me quede viendo hacia la ventana. Mire a mi reloj. Eran las 5:55. Tenía que levantarme en cinco minutos para alistarme para la escuela. Me reí oscuramente. Supongo que no iré.
Me voltee hacia la ventana de nuevo.
El sol saldría en cualquier momento.
Me pregunto si Hermione se levanta temprano o ¿tarde? Lo checaría.
Me levante y empecé a escalar afuera de mi ventana. Casi me caigo unas cuantas veces. Dolía sostenerse, pero tenía que salir de esta casa. Pero mierda... tenía una botella de vodka en una mano, ya estaba borracho y estaba completamente golpeado así que esto no estaba funcionando. Planeaba caminar. No quería usar mi bicicleta. Eso probablemente doliera.
Estaba hasta la madre de frío... como siempre. El frio hacía que mis heridas dolieran mas y al mismo tiempo se sentía bien. No estaba usando sweater o chaqueta y no era que me importara. Solo tenía que huir. Apuesto a que el cuarto de Hermione es cálido.
Cuando finalmente me encamine a los bosques, recordé que Hermione estaba enojada conmigo. No es que la culpara, pero realmente deseaba que estuviera enojada conmigo cualquier otro día, para que así pudiera ir a su casa. Quiero mostrarle que su papá me dio un poco de amor, justo como lo hace con ella.
Me reí de mi mismo. Tal vez si Él esta allí podríamos tener una reunión o algo así y hablar... compartir nuestras experiencias. Me reí de nuevo.
Mierda.
Ahora, ¿a donde?
¿Quiero decir, ella me perdonara, verdad? Tiene que superarlo.
Probablemente no... no sabia por que me sentía tan decepcionado. Decidí ignorar el maldito sentimiento y me decidí en no visitar a Hermione. Mi visión estaba borrosa y todo alrededor de mí empezó a girar. Mis ojos empezaron a cerrarse por si solos y mi respiración disminuyo. Necesito un lugar para dormir. Decidí ir hacia mi prado. Tal vez eso me de un poco de espacio.
Trate de recordar donde estaba, pero estaba como que un poco jodido para funcionar más. Cuando pensé que lo había hallado, repentinamente todo empezó a subir... esperen... mi pie se atoro con algunas hierbas.
Estoy cayendo.
Mierda estoy cayendo.
Trate de sostenerme de algo, pero la gravedad tenía otros planes.
Caí, de frente hacia el suelo. Gruñí de dolor... pero la oscuridad regreso y deje de saber donde estaba o que estaba haciendo. Lo último que había oído fue el sonido de mi botella de vodka golpeando algo duro, rompiéndose en muchos pedazos... que mal era vodka del bueno. Comencé a soñar de nuevo. Soñé sobre mierdas al azar, mayormente mierda que no tenía sentido. No sabia cuanto tiempo estuve tirado allí. Espero que alguien me encuentre, por que estaba poniéndose jodidamente frío. Sentí mi cuerpo temblar tratando de calentarse y cada vez que lo hacia temblaba, me torcía o trataba de sostenerme para hallar el calor... dolía.
Y luego estaba Hermione.
Hermione se sentó junto a mí una vez más. Me estire hacia ella, pero ella se alejo. Me fulmino con la mirada y yo le sonreí. Me gustaba Hermione enojada.
Sip, hasta la Hermione de mis sueños estaba enojada. Al menos debería de disculparme con Hermione del sueño.
-¿Ronald?- me grito.-¡Ronald!- Hermione del sueño se levanto y se fue y fue remplazada solo por su voz.
-¿Que?- susurre. Me rodé sobre mi espalda con cada pedacito de fuerza que me quedaba. Deje salir un sonoro gruñido agarrando el costado de mi cuerpo. ¡Jodidas botas del Jefe Granger! Algún día... algún día el...
-Oh por Dios Ronald ¿que te paso?- ¿También lucía jodido en mis sueños? De repente sentí una cálida mano en mi mejilla. Suspire incontrolablemente. Mi cuerpo reacciono a la calidez como un drogadicto reacciona a las drogas. Sentí escalofríos corriendo por mi brazo y hasta eso dolió.
-Ronald... ¿puedes oírme? ¿Quieres que te lleve al Hospital? - Carajo no. Lentamente abrí mis ojos, el sol me golpeo con furia e hice una mueca de dolor y siseé de dolor. ¿Que hora es? ¿ Y por que hace frio si hace sol? ¡Maldito Londres! Cerré mis ojos de nuevo. -¡Puedo llevarte al hospital Ronald!- oía su voz lejos y con eco, pero de algún modo sabía que estaba cerca. La sentía. Su cálido cuerpo estaba a mi lado. Ya no sabía si era un sueño, así que me alargue y agarre lo que pude sentir.
Ella entrelazo sus dedos con los míos.
-Tu mano es cálida Hermione del sueño. Me gusta.
-¿Que?¡Tienes que abrir los ojos, Ronald!
-No puedo.
-¿Por qué? ¿Sientes dolor?
-Si.
-Puedo llevarte a un hospital.
Trate de levantar mi cabeza para hacerle saber que no quería ir a un hospital, pero no estaba seguro de si estaba funcionando. No estaba seguro si estaba moviendo mi cabeza con la fuerza suficiente para que ella viera. Tenia que decir algo.
-No...- me las arregle para murmurar ¿Siquiera estaba despierto? Por todo lo que sabía podía haber estado hablando con un maldito lobo.
-Entonces... ¿que puedo hacer por ti? ¡Dímelo!- sonaba tan preocupada. Quería sonreír por su repentina preocupación, pero no estoy seguro de que tuviera la fuerza. Hermione del sueño ya no estaba enojada conmigo. Eso me hizo feliz. - Estas... estas cubierto de sangre... ¡oh Dios! Sangre...- dijo ella jadeando.
Oh... Hermione y sangre no van muy bien juntos. Tal vez Hermione del sueño sea mas inteligente y huya.
-Es... ugh... esta bien Hermione... yo solo... me metí en una pelea... aunque no me estoy sintiendo muy bien- dije lentamente y hay hubo un largo silencio. Supongo que Hermione del sueño tampoco se quiere quedar... no la culpo. Trague saliva y de repente otra vez sentí una pequeña mano en mi rostro. Me estremecí y aunque dolía que lo hiciera... me gustaba. Me gustaba su cálida mano en mi fría mejilla.
-Puedo ayudarte.- la oí decir. Hermione del sueño no es tan inteligente... pero es amable. Quiere ayudar.
-Pero la sangre te enferma.
-Ahora eso no importa. Quiero ayudarte.- dijo ella ahora con ambas manos alrededor de mi rostro.
-Esta bien.- susurre.
-Pero Ronald... tú tienes que ayudarme. No soy muy fuerte.
-Siempre estas diciendo eso... son patrañas Hermione. Ahora lo se.- no sabia porqué me sentía que debía hacerle un cumplido a Hermione del sueño, pero esa historia suya de "yo soy débil" se estaba volviendo molesta dado que no era verdad. Después de la mierda por la que había pasado con el jodido de su papá, estaba bastante seguro que Hermione lo soportaba diariamente y si me preguntan eso la hacia jodidamente fuerte. No podía negarlo y pretender que no es malo solo para hacerme sentir bien, pero se la verdad y esta jodida. Su papá esta jodido.
Ella tallo mi brazo y sentí una ola de electricidad moverse a través de mi cuerpo.
-Estacione mi camioneta por el camino. Estoy segura que podemos llegar si me ayudas a lograrlo. ¿Puedes caminar?- dijo ella. -¿Ronald? - de nuevo caí en la inconciencia. Ya no tenía control de mi mente. Me sentía como si estuviera cayendo y no tuviera control sobre eso. Me encogí.
-¡Ronald!- la oí gritar y rápidamente abrí mis ojos.
Hermione de mis sueños tenía bonitos ojos café... justo como la Hermione real, pero ella no usa sus lentes. Estaba sobre mí con su rostro a centímetros de mí. Sus cejas fruncidas y su frente arrugada en preocupación. -Vamos, Ronald- dijo ella. La luz del sol circundaba su cabeza y yo sonreí. Lucía como un Angel. Tal vez mi visión solo estaba borrosa y nublada, pero era un efecto genial en su rostro. Lucia como si estuviera flotando en algún lugar sagrado.
Santa Mierda.
-Tu nombre significa hermosa, Herms...- dije. ¿Que carajos esta mal conmigo? Estoy tan drogado y borracho, en pocas palabras jodido.
-¿Qué?- ella lucía confundida. Lentamente levante mi mano y tome unas cuantos mechones de su castaño cabello y gentilmente los puse detrás de su oreja. Sus achocolatados ojos se abrieron y su boca cayó abierta. A través de mi borrosa vista todavía podía ver su sonrojo y sonreí. Ella sacudió su cabeza. -Ronald, voy a tratar de ayudarte a sentarte, ¿esta bien?
-Está bien.
Ella envolvió un brazo alrededor de mi espalda y me sostuvo de mi brazo con su otra mano.
-A la de tres trata de sentarte... esta bien.
-Uh huh...
-Bueno... uno, dos y tres.- dijo ella, se estremeció y yo me levante. Batallamos y ella tenía razón, no era demasiado fuerte, pero lo logramos. Ella jadeaba por aire. -Esta bien, eso funciono bien.- dijo tratando de recuperar el aliento. Se arrodillo frente a mí.
