POV JUNGKOOK
—¡Jiminnie, me alegro de verte! —So Jo pasó junto a mí y abrazó a Jimin—. La casa no es lo mismo sin ti.
Fruncí el ceño. Me había tratado con frialdad toda la semana, incluso quemó mi chuleta de cerdo la noche pasada. Sungwoo me había hecho miradas de desaprobación cuando creía que no estaba mirando.
Mi personal no sabía lo que había pasado con Jimin. Solo sabían que se había ido, y me culpaban por ello.
Diablos, yo también me culpaba a mí mismo, y por eso intentaba enmendar mi error.
Metí las manos en los bolsillos mientras Jimin devolvía el abrazo a So Jo.
—Yo también me alegro de verte —dijo Jimin, con voz cálida—. Espero que no estés trabajando mucho.
—No, solo me asufuro de que mi jefe ni lo estropee más de lo que lo ha hecho. Es un trabajo a tiempo completo, Jiminnie. No es para los débiles de corazón.
Jimin miró en mi dirección y rápidamente apartó la mirada. Mis nervios, ya de por sí crudos, se hicieron pedazos.
—Bueno —dijo So Jo—. Dejaré que hagan lo planeado. Yo estaré en la cocina.
Le dio una palmadita a Jimin y me miró fijamente al pasar. No la cagues, decían sus ojos.
—¿Debo tener cuidado con el hecho de que la cita sea en tu casa?
Nuestra casa.
Le había dicho que se vistiera cómodo, se veía jodidamente hermoso que me dejaba sin aliento.
—No, a menos que tengas miedo de la comida y de pasar un buen rato.
—Tienes una alta opinión de tus habilidades para planear citas.
—Nunca te has quejado.
Él puso los ojos en blanco, pero mi boca se curvó ante su débil sonrisa. Era un progreso, por pequeño que fuera.
—Entonces —me aclaré la garganta mientras caminábamos hacia el estudio—. El baile del Legado fue todo un éxito. Toda la ciudad está hablando de ello.
—Mi reputación vive para ver otro día.
Las acciones de Park's Company se habían desplomado a niveles mínimos tras un diluvio de mala prensa. Jimin aún no estaba demasiado afectado, me había asegurado de ello.
En el baile, había jugado un Ave María. Una parte de mí esperaba que me diera una bofetada y se marchara, pero otra parte, inusualmente idealista, esperaba que me escuchara.
Y lo hizo.
Ahora estábamos en nuestra primera cita real.
Sin mentiras, sin secretos, sin engaños.
Solo nosotros.
Una oleada de ansiedad me recorrió cuando Jimin observó la habitación con los ojos muy abiertos.
Había estado pensando en la cita durante horas antes de decidir algo sencillo pero personal. Hoy no se trataba de la ostentación y el glamour. Se trataba de pasar tiempo juntos y arreglar nuestra relación.
A él le gustaban los romances y la astronomía, así que había puesto en el televisor una fantasía romántica sobre una estrella caída que en realidad era una mujer —o algo así —. Nunca había oído hablar de la película, pero según la nieta de So Jo —sí, había recurrido a pedir ayuda a una estudiante de secundaria— era "súper bonita".
Más de dos docenas de envases de comida para llevar estaban encima de la mesa de centro, junto a Pringles, pepinillos y pudín. Había comprado una máquina de palomitas antigua y la había instalado ayer a toda prisa para disfrutar de la experiencia cinematográfica. El tentempié era asqueroso, pero a Jimin y a casi todo el mundo les gustaba por algún motivo olvidado por Dios.
—Dijiste que no habías encontrado un nuevo sitio de dumplings favorito después de que la tienda de Busan cerrara, así que pensé en ayudarte —dije cuando sus ojos se detuvieron en las cajas de comida para llevar—. Muestras de treinta y cuatro de los mejores lugares de dumplings del país.
—¿Seguro que no es una estratagema para atiborrarme de tanta comida que no podré salir? —bromeó Jimin.
Sonreí.—No puedo confirmarlo ni negarlo, pero si quieres quedarte, no te lo impediré.
Las mejillas de Jimin se sonrosaron, pero no respondió.
—¿Cómo sabías que ésta era una de mis películas favoritas de la infancia?
Sacó un dumpling de uno de los contenedores y le dio un delicado mordisco.
—No lo hice —admití—. Estaba buscando una película sobre estrellas que no fuera un documental o de ciencia ficción. La nieta de So Jo me ayudó.
—¿Aceptar consejos de una adolescente? Muy poco Jeon Jungkook de tu parte.
—Sí, bueno, ser Jeon Jungkook no ha sido la mejor decisión últimamente.
Nuestras miradas se tocaron. Su sonrisa se desvaneció, dejando atrás una suave cautela.
—Joo vino el lunes por la noche —dije—. Le conté lo que pasó. Por primera vez, me dio un consejo en lugar de aceptarlo. Y fue un buen consejo.
—¿Qué dijo?
—Que tenía que luchar por ti. Y tenía razón.
La respiración de Jimin se hizo más superficial.
—Me enfrenté a mi padre el miércoles —dijo en voz baja, sorprendiéndome—. Viajé a Busan y me presenté en su oficina. No le dije que iba a ir. Podría haber perdido los nervios si lo hubiera hecho.
—¿Qué pasó?
—Resumiendo, tuvimos una gran pelea por lo que hizo. Me pidió que te pidiera... ayuda con los problemas de la empresa. Le dije que no. Y me repudió.
Las palabras eran claras, pero su voz era lo suficientemente triste como para hacer que me doliera el corazón.
Mierda.
—Lo siento, cariño. —Detestaba a Naun, pero era su familia. Él lo amaba, y la ruptura debe haberlo devastado.
—No pasa nada. Es decir, no lo está, pero lo está. —Jimin negó con la cabeza—. Fue mi elección. Podía haber aceptado lo que él quería, pero no estaba bien. Seguía siendo un peón para él, y me negué a que me utilizara para manipularte.
Naun había deducido mi debilidad. No había nada que no le diera a Jimin si me lo pedía.
—Es la empresa de tu familia —dije, observándolo con atención. Sinceramente, me sorprendió que no estuviera más molesto por lo que hice.— ¿Qué quieres que pase?
—No quiero que se estrelle, obviamente. Si pudiera ayudar de alguna otra manera, lo haría. Pero... —Exhaló un suspiro—. Esto va a sonar mal, pero mi padre nunca se ha enfrentado a muchas consecuencias por sus acciones. Es el jefe en la oficina y en casa. Hace lo que quiere y los demás tienen que aceptarlo. Esta es la primera vez que tiene que lidiar con las repercusiones. La sutileza no funciona con él, no cuando se trata de cosas como esta... No estoy de acuerdo con lo que hiciste, pero lo entiendo. Así que, aunque debería odiarte... —su voz bajó—. No lo hago.
—¿Incluso si la empresa quiebra?
—¿Crees que lo hará?
—Es muy posible. Dime la verdad, Jimin. ¿Quieres que intervenga y acabe con esto?
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Fated Alliances • Kookmin Au ✔
FanficEl multimillonario CEO nunca planeó casarse, hasta que la amenaza de chantaje lo obliga a comprometerse con un hombre que apenas conoce: Park Jimin. No importa lo encantador que sea. Hará todo lo que esté en su poder para destruir su compromiso. S...