Y Luego Estas Tu (Romione)

Capitulo 23. El Amor Duele

Capitulo 23. El Amor Duele
Ron: POV

—¿Estás bien? — le pregunte a Hermione mientras la sostenía en mis brazos. Estábamos sentados en su sillón mientras los demás en la sala nos miraban. Antes de que ella me pudiera dejar de nuevo la sacudí y le rogué que se quedara.
Esta vez Hermione se quedo. No se fue a ese lugar en su mente.
Tomo profundas respiraciones tratando de calmarse mientras tallaba sus brazos. Su madre lucia confundida y sabia que no tenia ni idea que Hermione se iba o que estaba tan asustada del monstruo ese con el que se caso. Estaba tan estresado acerca de lo de Hugo y preocupado por Hermione que quería desquitarme con su madre por ser tan estúpida. Quería culpar a alguien y ella parecía la mas apropiada. Pero me controle por que ni Herms la culpaba, ¿quien carajos era yo? Además, mi Hermione justo ahora necesitaba paz.
—¿Donde esta él?—pregunto Hermione y se sintió como un gancho derecho a mis entrañas. Podía decir que ella estaba asustada y deseaba poder hacer algo mas que asegurarle que todo iba a estar bien. La maldita verdad era que no sabia. Abrí mi boca para responderle, pero nada salio. En lugar de eso me voltee y mire al agente Molina quien me asintió.
Él le explico que Hugo había sido visto tratando de tomar un avión a Manchester desde Oxford. Debió de haber visto a los hombres tras de él por que nunca lo abordo y no saben a donde fue. Hermione se tenso en mis brazos mientras el agente Molina le confesaba que lo habían perdido y la sostuve mas fuerte contra mi. Él se fue después de asegurarle a Hermione que ella y su madre estaban a salvo. Hermione comenzó a sollozar en mi pecho. Bese su frente y en un intento de consolarla le susurre que todo iba a estar bien.
¿Por qué la gente hace eso? ¿Por que prometemos que todo va a estar bien si no tenemos ni la mas minima idea de si lo hara?
Lo hara, tú idiota. Si finalmente usas tus putas bolas y te vuelves hombrecito por ella.
—Herms no te preocupes. No dejare que nadie te lastime de nuevo... jamas,— le asegure. Ella no me respondió.
—Si, Herms, no dejaremos que nada te pase,—dijo Viktor sentadose junto a nosotros. Había olvidado que estaba aquí y cuanto me ponía de los nervios. Le rodé los ojos.
Jane hizo la cena, pero nadie tenia hambre. Bueno Viktor, siendo el gigante que es, se comió unas cuantas servidas mientras Hermione y yo nos sentamos en su sillón. Suspire en su cabello. Se sentía tan bien, pero lo mejor de todo, es que ella me estaba dejando y no me estaba alejando.
—¿Crees que él quiere volver aquí? — finalmente me pregunto rompiendo el silencio.
—No lo se Herms. Espero que no. Pero si lo hace, seria un muy estúpido de su parte.
Finalmente se alejo de mi abrazo y me miro a los ojos.
—No me gusta estar asustada Ron,— susurro ella. Acaricie su mejilla y suspire. —A veces duele, ¿sabes? El miedo, duele.
—Lo se,—susurre de vuelta y me incline para besar su mejilla. Ella me sonrió tristemente y miro hacia la cocina. Jane y Viktor estaban ocupados con su propia conversación. —Prometo que no dejare que nada te pase. Es mi trabajo protegerte.
—¿Tu trabajo?
—Es mas como mi deber. No importa lo que pase, estoy aquí. — ella se acurruco de nuevo en mis brazos y beso mi pecho, justo encima de mi corazón. Sentí mi respiración detenerse. Mis ojos se abrieron y mi boca cayo abierta como un maldito tonto. Siempre me atrapaban fuera de guardia cuando Herms me mostraba su afecto. Quiero decir si lo amaba, pero no tenia suficiente de el. Siempre iba demasiado tarde. Cuando me daba cuenta que ella me había besado a mí, sus labios ya no estaban en mi piel. Realmente era cruel; cruel que solo obtenía un poquito de ella. Me hacia tan malditamente feliz cuando ella me besaba en lugar de que yo lo hiciera. Me daba esperanza.
Tal vez ella sentía algo por mí también.
Hermione dejo caer sus brazos alrededor de mí y se sentó cuando Viktor regreso. Lo odie mas. Encendió la TV y sabia que no se iba a ir lo cual me irrito aun mas. Aunque no parecía entender que estaba siendo el maldito mal tercio, lo deje pasar ya que Hermione se reía de sus chistes y comentarios estúpidos de todo lo que veía en la TV. Podía decir que solo lo estaba haciendo para aligerar el ambiente y cerré mi boca.
Hermione lo necesitaba.
Una hora después, Viktor finalmente se fue y Hermione se levanto.
—Voy a dormir un poco,— dijo ella y me miro. Ella quiere que me vaya. No sabia por que esto me molestaba tanto. Era parte de nuestro arreglo, pero quería quedarme con ella. No podía soportar dejarla ahora. Necesitaba estar cerca de ella... siempre.
¿Es eso mucho?
Tal vez, pero me vale mierdas. He esperado tiempo para sentir algún tipo de conexión con otra persona y ahora que la había encontrado a ella, la quería todo el día, todos los días. Quería protegerla y consolarla. Quería hacerla feliz.
¡Que bobo eres Weasley!
De nuevo, no me importa.
Me levante y asentí mientras ella me sonreía tristemente.
—Se que probablemente no estés de humor,— Comencé mientras tomaba sus manos en las mías—Pero te llevare a Oxford mañana.
—¿Que? Ronald, que tal si él esta...
—El no estaría ahí. Además, ¿en serio crees que él intentara algo conmigo ahí? — pregunte ella pestañeo mientras consideraba la idea. —Mira Herms, necesitas esto. Necesitas salir de esta ciudad por un rato y divertirte. Puedo ser divertido. — le sonreí y la jale por un abrazo.
—¿Puedes ser divertido?— pregunto en mi pecho y yo reí.
—¿Lo dudas?
—No, solo que realmente me gusta la idea. Me gusta lo divertido.— bese su frente y si ella no hubiera puesto esas restricciones en el 'departamento de amigos', habría tratado de besarla de nuevo. No habíamos tenido un beso real y estaba empezando a molestarme.
Todo lo que podía hacer era quedarme viendo sus rellenos y deliciosos labios y...
—Largo de aquí Weasley,— interrumpió mis pensamiento. Ella me estaba sonriendo y sabia que me había atrapado.
—Así que eso es un ¿si?— menee mis cejas y ella rio ligeramente. —¿por favor?
—Esta bien, solo no ruegues. Luces como un perro.— me reí y le dí una abrazo mas antes de que me echara de verdad.
—¿Estas segura de que quieres que me vaya?
—Ronald,— murmuro ella.
Me desperté la mañana siguiente con una sonrisa en la cara y prácticamente salte de la cama. Me duche. Cepille mis dientes, trate de arreglar mi cabello, pero eso ¿era una causa perdida. Me vestí con mis mejores ropas, pero luego pensé que era demasiado y Hermione se asustaría. Me puse unos jeans y una chamarra.
Me apresure escaleras abajo y aunque iba con una hora de adelanto, apenas y podía esperar. Antes de irme anoche, Herms y yo habíamos acordado en pasar el día entero afuera. Mientras llegaba a la cocina vi a mamá tarareando mientras hacia el desayuno. Sonreí y me apresura hacia ella. La abrace por atrás y ella jadeo mientras la estrechaba fuertemente. La solté y ella se volteo a verme con una mirada sorprendida en el rostro.
—Buenos días Ron, — dijo ella y me reí por su confusión.
—Buenos días.
—¿Puedo preguntar que esta mal contigo?
—¿Mal?
—Si, ¿ahora das abrazos? Espera, ¿quien es la afortunada?
—Es... mamá no empieces...— no podía engañarla.
—¿Quien es?
—Solo una chica.
—No puede ser solo una chica. Te tiene dando abrazos y con la sonrisa mas grande que he visto en tu rostro. — no me había dado cuenta que estaba sonriendo hasta que ella me lo señalo. Trate de borrarlo de mi rostro, pero no podía. No hoy. Me reí.
—¿No puedo solo darte un abrazo? Me siento realmente mal por como me he comportado estos... um... uh últimos 10 años,— murmure y mamá sonrió. —Lamento haber actuado como un imbécil. Podría decir que lo hacia por atención, pero esa no es excusa.—no tenia ni idea de que demonios estaba haciendo. ¿Estoy disculpándome? Creo que un simple 'lo siento' no es suficiente, pero mamâ sonrió. Tomo mi rostro y beso mi mejilla derecha.
—Te amo hijo.
—Yo también te amo mamá.— susurre y ella envolvió sus bazos alrededor de mí.
—En serio tengo que conocer a esta chica. Le debo mi vida. — contuve los tontos, cursis sentimientos que querían regarse de mis ojos, y actué normal. —¿Es ella la razón por la que estas todo guapo?
—¿Lo notaste? ¿Es demasiado? ¿Luzco como un imbécil?— pregunte preocupado y ella solo se rio.
—Oh Ronald, luces guapo. Es una chica afortunada. No te preocupes, estoy segura que te amara. — no estaba seguro si mamá sabia como deseaba que eso fuera verdad.