Capitulo 26. Un poco locos

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Capitulo 26. Un poco locos
Hermione: POV

Seguía echándole miradas al reloj que colgaba de la pared de los Mclaggen mientras limpiaba los pisos. Realmente me la había pasado viendo ese maldito reloj desde que llegue al trabajo. No podía evitarlo. Simplemente quería salir de aquí y verlo de nuevo.
Ver a Ron.
Pensaba en él cada segundo posible. Alguna veces, cuando mi mente se viajaba al ayudar a los clientes o al pensar en la tarea, siempre algo me recordaba a él y una extraña ola de alegría me invadía.
Desde el momento en que le dije a Ron que seria su novia, me sentí cohibida acerca de todo en mi misma. Me sentí nerviosa cuando me levante la mañana siguiente, pero cuando Ron me saludo en mi puerta, mentalmente me castigue por preocuparme. Veía las cálida sonrisas que me daba y sentía sus ligeras caricias en mis brazos y mejillas y me preguntaba como podía algo como esto dañarme alguna vez. Me hacia sentir maravillosa. Nunca me había sentido 'maravillosa'. Solía ser inexistente en mi vocabulario personal. Pero ahora, por cursi que suene, Ron era todo lo maravilloso en mi vida.
La energía que su mano le daba a la mia mientras la sostenía y la manera en la que caminaba protectivamente a mi lado, me aseguraban que esto era algo bueno. Por primera vez en mucho tiempo, podía decir que era feliz. Aleje todos mis pensamientos negativos y fulmine mis nervios. Me merecía ser feliz.
Él me hacia feliz.
Finalmente el reloj marco mi libertad y me apresure a salir. Me despedí de Cormac y del Sr. Mclaggen quienes me sonrieron y se despidieron de vuelta. Ambos eran bastante amables. El Sr. Mclaggen era un hombre estricto pero tenia un buen corazón. Amaba a Cormac y yo como que lo envidiaba por tener a un padre que se preocupara así. Por supuesto Cormac se quejaba y protestaba a los sermones del Sr. Mclaggen, pero no sabia lo afortunado que era. Él no tenia a nadie que lo mandara al suelo. Él tenia un padre que lo amaba. Yo nunca tendría eso.
Tome mi sweater y esperaba que Ron ya estuviera afuera. No creía poderlo manejarlo mas. Me estaba volviendo un poco necesitada y no me gustaba, pero tener algo bueno cuando la vida no hacho nada mas que darte cosas malas, te vuelve desesperado de proteger lo bueno.
Mientras las puertas de la tienda se abrían, la brisa fresca de la noche decía hola, pero no podía importarme menos. Ron me sonrió mientras salia de su auto y se apresuraba a mi con su chamarra en sus manos. No pude evitar rodarle los ojos, pero contrario a todo, el cálido sentimiento en mi pecho me hizo sonreír.
—Bebé, hace frió,— me dijo y yo suspire por la pista de preocupación en su voz. Me dio un rápido beso en los labios haciendo que mi pobre corazón se acelerara y envolvió la chamarra alrededor de mi. Obviamente era suya ya que olía como él y era demasiado grande para mi, pero rápidamente la estreche mas. —¿Noche larga? — pregunto y yo asentí. —Pobrecita,— me molesto y le dí un juguetón manotazo mientras se reía.
—Simplemente no podía esperar para verte de nuevo,— admití mientras mi estúpido sonrojo causaba que se riera aun mas. Él me jalo hacia su pecho y suspire cómoda, sintiendo sus brazos alrededor de mi cintura.
Estar así con Ron nunca me cansaría. Nunca podría estar mal. Se sentía tan bien.
—Yo tampoco podía esperar para verte amor,— beso el tope de mi cabeza mientras me acurrucaba contra su pecho. Sus brazos me sostenían cerca mientras me envolvía en su calidez. Seria tan fácil perderme en él. Seria tan fácil el darle mi corazón... darle todo a él.
Cuando había seguido adelante con mi decisión y había besado a Ron, temía por lo que eso me traería. Y aun así estos últimos días, había sido tan feliz que me sentía tonta por haber tenido miedo. Sabia que esto era lo que quería y hasta lo que había necesitado.
Necesitaba a Ron.
Aleje mi cabeza y encontré a Ron triste. Trace su mandíbula y sus mejillas con la punta de mis dedos y suavemente bese sus labios.
—¿Que pasa?— él me sonrió tristemente y sacudió su cabeza.
—Solo estoy cansado,— mintió mientras acariciaba amorosamente mi mejilla con sus dedos. — realmente te extrañe. Renuncia a tu trabajo y vive con nosotros. Yo podría cuidar de ti. I'll assemble all the sand that covers wedding beaches so your mom will have a place to stay*— me reí mientras cantaba la ultima parte a propósito.
—Estas loco y deja de robarte las letras de Blue October.— se rió.
—Pero amo esa canción. Podría ser nuestra canción,— suspiro. —Y estoy loco y me pego a ti. Te quiero tener a mi lado todo el tiempo.
—Extraño
—Y un raro,— me aseguro mientras se inclinaba por un beso.
—Me gustas extraño,— dije mientras cerraba la distancia y presionaba mis labios en los suyos. No podía fingir que no sabia lo que estaba haciendo, pero cuando mis labios tocaban los de Ron, dejaba que el sentimiento en mi corazón me dominara y me encontraba a mi misma sin aliento y con la cabeza ligera en cuestión de segundos.
Lo amaba.
—Me gusta que te guste,— susurro él contra mis labios. Se sonrió y estaba apunto de decir lo mucho que si me 'gustaba' él, cuando me beso de nuevo. Paso su lengua por mis labio inferior y me tense. Siempre era sorprendente como parecía que íbamos demasiado lejos, pero abrí mi boca para dejarlo entrar y me recordé por que en un principio realmente me gustaba que Ron me besara de esta manera.
Era increíble.
La manera en que nuestras lenguas lentamente bailaban y los sonidos que salían de él y de mi me volvían loca y hambrienta de mas. Era como si no tuviera suficiente de él. Enterré mis dedos en su cabello y lo jale para profundizar nuestro beso. Él gruño y sus manos me acercaron mas a su cuerpo. —Rayos Herms, es como si no me saciara. Jamas pensé que pudiera ser así, —exhalo pesadamente después de unos cuantos segundos de nuestro beso.
—No digas cosas cursis y besame de nuevo,— lo moleste causando que se riera, pero rápidamente lo silencie con mis labios. Abrí mis labios ya sabiendo que quería que nuestras lenguas comenzaran a bailar de nuevo. Sus manos viajaban por mi cintura mientras profundizaba el beso causando un extraño sentimiento es mi vientre y que una oleada de calor en mi rostro se expandiera hasta el resto de mi cuerpo. Quemaba... de buena manera. De repente se alejo justo cuando el sentimiento había alcanzado un raro, raro lugar.
—Lo siento, amor,— jadeo Ron mientras trataba de recuperar el aliento. Descanse mi frente contra su pecho mientras me sostenía de su sweater como si de ello dependiera mi vida. Parecía no querer calmarme. Sentía como si estuviera en alguna clase de altura y los sentimientos corriendo por mi cuerpo me asustaron mucho.
¿Que carajos fue eso?
¿Estaba yo... excitada?
Santa mierda...
Me dio pánico y me aleje completamente de Ron, pero el tomo mi mano ignorando mi esfuerzo para alejarme de él antes de que fuera tarde.
—Bebé, esta bien. Es mi culpa,— murmuro él.
—No, tú no te forzaste en mi, exactamente,—él se rió mientras todavía trataba de respirar. Me dio un ultimo casto beso en los labios y me llevo al asiento del pasajero.
—Creo que seria mas seguro si te llevo a casa,— suspiro él.
El camino a casa estuvo lleno de canciones de Van Morrison acerca de una chica de ojos café y el silencio de Ronald. Estaba comenzando a preocuparme.
—¿Es algo que hice?— se me salio y Ron rápidamente me miro con confusión.
—No entiendo.
—Te ves preocupado, Ron prometimos ser honestos el uno con el otro y claramente algo te esta molestando.— él suspiro y miro hacia el camino frente a nosotros.
—No te preocupes por mi, amor. Nada puede estar mal contigo a mi lado,— confeso él con un profundo suspiro y tomo mi mano en la suya besándola. —Tú jamas harías algo que me desanime. Es imposible cuando me has llevado tan alto.— reí y me incline para besar su mejilla.
—Tenemos un poeta en el auto,— moleste y el rodó sus ojos.
—Estoy siendo honesto. Tú eres lo mejor que me ha pasado Herms. Solo espero que algún día tú puedas decir lo mismo sobre mi. — estaba hundiéndose otra vez y lo odiaba. Ron no se veía a si mismo claramente. Él no veía lo que yo veía y yo veía que era hermoso. Quería decirle algo, pero nada salio de mi boca. Mis malditos nervios estaban actuando de nuevo. Tenia demasiado de confesar todo de nuevo.
Confesar lo que realmente sentía por él. Tenia miedo de que fuera muy temprano para eso.
—¿Quieres entrar?— pregunte mientras me encaminaba a mi puerta.
—Pero tu mamá-
—Ella esta en el trabajo y no llegara a casa hasta dentro de unas horas.
—Es tarde y mañana tenemos escuela.
—¿Que edad tienes Ron? ¿109?
—Callate y abre la puerta, Dios,— jadee mientras finalmente me las arreglaba para girar mi llave y entrar a mi casa. Estaba a punto de sentarse en mi sillón cuando vio que iba escaleras arriba.
—¿Que estas haciendo?
—Voy a darme un baño rápido. Puedes esperar aquí,— dije con un sonrisa, tratando lo mejor que pude hacerle entender que quería que se quedara. Él me sonrió y se sentó en mi sillón.