-¿Ronald?
-Hmm.
-¿Podrías mirarme?- pregunto y fue cuando me di cuenta de que casi caía de frente.
-Si Hermione- dije sacudiéndome. Mi espalda quería rendirse y mis brazos en este momento no me sostenían. Me sentía mareado como una gran masa gelatinosa y dolorosa. No creo seguir de pie por mucho tiempo.
-¿Vamos a tratar de levantarte y ponerte de pie, esta bien?
-Sip- murmure.
-Pero quiero pedirte algo, ¿me estas escuchando?- me preguntó como si fuera un niño. Rodé mis ojos.
-Si.
-Esta bien, voy a estar aquí en caso de que necesites soporte pero- se pauso y respiro profundamente -trata de no agarrar mis brazos muy fuerte o algo mas, no quieres eso. Yo no quiero eso, tú no quieres eso, por que soy la única aquí y si haces eso- suspiro de nuevo. - Solo no agarres muy fuerte, perdóname por pedirte esto.
-Huh.
-Solo no lo hagas.
-Oh lo que sea, no agarrar fuerte. Lo tengo.- murmure.
-Oh.- envolvió mi brazo alrededor de su cuello y respiro profundamente. Ella estaba temblando un poco. Me voltee a verla.
-¿Estas segura sobre esto?- arrastre cada palabra pero ella entendió y asintió.
-Si. ¿Estas listo?
-Si.
-Esta bien, solo trata y levántate. Yo estaré aquí.- dijo ella y empecé a ponerme de rodillas, con un brazo aun alrededor de su cuello. Estaba débil. Podía sentir la debilidad en mis brazos mientras empezaban a rendirse. Me dio un ataque de pánico. Y me sostuve de su espalda con fuerza.
-¡Oh por Dios!- jadeo. Empezó a respirar laboriosamente y su mano en mi espalda agarro mi camisa en pánico y pude sentir su pequeño cuerpo temblando.
-Lo siento Herms- declare, pero ella solamente sacudió su cabeza y respiro profundamente tratando de calmarse.
-¡Esta bien solo sigue intentando!- ordeno y yo hice lo que me dijo. Mis rodillas trataron de abandonarme, pero Hermione me sostuvo y me forcé a levantarme. Finalmente me puse de pie y mi cabeza comenzó a girar.
-¡Wow!-dije agarrando mi cabeza.
-¿Estas bien?
-Solo un poco mareado...
-Bueno, ahora vamos a caminar. Solo sostente a mí, pero no muy apretado.- dijo ella y pude oír la vergüenza en su voz. Trato de jalarme hacia a delante y yo di un pequeño pasito y sonreí.
-Hermione.
-Si Ronald.
-Creo que voy a caer de nuevo.
-¡No!- dijo con pánico y nos jalo hacia un árbol. - Sostente del árbol. Podemos caminar de árbol en árbol.
-Esta bien...- dije agarrándome del árbol como si mi vida dependiera de ello. Todo giraba y estaba nublado. Ella me tomo del brazo y me jalo hacia adelante.
-Vamos Ronald- me tropecé hacia el siguiente árbol, pero no me caí. Y así continúe hacia adelante. -Hermione- dije después de un rato de estar caminando.
-Si Ronald.
-Acabo de darme cuenta de que realmente estas aquí. Eres real.- dije y la oí reírse bajito mientras me lanzaba hacia otro árbol. Quería preguntarle que carajos estaba haciendo aquí y por que no estaba en la escuela. Quería preguntarle como me había encontrado y lo mas importante, por que me estaba salvando. Pero ya no me quedaban fuerzas. Ojala y las tuviera.
Finalmente llegamos al camino y Hermione apretó mi brazo.
-Ya llegamos. Mi carro esta por allá- dijo señalándola. Solamente asentí y ella me jalo hacia adelante y envolvió un brazo alrededor de mi cintura y yo envolví mi brazo alrededor de sus pequeños hombros. Tenía miedo de recargarme en ella. No quería romperla, pero mi cuerpo amenazaba con rendirse. Me sostuve de ella mientras los dos caminábamos hacia su carro. A medida que nos acercábamos a ese feo pedazo de chatarra, me sostuve de ella mientras Hermione abría la puerta del pasajero. Se abrió con un chirrido y mientras Hermione se apartaba para que yo pudiera entrar, la mire.
-No quiero manchar tu carro. - dije y ella rodo sus ojos.
-Ya es un pedazo de mierda Ronald. Necesitamos conseguirte un poco de ayuda.- dijo ella y me dio una suave sonrisa que me atravesó causándome un estremecimiento. Me ayudo a entrar en la carro, Las manos de Herms eran gentiles y pequeñas, aun cuando esta empujando y jalando con toda su fuerza, es gentil.
Hermione cerró mi puerta y corrió al lado del conductor.
-Así que ¿no hospital?
-No, odio ese lugar.
-Ya somos dos. Entonces a tu casa. Tu papá es doctor. Él tiene que...
-¡No!- la corte y ella salto.-Lo siento. Solo... cualquier lugar menos casa.- susurre y ella solo sacudió su cabeza. Ella se me quedo viendo esperando una respuesta. La mirada en su rostro no parecía estar lejos de la compasión. ¡Genial! Hermione se siente mal por mí. ¡Joder, justamente lo que necesitaba!
-¿Así que a donde?- desearía poder decirle donde. La verdad es que no sabia a donde. No tenía ni idea de adonde ir. Además, me quede dormido. Enterré mi cara en su asiento probablemente manchándolo de sangre, pero estaba cansado y demasiado drogado y ebrio para importarme. No había dormido bien o más bien no había dormido nada y ¡ya era un nuevo maldito día!
-¿Ronald?- la escuche, pero no pude responderle. -Ronald voy a ayudarte. Lo prometo.- Oí el motor de la camioneta encenderse y empezamos a movernos.
¿Por qué?
De todas las personas, Hermione Granger quiere ayudarme. ¿A mí? Cuando yo soy el que se ha negado a ayudarla pretendiendo que lo que vi hace unas noches no es tan malo. Yo, el chico que se supone debe follarla hasta desmayarse para después botarla, todo por una retorcida broma. Yo, el idiota que la ha molestado por todos estos años y Hermione quiere ayudarme.
En mi drogado y golpeado estado, difícilmente podía comprender sus motivos.
¿Qué todos necesitan una maldita razón para ser una buena persona?
Las personas buenas no existen. Hay gente del tipo 'soy tan buena persona' que va profesando que son buenos y amables y en el proceso hacen que todos los demás se sientan miserables todo por su arrogancia, así como mi familia. Luego esta la gente mierda, aquellos a los que no les importa lo que le hacen a los demás a su alrededor y actúan de manera destructiva con todo los demás y con ellos mismos, así como yo... y mi verdadera madre. Luego están los idiotas totalmente jodidos; el padre de Hermione. No necesito explicar esa mierda. Ese hijo de puta se regocija lastimando a las demás personas.
Y luego...
Y luego esta Hermione.
¿En donde cae Hermione?
Ella no piensa mucho en ella misma. Ella no es mala con las demás personas y definitivamente no esta jodida de la cabeza. Ella solo se preocupa por sus problemas, por supuesto no cuando nos delato, aunque después de conocer a Hermione por estos pocos días, todavía no entiendo por que lo hizo.
¿Si quiera crees que ella lo hizo, cabeza de mierda?
Jodete voz interior.
-Ronald- la voz de Hermione era tranquila para mi ahora resonante dolor de cabeza. -No se a donde llevarte. Me imagine que podría limpiarte un poco, estas cubierto de...- su voz se quebró al momento de decir la ultima palabra. -cubierto de sangre. Tal vez pueda bajar la hinchazón de tu rostro. Ronald... abre tus ojos y mírame.- hice lo que me dijo. El rostro de Hermione estaba lleno de preocupación. Mire a mi alrededor la puerta del pasajero estaba abierta y ella estaba a mi lado. Estábamos afuera de su casa.
-¿Qué? ¿No están aquí tus padres?- pregunte y allí fue cuando recordé a Hugo. Comencé a sacudir mi cabeza.-¡No puedo estar aquí Herms!
-¡Shh! No te preocupes, mi madre no esta aquí. Ella esta en esa cosa de los libros y mi padre no llega a casa hasta cerca de las dos de la tarde.
-¿Que hora es?
-Ocho de la mañana.
-¿Qué?
-Si, vamos. Tenemos tiempo suficiente para arreglarte un poco. ¿Aun estas drogado o mareado?
-Un poco, pero me siento mejor-mentí.
-Esta bien, bueno ven- dijo ella abriendo la puerta ampliamente y sosteniéndola. ¿Puedes salir?
-Si, ¡no soy un niño!- dije irritado.
-¡Bueno pues estas actuando como uno! ¿Envolviéndote en una pelea? ¿En serio Ronald?
-¡No me sermonees!- dije e inmediatamente agarre mi cabeza. -Eso dolió... no deberías gritar.
-Lo siento... no debí sermonearte.-suspiro. Arrastre mi pesado pie fuera de la carr y aterrice en el suelo. Pensé que iba a caer, pero me agarre de la camioneta y Hermione me sostuvo. -Caminemos juntos.- dijo ella y nos encaminamos a la puerta de su casa. Enrede mi brazo alrededor de sus hombros y ella me sostuvo.
-Hay vecinos.- le advertí.
-Están trabajando. No te preocupes por ello.-llegamos a su puerta y de fuera de sus jeans, saco una llave y abrió la puerta.
El aroma del spray limpiador golpeo mi cara y sentí nauseas, pero la contuve. Caminamos dentro de la casa de Hermione y el piso de madera crujió y yo salte.
¿Ahora estoy saltando?
-Relájate, Ronald. Solo somos tú y yo.-susurro ella. La mire y ella me dio una sonrisa suave. -Voy a esconderte en mi habitación. Eso significa que tendremos que subir escaleras. ¿Estas listo?- le sonreí y asentí. Empezamos a caminar de nuevo con mi brazo alrededor de sus hombros, mientras caminábamos hacia las escaleras mire a mi alrededor de la casa de ella. Pasamos la sala. Había un sillón andrajoso enfrente de una gigantesca TV de plasma y había muchas botellas vacías de cerveza. Mire hacia Hermione quien ahora me estaba mirando. Se ruborizo de la vergüenza y miro a otro lado.
-Esta bien Hermione. Te perdono por no invitarme a tu fiesta.- dije y ella sonrío. Llegamos a su habitación. La escaleras fueron dolorosas y se que ella estaba irritada al termino de ellas, pero no dijo nada o grito. Estaba agradecido por eso.
Entramos a su habitación y Herms me guio a su, desordenada y deshecha cama. Pensé que estaba sentándome, pero termine cayendo en ella. No tenía control para nada y gruñí de dolor.
-Siéntate- ordeno ella y dócilmente me levante. - Vamos a quitarte la playera- ordeno ella, la voltee a ver y sonreí. Ella rodo los ojos. - Esta cubierta...
-¿Sangre? Si lo se.- murmure y trate de quitármela, pero mis dedos se resbalaban y estaba a punto de caerme de nuevo, cuando ella me agarro de los brazos.
-¡Ah!- llore y ella salto.
-¡Oh por Dios, lo siento Ronald!- declaro.
-Está bien. Es mi culpa duele en todos lados.
-Bueno déjame ayudarte con la camisa.-dijo ella y la deje. Mientras me sentaba al borde de la cama, ella se sentó delante de mí y jalo el dobladillo de la camisa lentamente hacía arriba de mi cuerpo y si no hubiera estado tan golpeado me hubiera excitado. Sus dedos rozaban mi piel mientras se movían de mi vientre a mi pecho. Mi piel rápidamente se estremeció y pude sentir escalofríos recorrer cada parte de mi piel.
¿Que carajos fue eso?
Mientras ella sacaba mi camisa por mi cabeza, de nuevo caí en su cama y gruñí.
-Acuéstate ahí. ¡Voy a deshacerme de esto en el baño!- dijo Hermione y corrió a lo que supongo era su baño, sosteniendo mi camisa lejos de su cuerpo. Actuaba como si estuviera cubierta de enfermedades. Me reí. Débilmente, me posicione correctamente en su cama, con mi cabeza en una de sus almohadas y mientras el peso de mi cabeza caía en la almohada, una esencia de fresas invadió mi nariz y mi cabeza. Me sonreí a mi mismo. Y los maldito escalofríos empeoraron.
Soy un marica.
Después de unos cuantos minutos, ella salió con una bolsa de plástico y ropa vieja. Ella puso todo en su mesita de noche y se volteo a verme.
-Ron...- se detuvo ella misma y su boca se abrió un poco. Revoloteo sus ojos y sus mejillas se tornaron rojas y no fue hasta que seguí su mirada que me di cuenta que Herms estaba mirando era mi pecho. La mire de nuevo y ella me miro a los ojos. No tenía signos de timidez o vergüenza. No le di una mirada arrogante o hice alguna observación inteligente...
La mirada de ella en mi cuerpo causo que una corriente eléctrica me atravesara. Ella mordió su labio inferior y estaba apunto de tomarla de la mano, cuando ella reacciono nerviosamente y dio un paso hacia atrás.
-Um... yo... uh... voy a conseguir un poco de hielo para la hinchazón y yo... um... no te muevas... bueno puedes moverte... pero enseguida vuelvo. ¿Está bien? - dijo ella y yo solo asentí.
Hermione corrió fuera de su habitación y antes de que lo supiera, había caído dormido de nuevo. No se por cuanto tiempo había perdido la conciencia, pero fui despertado por sus manos en mi rostro. Revolotee mis ojos para abrirlos y halle una sudorosa, temblorosa y muy enferma Hermione. Ella estaba cernida sobre mí y gentilmente froto mi rostro con un trapo mojado. Ella estaba mordiendo su labio de nuevo; tan fuerte, que pensé que finalmente se lo arrancaría. Tenía su cabello alzado en un desordenado chongo con unas cuantas hebras en su rostro y algunos cabellos estaban pegados a su sudoroso cuello. No estaba usando sus anteojos y daba un acceso fácil a sus achocolatados ojos que estaban llenos de miedo. Estaba en una tank top blanca, ya no ocultaba sus golpes y yo hice una mueca. Ya no estaba seguro de si era a causa de mi propio dolor. Aclare mi garganta.
-¿Por qué le tienes tanto miedo a la sangre?- susurre en lo que ella empezaba a limpiar el otro lado de mi rostro. Ella se detuvo y me miro a los ojos y sacudió su cabeza mirando hacia abajo. Mientras hablaba evito verme a los ojos.
-No lo se. Desde hace un tiempo soy así. Desearía saberlo... creo que se por que, pero no quiero admitirlo.-susurro de vuelta.
-¿No te gusta admitir que es lo que te hace temerle a la sangre?- susurre de nuevo. Ella me miro a los ojos de nuevo y su cara cayó.
-No me gusta admitir que estoy arruinada.- dijo ella, ahora con voz rota.
-No estas arruinada. - susurre de nuevo y gentilmente moví una hebra de cabello detrás de su oreja con mi mano.
-Tu no sabes eso- dijo ella y empezó a limpiar mi cara de nuevo. Hice una mueca y ella se detuvo.- Lo siento.
-No lo sientas- dije y trate de sonreírle, pero dolió.
Ella continúo con su mágica cura en mí jodida cara y mientras ella se concentraba de nuevo, su cara bajo acercándose más a la mía.
-No tienes que hacer esto. No quiero que te enfermes por mi culpa.- dije y ella sacudió su cabeza.
-No es tu culpa. Quiero ayudarte. No puedo dejarte así.- susurro y yo fruncí mis cejas.
-¿Por qué? Soy un imbécil. Probablemente me merezco esto.
-También mereces que alguien te ayude. No eres una bestia.- dijo ella y yo suspire.
-Creo que me gustas Hermione Granger.- dije sarcásticamente y ella rodo sus ojos y sonrío. Nos quedamos en silencio por un momento, pero decidí romper el silencio.
-¿Quién te arruino Hermione?- pregunté y ella inmediatamente detuvo lo que estaba haciendo y me miro a los ojos. Parpadeo y miro hacia abajo de nuevo. No respondió. Trague saliva y aclare mi garganta. Estaba dolorosamente seca.
-¡Oh, olvide completamente que te traje agua!- dijo ella y agarro un vaso con agua de su mesita de noche.-¿Quieres sentarte? ¿Puedes?
-Si... creo.- dije y dolorosamente me senté y descanse contra la cabecera de la cama. Tome el vaso de agua de su pequeña y temblorosa mano y trague la maldita cosa.-Gracias, Herms.
-Si... um ¿No quieres llamar a alguien?
-¡No!
-Bueno...
-Por favor no quiero ir a casa. Ellos no me quieren ahí. Ya he creado demasiados problemas. Confía en mí en esto; probablemente estén felices que hoy no tienen que lidiar conmigo.
-Eso no puede ser cierto. Ellos son tu familia.
-Bueno tu padre es tu padre y mira lo que te hizo.- dije y ella mira hacia abajo de nuevo. Soy un idiota.- Lo siento Hermione, ves soy un imbécil.
-No, solo... - suspiro.- Um... tienes razón. En estos días ya no puedes confiar en nadie.- asentí y luego la realización me golpeo. Mierda.
-¿Todavía sigues enojada conmigo verdad?- pregunte y ella levanto sus cejas.
-Mucho.
-¿Que pasa si digo que jodidamente lamento haber actuado como un imbécil y que no fue mi intención?
-Todavía estoy enojada.- dijo ella y agarro el trapo y comenzó a frotar mi rostro de nuevo. No era tan gentil como antes e hice una mueca pero esta vez ella no se detuvo y yo me reí.
-Una parte de mí quiere decirte que solamente te mande a volar por que no quería que estuvieras parada ahí enfrente de esos idiotas y otra parte de mí me dice que yo soy el idiota. Tiendo a coincidir con la segunda parte.- dije y ella sonrío. -¿De todos modos por qué fuiste a mí? Esa no eres tú. Tú sabes como son esos hijos de puta.
-Nunca me dijiste si nos íbamos a ver después de clases. No quería dejarte esperando.- dijo ella bajito y sentí una aplastante y dolorosa sombra de culpa. Me trague la culpa, la mire y suavemente le sonreí.
