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Dicen que cuando las acciones de alguien comienzan a ser importantes, es porque esa persona es importante para ti de alguna manera, entonces si seguimos esa lógica.

—General Min —

—Creo que he sido, algo injusto contigo, desde tu llegada la guarida ha funcionado mejor, todos parecen más felices y este lugar — mirando el invernadero de Jin —tiene cada día más vida, gracias a ti — mirándolo, mirada que Jimin no pudo sostener, Suga lo ponía nervioso.

—Solo hago lo que Jin hizo por mí —jugando con sus manos —por, salvarme, por eso yo quiero salvar lo que es importante para él —asintió.

—Le tienes cariño —

—Mi corazón se siente cómodo cuando él está a mi lado, puedo contarle lo que me pasa sin que me juzgue, sin que me mire diferente, y su sonrisa es linda —lo supo el pequeño gustaba de su amigo de esa forma especial —Aunque, últimamente, mi corazón está extraño —quería mirarlo, pero sabía que si lo hacía tendría aquel problema que dolía, así que luchó contra el mismo para mantener la mirada en cualquier punto, menos en el lindo perfil de Yoongi.

—Ya veo — busco la mirada del pequeño, pero como se había dado el último tiempo, este la evitaba —bien, ya me voy a descargar —

—Si yo, yo también ya me voy — dio un paso, pero al estar nervioso se tropezó con sus propios pies, trastabillando y por ende chocando con el mayor que lo sostuvo entre sus brazos.

—¡Cuidado! — y por primera vez, logro ver los ojitos del rosado a detalle, ya que este levantó la vista, eran como gemas, azulinas, con un toque verdoso, hermosos en verdad —¿estás bien? —y esta vez no fue su entrepierna la que sintió aquel tirón, fue su corazón, ese que salto tan fuerte que temió que saliera de su pecho.

Suga vio esas lindas mejillas volverse rojas y esa expresión de asombro tan adorable, ese aroma cítrico dulce, calar profundo en su nariz y la tibieza ajena, sonrió, causando un efecto de pánico en el menor que se separó rápido y antes de escuchar o decir algo, salió corriendo.

—¡Jimin!- no le dio tiempo ni a decir algo más, lo vio perderse en los pasillos, notando como la ausencia de lo que era ese ser, causaba en él —lindo — susurro, antes de comenzar su camino a su propio cuarto.

Los días siguientes fueron aún peor para el mayor, si antes Jimin buscaba de forma algo disimulada no estar junto a él, ahora lo hacía a postas, salía y huía sin decir nada cuando él aparecía, no comía con el grupo como lo había estado haciendo, sino que en su celda, pasaba todo su tiempo en las instalaciones más lejanas junto con Jin o Moon, y por nada del universo cruzarse con él en los pasillos.

Sentir su corazón así, le había dado pavor, y luego de hablarlo con Jin, este le dijo que mejor evitará todo contacto, con Suga, ya que hacer más grande aquel sentimiento sería doloroso para el pequeño rosado, el mayor jamás lo vería de esa forma, así que para que lastimase así.

Y si bien a Yoongi la situación le crispaba, no hizo más, al rosado le gustaba Jin, según sus conclusiones y en parte era mejor así, mantener lejos a quien tierno y todo seguía siendo su enemigo, así que dejó que las cosas siguieran su ritmo.

—¿Qué piensas? —

—No sé, hasta hace meses los niveles eran muy altos, y ahora están casi al mínimo —

—¿La pregunta es por qué, Hoseok, que es lo que está haciendo que los niveles tóxicos de la atmósfera bajen? —

—Esa es la duda Moon, a este paso en unos meses la atmósfera será respirable otra vez —

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