Salte a la ducha y me restregue y lave mas rápido que nunca. No quería desperdiciar el poco tiempo que tenia con Ron. Me vestí y cuando abrí la puerta que llevaba a mi habitación, un frió escalofrió me sacudió. Jadee y salte mientras veía una oscura silueta oscura en mi cama en mi oscura habitación. No lo esperaba. Mi corazón comenzó a acelerarse y mi temblor regreso. Ron se levanto y se apresuro a mi, pero era demasiado tarde. Mi cuerpo y mente estaban demasiado asustados. Tome respiraciones profundas para calmarme, pero no estaba funcionando. El lado derecho de mi cuerpo se sacudió apreté mis ojos, esperando que se fuera y mordí mi labio inferior. Solloce mientras el temblor se volvía demasiado poderoso para controlar.
—Mierda, bebé, lo lamento. Solo soy yo.— lo escuche decir pero mi mente no me llevaba a él. Sabia que solo era él, pero la reacción natural de mi cuerpo me llevo. Me sostuve de él y lentamente me las arregle para descansar mi rostro contra su pecho. Otra violenta ola de temblores me recorrió y Ron me sostuvo estrechamente contra su pecho.
—Herms lo lamento.— podía escuchar el dolor en su voz y me odie a mi misma por no ser normal. ¿Por que tenia que asustarme? —Por favor, yo solo... por favor... Dios soy tan idiota. Bebé no te vayas. Quedate conmigo. No vayas a ese lugar. Solo somos tú y yo en nuestro mundo, lo prometo. Te mantendré a salvo. —puso unos cuantos besos castos en mi rostro, pero yo no sentía nada.
Jadee por aire y rece por que se fuera. Ni siquiera sentí cuando Ron me jalo a la cama y me sostuvo en su regazo.
—Esta bien, amor estas a salvo.— beso mi frente mientras me balanceaba es sus brazos mientras tallaba mi espalda. Tome un respiro mas y solloce por que lastimaba mis pulmones.
—¿Qu-qu-que esta ma-mal con-conmigo Ron? — me las arregle para llorar es su pecho. —pensé que se había ido. Creí que era normal de nuevo. Creí que estaba bien. Pero estoy loca,— solloce en su pecho y él beso mi frente de nuevo tratando de confortarme.
—Tú estas bien, bebé y no esta loca. Solo estas un poco asustada y ala defensiva. Es normal después de todo lo que has pasado. No hay nada malo contigo,— suspiro él con dolor y yo aleje mi cabeza para mirarlo.
—Lo lamento,— me atore con mis estúpidas lagrimas. Él frunció sus cejas y gentilmente quito mis lagrimas de mis mejillas con sus largos dedos.
—¿Que es lo que lamentas?— pregunto confundido.
—Lamento no poder ser una novia normal. —suspiro y me jalo a sus pecho de nuevo.
—Amor, no hagas eso. No lo hagas parecer como si fuera tu culpa. Ya te lo he dicho. Tú eres todo para mi. Lo que paso solo fue un malentendido. Soy un idiota, pero creo que ya habíamos estado de acuerdo con eso.
—Todavía soy una completa falla a esto de ser una novia. No se lo que estas pensando. — llore de nuevo, sorbiendo mi nariz.
—Herms, nadie es perfecto en esto de las relaciones, para todo esto solo es que tú me quieres a mi y que yo te quiero a ti. Tú me dejas andar por aquí. Ya eres la mejor novia.
—¿Como lo sabrías? Creí que habías dicho que nunca habías tenido una novia.
—Sabelotodo,— murmuro él causando que sonriera a traves de mis lagrimas. —En serio amor, no te sientas mal. Debí de haber dicho algo para hacerte saber que estaba aquí. Yo soy el que debería de sentirse como mierda. De hecho así me siento.
—Pero ya te has colado a mi habitación muchas veces. no se por que me puse tan mal esta vez— estaba siendo honesta. Probablemente era uno de los peores ataques de pánico que he tenido. No había durando tanto como otros, pero verdaderamente temía que el dolor me sobrepasara.
—Nunca has... ya sabe... por favor no me odies. No te estoy diciendo loca ni nada, pero a veces hablar con alguien puede ayudar. — dijo él nerviosamente. Me moví para sentarme junto a él. Enrede un brazo alrededor del suyo y descanse mi cabeza sobre su hombro.
—¿Como un psicólogo?
—Um, quiero decir podría ser alguien mentalmente capacitado para darte consejo. Haz pasado por cosas fuertes y tal vez esa persona podría decirte como manejarlo. Alguien lo suficientemente maduro podría ayudar. No tu imbécil novio. Dios sabe lo mucho que mi psicólogo me odiaba.
—¿Has hablado con uno?— no podía creer que no sabia esto.
—Si, pero eso fue hace años. Desearía haber hablado con él. Tal ves evita toda la mierda que he hecho. — no respondí. Como que me dolía que no sabia esto. —tal vez solo necesites hablar con alguien. Podría hacerte sentir mejor.
—Bueno, no puedo permitirme esa clase de cosas.
—Podría hacer que mi papá hallara a alguien.
