Capitulo 10. Ella esta tan enferma

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Capitulo 10. Ella esta tan enferma

Hermione: POV


No sabía que era lo que estaba soñando.


Me gusta.


Algunas veces, los sueños me cazan durante el día. No importaba si era una pesadilla o un sueño bueno, me cazan.


Sorprendentemente los peores sueños son los buenos. Ellos son un recuerdo de lo que pudo haber sido o de lo que una vez fue.


Cuando viviste en paz por un breve momento o viste lo que pudo ser y luego vives en el infierno, es tortura.


Vivir en el infierno duele y quema mientras los crueles recuerdos de amor y paz te sonríen desde lejos. Te saludan y aunque no representan daño alguno, no puedo evitar odiarlos. Preferiría vivir en la ignorancia y no saber lo que vivo, no saber que hay algo mejor ahí afuera.


Si, la vida es mejor con los ojos cerrados. Especialmente, si tus pequeñas esperanzas de algo mejor se desvanecen lejos cada día en el infierno en el que vives.


Mi cuerpo empezó a despertarme. Mis brazos todavía estaban adoloridos... aun y recordándome que todavía estaba viva. Como si necesitara recordatorios. No importa cuantas veces lo haga, cada vez que lo hace duele y lo adolorido esta presente cada mañana.


Suspire todavía adormilada, inhalando esa esencia.


Es patético que hasta en mis sueños, todavía pueda oler a Ronald.


Pero luego, de nuevo, en mis sueños el sagrado aroma de Ronald no esta mezclado con la esencia de la mariguana.


Mierda.


Los repentinos recuerdos de lo que había pasado me despertaron, haciéndome sentarme y que mi corazón se acelerara. Tome un respiro profundo y abrí mis ojos. Lo sentí antes de verlo. Rápidamente me voltee para verlo acostado sobre mi cama, junto a mí, con sus ojos muy abiertos.


¡Sobre mi cama!


—Oh mierda...— grite y el me dio una sonrisa torcida. Toque mi pecho con una mano y trate de controlar mi respiración.


— ¿Estas bien? — pregunto el y su sonrisa desapareció. No le respondi de inmediato y a través de la puerta de vidrio del balcón, me di cuenta que había luz de día y que Ronald seguía en mi habitación.


¡Todavía en mi cuarto y en mi cama!


¿Por qué?


—¿Qué estas todavía haciendo aquí? — pregunte. —¿Qué estas todavía haciendo aquí? — su cara se puso seria.


—Tu... um...— trago saliva. —Tu uh no dejabas ir mi camisa anoche cuando te ayude a acostarte en tu cama. No lo se... pensé que si te jalaba, te asustaría. —dijo suavemente.

Y Luego Estas Tu (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora