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—Tae, quiero que me prometas algo... —mirando serio al mayor, que solo asintió —si las cosas se ponen mal y ves que Suga y los demás humanos están en peligro —Pasó saliva —prométeme que los salvarás, aun si eso signifique que tengas que, sacrificarme — lo miró interrogante, cuestionando un poco ese aprecio que el rosado sentía por los humanos ese que lo hacía poner hasta su existencia en peligro por ellos.
—Lo haré —
Cayeron los dos al suelo, mientras Prm lanzaba otro rayo, teniendo que rodar a lados contrarios para evitarlo.
— Suga! —grito Hobi con su arma ya en mano.
—¡No falles Hobi! —
—Sabes que jamás lo hago — acomodándose, para tener al naranjo en la mira.
Jimin miró de reojo al grupo, y suspiró, sabía que su pareja se enfadaría con él, por lo que haría, pero verlo morir sería peor aún, se levantó rápido y de su bolsillo sacó un objeto al cual apretó un poco dando un pitido sutil.
—Perdón — susurro, Suga lo vio correr, y creyendo que este buscaría refugio a su lado, se levantó, dispuesto a ir por él, pero grande fue su sorpresa al darse cuenta de que era todo lo contrario, el menor lanzo el objeto mismo que explotó de forma silenciosa frente al grupo, lanzando una red, que los cubrió, era un escudo.
— Jimin — vio la dulce sonrisa del rosado y su pecho se apretó — qué haces... —giro volviendo su atención a Prm, ahora podía luchar tranquilo, en especial cuando vio a los robots, llegar y ponerse también a modo de escudo frente al grupo, Tae sonrió.
—¡Listo! — grito mirando al rosado que por primera vez mostró una mueca distinta a la tierna de siempre, más confiada.
—Claro que sí —hizo sonar sus dedos, y movió su cuello, esto sería difícil, pero al mismo tiempo se le hacía excitante de formas que no pensó posible — más que nunca —
Suga y los demás trataron de salir de su posición, pero la red no se los permitió, estaban encerrados aunque también seguros.
—Suga, ese pequeño hizo lo que supongo ... — a Jin, le bastó solo ver la mirada de su amigo para saber qué debía hacer silencio — esto le saldrá caro — murmuró.
Lo vio caminar a paso seguro hasta quedar frente al naranjo que también noto el cambio, apuntando su arma.
—A ver que eres capaz de hacer, Jimin —de, debajo de sus mangas salieron dos bastones de metal retráctiles, mismos que había creado días antes, su cabello se volvió de poco más rosado, respiro profundo, y cuando escucho el "clic" se movió tal ágil y rápido como sus sentidos le permitieron.
—Demonios — susurró Kook.
Llegó junto a Prm, quien también sorprendido, tuvo solo dos segundos para reaccionar y quitarse antes que uno de los bastones le diera con todo en el rostro, aunque claro, al hacerlo olvidó que Tae también estaba en la jugada, apareciendo tras él, buscando tocarlo.
—Buen intento, ¡pero no es suficiente!-
—Estamos empezando —hablo Tae — no te confíes — mirando tras la espalda del naranjo, donde Jimin nuevamente buscaba golpearlo, fallando solo por un segundo, Prm era rápido como Tae, había mencionado los de última generación eran más fuertes, apretó los bastones y nuevamente busco golpearlo, enfrascaandose en una lucha que a los ojos de los humanos era irreal.
—¡Maldita sea, tenemos que ayudar!—Nam miro a Kook para después hacerlo con Suga, estaba furioso y preocupado, eso era palpable.
Volvió su vista al rosado y azul, mismos que se movían por el lugar buscando siempre evitar que la pelea llegará a su posición, ellos los estaban protegiendo a pesar de lo fuerte de la lucha.
—Lo sé, pero esto no se quita, además que dudo los robots nos permitan hacer algo —Kook vio a su alrededor, para después fijar su mirada en Jin y Suga —por ahora no nos queda más que confía en ellos —
—¡Jimin! — los ojos de todos se fueron sobre el, al verlo volar por los aires para caer fuerte al suelo.