-Lo siento.- susurre y ella sonrío de vuelta.
-Suenas tan honesto que tal vez lo considere.- dijo ella y de nuevo reí bajito.
-¿Por qué no estas en la escuela?- le pregunte y ella sacudió sus hombros.
-Estaba tratando de evitarte. Realmente estaba enojada contigo.-dijo y yo sonreí.
-¿Cómo fue que terminaste encontrándome en el bosque?
-estaba tratando de hallar un árbol para dibujar. Estaba de humor para un árbol - dijo ella y yo me encogí de hombros de nuevo. - quería un árbol y quería evitarte a ti. En lugar te halle a ti y no encontré ningún árbol. La ironía. - me reí de nuevo.
-Lamento haber arruinado tus planes.
-No seas ridículo. - termino de limpiar mi cara y paso su dedo índice por mi mejilla derecha y yo deje salir un tembloroso suspiro. Rápidamente busque alguna señal de que hubiera notado mi extraña reacción a su toque, pero ella no se encogió ni nada. Solo se quedo viendo a lo que sea que estaba viendo en mi rostro. Probablemente era mi ojo morado. -¿Duele? - me pregunto y paso la punta de su dedo sobre mi pómulo y me dio un escalofrío.
¿Qué carajos esta mal conmigo?
-Si, pero es soportable. ¿Luce mal? - le pregunte preocupado y ella dejo caer su mano a mi hombro y no creo que lo haya notado.
-No esta tan mal. No te preocupes todavía eres bonito...- estaba bromeando, pero inmediatamente se sonrojo. - Yo... um... uh...
-¿Piensas que soy bonito? - le pregunte con una sonrisa torcida y ella rápidamente removió su mano de mi hombro.
-Yo um...
-Esta bien Hermione, solo estaba jugando- dije y ella sacudió su cabeza con alivio.
-De todos modos ¿a quien le pateaste el trasero? - pregunto y de momento recordé. Recordé pelear con Draco, pero también recordé a su padre.
¿De hecho cómo es que Hugo y la policía nos hallaron?
Le dije a Hermione acerca de la carrera...
Ella no pudo... quiero decir ¿por que lo haría?
Estaba enojada contigo. La humillaste. Tenia que vengarse de ti.
-Um... pelee con un imbécil -murmure, pero decidí probarla. -Peleamos hasta que llegaron los policías. -dije y ella levanto su cabeza.
-Dios mío. ¿Te atraparon? ¡Espero que hayas podido escapar! ¿Lo hiciste? - pregunto Hermione y sonaba genuinamente sincera. La manera en que su frente se arrugaba y se abrían sus ojos, solo me probaba que ella ... era sincera e inocente.
-Lo hice y me arrestaron- dije y ella cubrió su boca con incredulidad. -Um... fui arrestado por tu padre. - ella salto fuera de la cama y aterrizo de pie con un sonoro "thud" y empezó a pasearse alrededor.
-Oh por Dios... oh por Dios... oh por Dios. No, no, no, eso... esto. ¡No! -comenzó a jadear y a pasar sus manos a través de su cabello. -¿Te hizo algo? Dios mío ¿Te dijo algo ofensivo? Lo siento... lo siento si te humillo. Lo siento. ¡Lo siento! - dijo ella quedándose sin aliento. Yo me le quede viendo en shock y siendo sinceros, con tristeza. Hermione conocía a su padre muy bien. Era triste por que lo que era reconocible de el eran puras mierdas. Lo que ella sabia de el y lo que yo había visto y había llegado a notar, era terrible y pesado de llevar. Sacudí mi cabeza. Le tenía que mentir a Hermione. Si le decía la verdad, solamente se torturaría sola.
-¡Herms cálmate! Tu papá no hizo ninguna de esas mierdas. - mentira. El hizo todas esas cosas. - El solo me arresto y me puso en una celda de la cárcel. Eso es todo. - dije tratando de facilitárselo y pareció funcionar un poco. Se sentó de nuevo en su cama, pero no me miro. Parecía tan avergonzada y yo quería hacer o decir algo... y lo hice.
Talle su brazo y ella solo salto un poco, pero hice que me mirara. Sus ojos estaban ojos y su labio inferior estaba siendo castigado por sus dientes. Suspire y me senté un poco mas arriba en la cabecera. Apreté los dientes para aguantar el gruñido que quería escapar de mi garganta. Estaba jodidamente adolorido, pero ella necesitaba un poco de confidencia hacia ella, no a un idiota con su cara machacada.
Gentilmente tome su barbilla y la jale hacía abajo para que así su labio pudiera escapar de su castigo...
-Oye no te castigues por los trastornos mentales de alguien mas. Ni siquiera si ese alguien esta relacionado contigo, tu no eres esa persona. Tu no eres Hugo Granger y solo por esa razón, tu no eres responsable por nada que el diga o haga. Ni siquiera cuando el te hace mierdas a ti. Siempre ten en cuenta eso Hermione. Nunca será tu culpa. - dije y ella miro hacia debajo de nuevo. - Yo se que no soy una buena persona, pero si yo fuera como mi verdadera madre o padre, ahorita estaría tres metros bajo tierra. Estoy jodidamente orgulloso que no soy como ellos y tú también deberías estarlo. Tú, especialmente tú. Y estás equivocada. -suspire y tome una de sus pequeñas manos entre las mías. Ella me miro de nuevo. -El no te arruino. - dejo salir un tembloroso suspiro. -Hermione Granger tu no estas arruinada. Si lo estuvieras no dibujarías tan asombroso, no tendría ese gusto asombroso en música y tienes ese ingenio... lo escondes bien, pero lo tienes. Si estuvieras arruinada yo todavía estaría con la cara en la tierra, con mi roto y patético ser. Pero mírame - dije y ella sonrió. -Estoy siendo curado y estoy seguro que estaré hasta la madre de adolorido los días que vienen, pero al menos tuve a alguien que trato de curarme. Tu no estas arruinada. - repetí y apreté su mano.
-Gracias Ron, no eres tan imbécil. Creo que también me gustas Weasley. -dijo ella con un toque de sarcasmo y yo me reí, ruidosamente esta vez.
A las diez, Hermione me ayudo a llegar a su baño y casi corre fuera de la puerta mientras yo entraba. Me reí bajito. Me lave toda la sangre y el agua caliente se sentía increíble sobre mis adoloridos músculos. Me asegure de no ser muy ruidos con mis gemidos; Hermione pensaría que estaba haciendo otra cosa. Me dejo usar mi vieja camiseta de Radiohead, la cual me quedaba estrecha, pero era eso o una de las viejas camisas de Hugo. Me dejo usar unos pants viejos de ella y eran ajustados, pero no tan ajustados como pensé que serían. Aparentemente, eran los pantalones sueltos favoritos de Hermione.
Después de que me bañe, Herms me trajo sopa. Odio la sopa, es la mas patética excusa de comida. PERO. Casi me vengo en mis estrechos pantalones cuando probé su sopa. Estaba verdaderamente deliciosa y no pude evitar el gemir. Hermione se rio y yo la mire feo lo cual solo la hizo reír mas. Hermione se sentó conmigo mientras comía y vimos la televisión juntos mientras descansábamos en su cama. Me burle de ella cuando tuvo que agarrar sus lentes para ver la TV y ella solo me enseño el dedo.
Ella cambio los canales hasta que los dos coincidimos en ver viejos episodios de "That's 70's Show". Oír a Hermione reír me distraía. Ver a Hermione reírse era demasiado entretenido y encantador que no podía importarme más mi secreta obsesión con Donna y su flameante cabello rojo.
Después de mi tercer plato de sopa y después del tercer capitulo repetido en la TV, empezamos a hablar acerca de diferentes cosas. Había decidido preguntarle a ella que era lo que no había hecho en su vida que pensaba que lo demás ya había hecho.
-Umm, bueno... nunca he ido a un concierto de rock.
-De acuerdo.
-Uh nunca he ido a un centro comercial.
-¿Que?
-Mi mamá me compra toda mi ropa y mi padre dice que el centro comercial es muy caro y que ellos hasta te cobran el caminar dentro.
-¡No es cierto! - dije y ella sacudió su cabeza y levanto su hombros.
-En realidad no me importa. No me gusta comprar. -suspiro.
-Bueno, a mí tampoco... sigue.
-Um nunca he aprendido como andar en bicicleta. Tenia un amigo que trato de enseñarme con su bicicleta, pero tenia muy poca paciencia y yo soy demasiado torpe y desequilibrada así que se rindió. Pero realmente me gustaría andar en una. Pienso que seria divertido. -dijo ella y aunque yo estaba desconcertado por saber que este 'amigo' era un Él, le sonreí a la inocencia de Hermione- Que mas... veamos... um... nunca he ido a nadar.
-¿Qué? Eso es totalmente... te lo estas perdiendo. Yo amo nadar. En serio, te lo pierdes.
-Gracias por recordármelo. -dijo ella con una sonrisa y rodo sus ojos y yo le sonreí de vuelta disculpándome. -no se como nadar. Me gustaría. Luce como si el agua se sintiera bien.
-Tal vez, cuando finalmente haga calor en este pueblo, te llevare al lago que esta por mi casa y te enseñare. -dije y ella sonrió de nuevo.

Y Luego Estas Tu (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora