LIBRO 3
🔴Este libro no se centra en un romance de la tercera generación, continúa con Draco y Hillary años después🔴
Han pasado 20 años desde que la Segunda Guerra Mágica tuvo lugar; 20 desde que el d stino arrancó a Hillary Potter de los brazos de...
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Hillary le había pedido a Scorpius que fueran a su habitación. Ella se ausentó un momento y volvió con dos infusiones de manzanilla. Le dio una al chico y él comenzó a calmarse.
—Vale —Hillary se sentó a su lado en la cama—. Dime qué te pasa.
—Yo... No lo sé. No sé... Esto es muy raro, no comprendo nada... Todos ven esto como si fuera una telenovela y yo no sé cómo decirles que es la vida de papá y...
—Hey, hey... —se acercó y puso las manos en los hombros de Scorpius como apoyo—. Puedes hablar conmigo, cielo. No te preocupes, está bien.
Scorp tomó aire.
—Usamos la Piedra Moira y vimos que papá te besó y... y que ahora estáis bien... Entonces, James dijo que te convertirías en mi madrastra malvadas y tenía miedo de que papá se olvidara de mí.
Scorpius se quedó mirando a Hillary, quien asimilada todo lo que él estaba diciendo. Ella tomó un largo y ruidoso sorbo de su taza.
—Has vuelto a ver la Piedra Moira —murmuró—. Scorp... —suspiró y se enderezó—. Yo quiero a Draco, los amo. Pero también te quiero a ti. Y no quiero... ¡yo no soy como Astoria! Yo pienso en muchas personas, no solo en Draco. ¿Vale?
—Vale —susurró Scorpius.
—Tengo una idea: voy a buscar a tu padre y hablamos todos juntos de esto, ¿ok? No más secretos.
—Me parece perfecto —Scorpius esbozó una media sonrisa.
•••
Draco se cruzó de brazos mirando a su hijo. No le sentaba muy bien que Scorpius se metiera en la vida de los demás a través de la Piedra Moira. Sin embargo, su corazón se enternecía al ver el cariño que le había cogido a Hillary.
—No quiero que vuelvas a hacer eso, ¿queda claro? —regañó.
—Hecho —dijo Scorpius—. Pero, entonces... ¿vosotros ya sois algo?
Hillary y Draco se miraron.
—¿Somos una familia? —insistió Scorp.
Hillary le sonrió a Draco y él miró a su chico.
—Pensábamos decírtelo después de la graduación, pero viendo cómo han salido las cosas... —rio Draco—. Sí, se puede decir que Hillary y yo somos algo.
—¡Por fin! —Scorpius se lanzó a los brazos de su padre con fuerza y él lo recibió con gusto—. ¿Ahora tengo que llamar a Hillary mamá? —miró a la pelirroja.
—Ah... solo si quieres y... no tiene por qué ser ahora —tartamudeó nerviosa.
—Vale —sonrió Scorpius, que se separó de Draco para abrazar a Hillary—. Te quiero mucho, Hillary.