—Ron, no quiero que tu papá sepa que tengo problemas. Además, no creo que me sienta cómoda diciéndole a alguien mis cosas. No todavía,— confesé y sentí sus brazos enredarse alrededor de mi.
—Cuando sea que estés lista, amor,— susurro él contra mi frente antes de besarme gentilmente ahí.
—¿Que mas hay por ahí acerca de ti?— pregunte y él no respondió.—Me refiero a que no tienes que decirme. Solo quiero saber mas de ti. Ya te he dicho que quiero saber todo de ti. Dime acerca de tu pasado. Quiero saber como eras de pequeño y quiero saber lo tonto y hasta lo malo. — lo escuche tomar una respiración profunda.
—Tampoco estoy listo,— susurro él.
—Esta bien,— acorde simplemente.
—¿Herms?
—¿Si? — ligeramente me jalo par poder verlo.
—Si te dijera algunas cosas acerca de mi que estuvieran jodidas y que te hicieran encogerte o jadear, ¿aun así me querrías a tu alrededor? — me pregunto y aun en mi oscura habitación pude ver el dolor en sus ojos. —Entendería si no lo quisieras, pero te juro que el idiota que solía ser, murió. Ese no es quien era yo realmente. Ese idiota que se burlo de ti y se rió cuando Lavender y sus estúpidas amigas se burlaban de ti se fue y nunca regresara. Lo juro,— el respiro y tomo mi mano y la puso justo contra su corazón. —Por favor perdonarme, mi amor. — la cruda honestidad en su voz me suavizo y ni siquiera pude recordar lo que había pasado en el pasado. Sin titubeos, rápidamente puse mis labios contra los suyos. No era tan apasionado como nuestro últimos besos, pero quería mostrarle que no me importaba su pasado. Ni siquiera podía recordar por que tenia que perdonarlo.
—Ya te dije que el pasado esta en el pasado y no me importa nada de eso. Solo quiero saber mas de ti. Ya se que algunas cosas no son bonitas, pero como tú dijiste, no eras tú. Este eres tú y no quiero que te vayas. Te prometo poner al tú real cuando finalmente me digas. Solo quiero saber.
—Yo solo no quiero perderte,—susurro él. —No podría soportarlo.
—No vas a perderme. Ya soy tuya,— susurre contra sus labios y, con sus dos manos, el acerco mi rostro haciendo que nuestros labios se encontraran una vez mas. Nos besamos hasta que era imposible seguir sin aliento y mi rostro termino en su pecho mientras trataba de controlar mi respiración. Esto de quedarme sin aliento me causaría daño cerebral. De alguna a este punto manera no creo que me importara.
—¿Quieres que me vaya?— pregunto él y mi agarre en él se estrecho.
—No, ¿puedes quedarte?
—Puedo enviar unos cuantos mensajes a Ginny y estoy cubierto.
—Bueno, espero que mis almohadas sean lo suficientemente cómodas para ti.
—Carajo si,— se rió él. Suspiro y envolvió sus brazos alrededor de mi un poco mas fuerte. —¿Herms? — pregunto luego de unos cuantos minutos de silencio.
—Hmm.
—¿Estas dormida?
—Si, solo estoy hablando en mi sueño.
—Dios, amo a Hermione sabelotodo,— reí en su pecho.
—¿Que?
—En algún lugar lejos de aquí vi estrellas, estrellas que no pude alcanzar. Era medianoche; un silencioso anochecer cayendo, mas alla del océano**,— dijo él seriamente pero me tomo unos cuantos segundos antes de darme cuenta que era la misma canción de Blue Octuber de hacia un rato y no pude evitar reírme.
—Le voy a enviar a Justin una carta fuertemente escrita y le haré saber que te estas robando sus letras para impresionarme. —él se rió sonoramente, las vibraciones de su pecho haciendo tic tac en mi oído.
—Solo estoy diciendo que deberíamos hacerla nuestra canción.
—¿Donde estamos? ¿en una comedia romántica de los 80's? ¿cursi?
—Herms no odies mi cursilería. Duele. Además ¡necesitamos una canción! ¡Quiero una canción, Herms!
—Bien tú bebé llorón, ¡Sound of Pulling Heaven Down es nuestra canción!—suspire ruidosamente con fingida irritación.
—¡Oh si! Mi chica y yo tenemos una canción,—vitoreo él y yo reí por su entusiasmo.
—Eres un tonto,—bostece.
—Uh. ¿Herms?
—¿Si Ronald?
—I'm reaching farther than I ever have before. Leaving all who broke your heart upon the shore I may be some sort of crazy. We may be some sort of crazy. But I swear on everything I have and more***,— canto bajito y podía escuchar la sonrisa en su voz.
Tararee el resto de la canción con él hasta que me dormí.
Aunque Ron paso toda la noche en mi habitación el resto de la semana estuvo... raro.
