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Llego a las coordenadas que Tae había dejado en su último reporte, notando el gran estadio y como de dentro salió un peculiar aroma, dulce y fresco, se adentró un poco más, viendo los robots caminar a paso lento, cuando al fin llego al final de aquel destruido pasillo abrió la boca casi a tope.

—Pero que... — era un bosque, lleno de esas cosas que los humanos llamaban árboles, algunos ya con frutos en sus follajes, siendo los robots los encargados de cortar y recolectarlos, para después llevarlos a un lugar donde otro robot lo cargaba y salía a algún lugar, más especifico la guarida —como se nos pudo pasar esto —levantó la manga de su traje y apuntó su reloj, tratando de tomar imágenes, pero el aparato no respondía, algo interfería con la señal— ya veo —

Entendió rápido que este lugar no estaba hecho al azar, estaba protegido, siendo Jimin quien posiblemente había creado un campo que ocultara los árboles y mal funcionamiento de los robots.

Sigiloso, busco llegar más cerca, pero uno de los drones lo detecto disparando la alarma, haciendo a todos los robots, mirarlo, ellos tenían su orden, atrapar a cualquier hijo de Bloend.

Cuando la alarma resonó en la guarida, el primero en correr fue Jimin, llegó a la máquina y leyó el reporte que el robot le había mandado, el intruso había llegado al bosque, y ellos estaban luchando para atraparlo.

—¿Es él? — preguntó Tae al verlo serio, mirando aquella pantalla, el menor asintió.

—Jimin qué ocurre? — miro al mayor y mordió su labio —Bloend? —

—Él está en el bosque —Nam y Kook también llegaron al oír el revuelo — los robots están tratando de capturarlo... —

— ¿Otro de ustedes? — intervino Nam, Jimin, asintió.

—Debemos ir — Suga miro a Tae.

—Prepara un escuadrón— Mirando a Hobi, que también había llegado —saldremos lo antes posible... —

— Esto es algo que Jimin debe hacer, no tú u otro humano — mirando a Nam y Kook — sus armas son inútiles contra nosotros —

—No lo fueron cuando maté a esos malditos antes de llegar aquí—

—Los primeros sí, general Nam, esos eran blandos y carecían de escudo, pero los de ahora, esta última generación, son más fuertes —

—Con mayor razón, no irán solos — hablo Suga mirando al azulado — salimos en 10 minutos —

—Como odio la terquedad humana —en segundo el tumulto se disipó, dejando solo a Suga y Jimin en aquel pasillo, hasta Tae se había ido a su celda por algunas cosas.

—Algo te preocupa —

— No quiero que salgan heridos por esto, si Tae tiene razón y esta nueva amenaza es más fuerte... —

—Lucharemos más fuerte— se acercó lento y lo tomo de la cintura — no te dejaré solo en esto menos con Tae —

—¿No confías en él? — negó.

—Si bien se ha mostrado gentil y complaciente, y hasta cierto punto amistoso, algo no me termina de convencer — lo había visto crear lazos con algunos en la guarida, además de esa curiosa cercanía que tenía con Nam, pero de ahí a mandarlo con su pareja a una misión casi suicida, ni loco.

—Suga prométeme algo... — Dejó un beso en sus labios callando así al menor.

—Iremos y traeremos a quien sea que esté buscándolos, volveremos aquí y en cuanto crucemos la entrada, te traeré aquí y estaremos juntos hasta que te aburras de mí — las mejillas tomaron ese lindo tono carmín, junto con la tímida sonrisa — te amo Jimin— se le fue encima en un abrazo que reconfortó al mayor.

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