—¿No eres tan fuerte ahora verdad? —dijo Prm mirándolo, sonriendo prepotente, aunque la misma se desvaneció al notar como el menor limpiaba la sangre que brotaba de la comisura de su boca, y sonreía.
—¿Qué aburrido habría sido, si lo fuera, no crees? —recargo su arma, y apuntó directo al rosado, pero Tae llegó a su lado, logrando esta vez tocarlo un poco, durmiendo su brazo derecho, descuidándose un segundo, mismo que Jimin uso para darle con todo lo que tenía, el sonido fue estruendoso tanto como el del golpe, como el de la caída del naranjo al suelo, luego de dar varios tumbos, soltando al fin el arma.
—Tenías razón Suga, ese chico es todo menos débil — dijo Nam, con la admiración brotando en su mirada.
El mayor solo sonrió ladino, claro que no lo era, eso bien lo sabían él y todos en la guarida.
—Son unos ...— quería decir algo, pero Bloend no tenía palabrotas — me las pagarán — se levantó y escupió la sangre que se había acumulado en su boca.
—Uno más y es nuestro, Jimin —asintió, sin mirar a Azul.
Nuevamente, dio un paso para un segundo, después estar codo a codo peleando con el naranjo que aun con un solo brazo era muy hábil, Tae se metió en medio.
Se dieron con todo, mientras los humanos solamente podían esperar pacientes el final de aquello, ya que por más que trataron de romper la barrera no pudieron.
Nuevamente, un golpe en el estómago de Jimin lo dejó en el suelo cerca de donde los demás estaban mientras Tae, aguantaba como podía, por primera vez ser un, Tata no le estaba sirviendo de nada, algo que lo estaba frustrando.
—¡Jimin, sácanos de aquí, déjanos ayudarte! — grito Kook, pero el rosado negó, fijando sus ojos en quien aguantaba como podía la rabia y la preocupación
—Ahí es, están seguros — trató de ponerse de pie, pero las fuerzas ya se estaban acabando, quedando de rodillas en el suelo.
—No seas terco, sabemos defendernos, no somos una carga, podemos... —
— Yo tampoco quiero serlo Kook, por eso necesito que se queden allí y me dejen cuidarlos, así como ustedes lo han hecho conmigo — Suga apretó los puños y pasó saliva.
—¿Jimin que tan fuerte es esta cosa? — miró a Jin — si te queda otra deberías probar con él, no crees —y los ojitos del rosado brillaron, no lo había pensado, metió la mano en su bolsillo sacando una esfera más.
— ¡Gracias Jin! — se levantó con cuidado logrando esta vez ponerse de pie, dio una última mirada a su pareja, quien solo asintió, su ánimo silencioso.
Vio a Tae volver a caer, para después mirar a Prm.
—Vamos, ¿eso es todo lo que tienen? — respiro profundo y luego del primer paso, se fue directo a tratar de darle un golpe, y si bien fallo, eso le dio el segundo que necesito para activar la red, esa que se desplegó sobre el naranjo — que es esto? —
—Bien pensado Jimin —
— Jin me dio la idea — trato de cortarla, pero esta no se rompió, con una arma le disparó, pero tampoco se dio.
—¿Cómo tienes algo así? —
—Te diré algo —comienzo Tae — Jimin no es como el común de nuestra raza, él no tiene solo un propósito —el naranjo lo miro — Jimin repara y genera a voluntad — los ojitos de Prm se abrieron a tope, llego a su lado, y gracias a los grilletes la red se abrió solo lo justo para que Tae metiera su mano —él sera nuestra nueva madre — susurro antes de tocarlo y dejarlo en el suelo inconsciente, dando así por ganada su primera pelea contra Bloend, aunque claro no fue el único en caer.
—Jimin!—el rosado también tocó el suelo, por el cansancio.
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.My Home.
FantasyUna flor fue la causante de su curiosidad, y una mirada fue la que causo que a su vida llegara eso que decían se llamaba amor,luchando por reparar eso que él quería llamar .Mi Hogar.