El martes, Ron y yo nos escapamos de las miradas y comentarios y nos sentamos afuera a almorzar. Pero el resto de la semana fue lluvia y mas lluvia en Londres así que tuvimos que soportar el infierno que es la cafetería. No era como si el almuerzo fuera la única ocasión en la que nos fulminaban con la mirada o que hablaban de nosotros. El miércoles, Lavender, con lagrimas en los ojos, se acerco a mi y me amenazo si no dejaba a Ron. Por suerte no me asuste después de que se acercara a mi, Ginny y Luna se pararon frente a ella y amenazaron patear su trasero. Era abrumador tener personas que te defendieran. Me hice una meta de dejar que Ginny y Luna entraran mas a mi vida.
El jueves, recibí una molesta-bueno no tan molesta- llamada de Viktor. Protestando que nunca lo iba a visitar. Le dí una patética escusa sobre la tarea y el trabajo, y rápidamente me sentí culpable por no decirle acerca de Ron. Prometí salir con Viktor el viernes y cuando le dije a Ron, todo lo que conseguí fue un "mierda" y un pesado suspiro. No lucia muy feliz, pero podía decir que estaba conteniendo su irritación. Fallo horriblemente, pero le agradecí que tratara.
El viernes, vi a Fleur en el pasillo en los brazos de Lavender mientras sollozaba inconsolablemente. Lucia desastrosa con mascara corriendo por sus mejillas y sombras bajos sus ojos. Podría sentirme mal por ella, pero no lo hice. Me pregunte que la tenia tan alterada, pero antes de que pudiera pensar algo mas, ella me atrapo mirando. Violentamente se alejo de Lavender y comenzó a caminar hacia mi. La determinada ira dándole poder a su mirada me hizo saltar. Antes de que ella pudiera decir o hacer algo, Ron apareció, envolvió un brazo alrededor de mi y me acompaño a mi siguiente clase. Escuche a Fleur escupir algunas profanidades e Ron y a mi, pero realmente no entendí porque.
En el almuerzo Fleur se sentó con Lavender y el resto de la banda de zorras, pero no estaba Bill. Cuando le pregunte a Ron donde estaba, él solo suspiro y dijo algo sobre él estando enfermo.
Claramente pasaba algo. Pero no lo presione.
—No puedo creer que vas a pasar un viernes por la noche en La Push, — suspiro Ron mientras me llevaba a casa.
—Ron, no me hagas esto. Sabes lo mucho que Viktor y yo nos queremos como hermanos. Además no lo he visto en siglos y solo vamos a cenar con su papá. Tú puedes salir con Harry o con Bill. Solo el otro día me estabas diciendo que no habían tenido su tiempo de chicos.
—Supongo,— murmuro él mientras estacionaba en mi entrada.
—Debe de estar aquí en cualquier momento.
—Lo se, — suspiro y apago el auto. —Herms, necesito hablar contigo— tomo un respiro.
—No hables así.— él rió.
—Solo iba a pedirte otra cita. Dejame llevarte a algún lugar mañana.
—Hmm ¿esta bien?
—¿Esta bien? ¿eso es todo?
—Oh Dios, si mi amado novio.
—Así esta mejor,— me molesto. Beso mi mano y se inclino hacia adelante para besar mis labios lo cual gustosamente deje que hiciera. —Te extrañare,— susurro él y me beso de nuevo. El sonido de un motor nos alejo. Él suspiro ruidosamente, salio del auto y rápidamente camino para abrir mi puerta.
Tomo mi mano y me llevo al auto de Viktor con expresión presumida en su rostro. Sabia que Viktor tenia que saber, pero no pensé que fuera de esta manera. Ron camino con un poco de actitud en sus pasos y mientras Viktor salia de su auto, Ron me jalo para besarme, pero me aleje.
—¡No hagas esto Ron!— le susurre enojada.
—¿Hacer que?
—Tratar de mostrarme y probarle un punto a Viktor. Estas actuando como un idi-
—Lo siento, amor. — rápidamente soltó mi mano. —Supongo que puedo estar un poco... um... uh...
—No tienes por que estar celoso.
—¡No lo estoy!
—Seguro...— suspire mientras el reía, me dio un rápido beso mientras Viktor llegaba a nosotros.
—Um, hey Herms...— dijo Viktor confundido y nerviosamente le sonreí.
—Viktor ¿recuerdas a Ron?
—Seguro ¿como podría olvidarlo?— Viktor solo fulmino a Ronald con la mirada quien lo estaba fulminando de vuelta. Le dí a Ron un beso de despedida en la mejilla, pero estaba demasiado ocupado advirtiendo silenciosamente a Viktor. Suspire ruidosamente y camine hacia el lado del pasajero.
—Te vere mañana, Ron,— dije y el solo asintió mientras Viktor caminaba hacia el lado del pasajero.
—Si Ron, ¡ten una buena noche!—grito Viktor mientras se metía en su pequeño auto- —¿Que? —rodé mis ojos y no le dije nada mientras ponía en marcha el auto. —¿Asiiii que besuqueandote con Ronald?
—Viktor, tú siempre sabes como comenzar una conversación.— gruñí.
—Hey, tu te echaste esto encima. No le dijiste a tu mejor amigo eso de ser la novia del emo-
—Ron no es emo,—lo corte,— y si Viktor soy su novia. Ahí esta mejor amigo, ahora callate.— no pensé que Viktor se lo tomara en serio, pero no dijo ni una palabra por el resto del camino a su casa en lugar de eso dejo que la radio llenara el silencio.
—¿Realmente eres su novia?— casi había olvidado que le había dicho, pero Viktor sonaba tan serio cuando llegamos a su casa.
—Si, ¿te molesta?
—Um... hablaremos de esto luego,— dijo el mientras veía su casa. Note que una camioneta que no había visto antes. —Como que invite una chica a la cena. Se que se suponía que seriamos tú y yo, pero um uh ella uh... um uh...
—¡Viktor ya escupelo!
—Ella se ha vuelto parte importante de mi y quiere bueno... conocerte oficialmente a mi mejor amiga.
—Wow Viktor, no puedo decir que me esperaba esto. Estoy feliz que tienes a alguien 'como que importante' ¿así que como paso?— era toda sonrisas y estaba verdaderamente feliz por Viktor. Finalmente tenia a una chica y parecía hacerlo feliz.
—Realmente es tu culpa,— dijo él y con eso salto fuera del auto.
—¿Que?
—Ya lo veras,— suspiro él y me guió a su casa.
Mientras abría la puerta de su casa, fui asaltada por el aroma de salsa de tomate y pasta hirviendo.
El spaghetti del Sr Krum.
Sonreí mientras los viejos recuerdos de los pocos buenos momentos de mi infancia se apresuraban a mi mente. Viktor tomo mi mano y me detuvo antes de que pudiera llegar a la cocina.
—Solo no cuestiones nada enfrente de ella o le hagas preguntas sobre de su vida personal, ¿esta bien?
—Seguro Viktor, sabes que no soy así.— estaba realmente empezando a asustarme. ¿Quien era la chica misteriosa?
Finalmente Viktor me llevo a la cocina donde mis ojos cayeron en una chica que definitivamente no me esperaba.
Kelly.
—¡Hermione!— grito el Sr Krum mientras rodaba su silla hacia mi. Le dí un abrazo mientras me le quedaba viendo a Kelly, quien nerviosamente jugaba con el dobladillo de su camiseta.
—Hey Kelly,— dije. Tímidamente me sonrió y yo solo asentí. Viktor rápidamente nos pidió que nos sentáramos, supongo que tratando de evitar la incomodidad.
Comimos nuestros tazones de spaguettis mientras Viktor y el Sr Krum nos contaban historias de sus viajes alrededor y como Londres y Bulgaria son tan diferentes. Me reí del usual sentido del humor de Viktor mientras Kelly solo sonreía. Ella no era la misma chica que solía andar con nosotros cuando era joven. Ya no bromeaba como Viktor una pequeña chispa faltaba en sus iris negros. Ella no dijo nada y evito mirar hacia arriba. Ella solo miraba a Viktor.
Bueno eso es mucho para conectarme con la novia de Viktor.
Kelly se despidió de todos mientras tomaba su abrigo. Abrazo a el Sr Krum
y me sorprendió cuando hizo lo mismo conmigo.
—Fue lindo verte de nuevo Hermione. Viktor y yo te extrañamos todos estos años. Lamento si parezco una chica diferente, pero aun soy aquella chica que pateo el trasero de Paul por que te avento al lodo cuando teníamos ocho,— dijo ella y no pude evitar soltar unas risitas.
—Por cierto gracias por eso,— pude oír la sonrisa honesta en mi voz mientras ella solo asentía.
—Cualquier día.
Viktor me llevo de regreso a casa con una suave sonrisa en su rostro.
—¿Así que es mi culpa? — le pregunte y el solo asintió. —Kelly es dulce, pero por que si debo preguntar. La ultima vez que te vi, no había nada mas que desagrado por ella. —el tomo una respiración profunda.
—Tú me dijiste que tal vez solo necesitaba a alguien. Bueno, decidí ser yo ese alguien y como que en serio me agrada ella. Creo que siempre me agrado. Solo que me acabo de dar cuenta. Estoy agradecido que lo hice. Ella realmente necesitaba a alguien que estuviera ahí para ella.
—¿Que le paso?
—No es mi historia para contar. Lo lamento Herms.
—Esta bien. Solo se bueno con ella o te empujare a un charco de lodo.— el se rió.
—Me portare de lo mejor.
Finalmente llegamos a mi casa y nos quedamos en su auto por unos cuantos minutos, solo disfrutando mientras la música sonaba ligeramente en su auto.
—¿Así que Ronald Weasley eeh?
—Si, Ronald Weasley.—el resoplo y cambio de lugar en su asiento. Podía decir que estaba incomodo. —¿Pasa algo malo Ron? Realmente estas empezando a ponerme de los nervios.
—Herms, ¡sabes que te amo como a una hermana! Me siento como un protectivo hermano mayor y no puedo evitarlo.
—Viktor ya lo se.
—Ese no es el punto y lo sabes.
—Bien, — suspire.
—Siempre desde que nos conocemos he tratado lo mejor que puedo protegerte y tal vez haya fallado una vez, pero no dejare que pase de nuevo.
—¿De que estas hablando?— Viktor realmente estaba empezando a preocuparme. Podía decir que quería decirme algo, pero no estaba seguro de si debía. —Solo dime, Viktor.
—Prometes que no me odiaras.
—Si,— susurre casi demasiado asustada para oír el resto.
—Bueno, le dije a Kelly que no me agradaba el tipo que claramente andaba tras de ti. Ella me pregunto por que y le dije acerca de que el me daba una mala vibra. Luego le dije que lo había visto antes pero que no lograba recordar donde. Pero ella lo supo justo después de que le dije su nombre y entonces todo regreso a mi. Ahora lo recuerdo,— dijo el preocupadamente.
—Solo dilo. Por favor Viktor...— el trago saliva y aclaro su garganta.
—¿Recuerdas cuando tenia trece y vine de visita por una semana?
—Si.
—¿Recuerdas que te dije que no podía juntarme con Paul?
—Si.
—Bueno mi papá no me quería alrededor de él, por que lo atrapo con hierba y cocaína. Paul solo estaba siendo estúpido y ha estado limpio desde entonces. Su papá le pateo el trasero, pero esa no es mi preocupación.
—¿Entonces que es?
—Yo se de donde consiguió el esas cosas. Todos fuimos a una fiesta. Era una mierda horrible. Las personas estaban hasta el carajo. Paul y Cody, el hermano menor de Kelly, conocían a este tipo de Londres que les podía conseguir marihuana y cocaína barata. Fui con ellos a encontrarnos con este tipo y yo creí que iba a encontrarme con un perdedor de mediana edad que fallo en su vida así que quería arruinar chicos, pero no. Era un adolescente, como nosotros vendiendo eso y besuqueandose con una chica mientras luciendo el mismo bastante drogado. Lucia como el jodido infierno.
—¿Viktor?— pregunte nerviosamente. Realmente no quería saber quien era este tipo. Diganme estúpida, pero no quería oírlo.
—Era Ronald, Herms. Era él. De ahí era de donde lo recordaba,— no dije nada. Me habría esperado una historia horrible de parte de Ronald, pero obviamente no estaba preparada para escucharla de parte de Viktor o que fuera así de mala. —Herms, lo lamento decírtelo. Quiero decir que no quería por que no pensé que fuera de mi incumbencia lo idiota que fue o que es, pero ahora tiene que ver contigo, te voy a decir todo para que puedas cuidarte.
No sabia si estaba respirando. Podía sentir mis corazón latiendo en mi garganta. No sabia por que me afectaba tanto. Tal vez saber que el chico al cual le dí mi corazón había hecho cosas malas y asquerosas me preocupaba. Pero verdaderamente también me sentía engañada. Era como si realmente no lo conociera.
De repente la voz de Ronald se reprodujo en mi cabeza. Sus palabras, sus ruegos, todos prometiendo que el Ron real era el que yo conocía y no el que era antes de que él y yo... no el que me molestaba, no el que se beso con Lavender y no el que le vendió drogas a Paul. Ese no era él. Me sentía horrible. Mis pensamientos lo estaban traicionando. Le había prometido que entendería y no juzgaría su pasado, pero aquí estaba yo enojada porque...
—Herms ¿estas bien?— me pregunto Viktor preocupado y yo solo sacudí mi cabeza.
—No importa,— susurre.
—¿Que?
—No importa lo que hizo. — Viktor me miro como si no me conociera. Sacudió su cabeza y golpeo el volante del auto.
—¿Que carajos Hermione? ¡ese idiota es un criminal!
—Él solo era un chico estúpido.
—Hermione, yo era un chico estúpido,— me escupió enojado. —He robado mierdas, mentido y me he metido en una o dos peleas, por que era un chico estúpido. Ronald...— resoplo. —Ronald es otra historia. Es un malvado imbécil y un pedazo de basura que no te merece.
—¡Tú ni siquiera lo conoces!— escupí. No podía creer que de hecho estaba gritándole a mi mejor amigo.
—¿Y tu si? No me vengas con mierdas Hermione. Él es un perdedor...
—¡No hables de él de ese modo! — podía sentir mi corazón latir contra mi pecho. No entendía por que las suposiciones de Viktor sobre Ronald me enojaban tanto. —Ya te he dicho que no lo conoces. Tú no lo conoces como yo lo hago. El ya no es ese chico. Así que deten esto Viktor.
—¡No puedo cuando tú estas siendo tan testaruda!
—Estoy siendo realista. Me estas insultando a mi insultándolo a él.
—¿Como es eso?
—Estas asumiendo ¡que soy lo suficientemente estúpida para enamorarme de un chico malo! Y también estas insultando a la persona que amo.— había dejado mi boca antes de que lo hubiera decidido.
Amaba a Ronald.
Lo amo. ¡Estoy enamorada de él! Me golpeo en ese momento. ¿Por que mas ignoraría todas sus faltas y errores? Si él estaba dispuesto a aceptarme con mis propios defectos, yo lo aceptaba. Aceptaba quien había sido en el pasado y quien era ahora, por que lo amaba. La razón que por la que lo necesitaba tanto finalmente me llego.
Me enamore del chico que me compro mi primera Cajita Feliz, que me compro un celular en caso de emergencias, curo mis golpes, sacudió mis lagrimas, se quedo conmigo por que tenia miedo de que me dejaran sola, el que reporto a mi padre a las autoridades y mas importante, el chico que se volvió mi consuelo.
—Lo amo,— susurre, realmente para mi misma. Pelee las lagrimas, pero no tenia punto. —Lo amo Viktor y si no puedes aceptar eso, entonces me estas lastimando.— el suspiro ruidosamente y sacudió su cabeza.
—¡Estas un poco loca! Pero bueno felicidades. No dejes que yo me interponga. Solo quiero que sepas que todavía soy tu amigo aun después de que él me de la razón y haga algo estúpido. — no le respondí en lugar de eso salí de su auto azotando la puerta tras de mi.
No dormí.
Bueno, no puedo recordar la ultima vez que había tenido una buena noche de sueño, pero usualmente no dormía debido al miedo o a mi estúpida paranoia. Pero esta vez, ¿no dormí por culpa del amor?
¿El jodido amor?
Me encontré a mi misma rodando en la cama, tratando de entender que es lo que implicaba esto en realidad. Luego me dí cuenta que termine pensando en él y extrañándolo y me sentía con ganas de golpearme a mi misma. No podía creer que esto me estaba pasando a mi. ¿Amor? Luego me pase el resto de la noche sonriendo y chillando en mi almohada como un niña pequeña. De vez en cuando, me preocupaba por Viktor y esperaba que no me odiara, pero lo superaría.
Pero luego las cosas que me dijo...
¿En verdad Ron hizo esas cosas? ¿Que es lo que significa ahora para el Ron que conozco? Sentía que debería de haber sabido estas cosas. Amaba a alguien a quien no conocía completamente, quien tenia un jodido pasado. No podía dejarlo pasar. Aunque, sabia que estas cosas no cambiaban mis sentimientos por él, aun me inquietaban. Sabia que no tenia nada de sentido, pero no podía controlar mi estúpidos pensamientos.
Me desperté después de tres horas de sueño y gruñí por el dolor en mi cuello. Mamá me hizo el desayuno antes del trabajo y me prometió hacer la cena. Mamá estaba actuando un poco mas feliz y no pude evitar preguntarme si iba a ver a Phil luego.
El trabajo estuvo largo. Cormac estaba de mal humor y no quería hablar con nadie, lo que lo hizo aun mas largo y no podía espera a que terminara ya. Ron había aceptado recogerme el día antes, pero mi epifanía de amor me había puesto muy nerviosa aun para mirarlo a la cara.
—Hey— me saludo mientras caminaba hacia él; mas bien corría hacia sus brazos. De repente mis nervios desaparecieron y la única cosa que importaba era que el estaba aquí. Una sonrisa de él y una palabra de su conmovedora voz, me hizo perder todo el miedo. El se rió mientras me agarraba de su camisa como si mi vida dependiera de ello y enterré mi cara en su cuello. Él sonaba y olía como el cielo. Viktor tenia que estar equivocado. Ronald es lo mas lejano a malvado. Él es celestial. Él es mi cielo. —Te extrañe mucho amor. ¿Tú me extrañaste? ¿Ese perro te trato bien? —gruñi y me aleje. —Te hizo enojar ¿verdad? Voy a ...
—Ron solo sacame de aquí. Llevame a cualquier lugar contigo. — el me beso tiernamente y sonrió contra mis labios. El azul de sus ojos me hicieron suspirar mientras se quedaba viendo los mios. Sonreí, finalmente reconociendo el sentimiento en mi pecho.
—"The world is ending there's a party by the bay. I'll wear my suit and tie, we're eye to eye, toasting to the way you put that smile upon my face...yeah. Fill up the air balloon and ride with me,**** — el me canto suavemente y puso unos cuantos besos mas en mis labios mientras acariciaba mis mejillas con sus pulgares.
—Debería de llevarme de paseo en un globo aerostático sobre Londres cuando el mundo acabe.—él se rió y asintió conforme. —Amo nuestra canción,— susurre mientras profundizaba nuestro ultimo beso antes de dejar la tienda de Mclaggen.
Si amaba que nuestra canción fuera acerca de un romántico paseo en globo y hablar de como pasaríamos cada ultimo momento enamorados mientras el mundo acaba y no importándote que esta acabando. No importa que el mundo termine cuando estas tan contento, en paz y enamorado. ¿A quien le importa lo que pase? Nos teníamos el uno al otro hasta el final.
Diganme loca, pero...
Como amaba eso.
Y lo amaba a él.  


Y Luego Estas Tu (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora