Hillary despertó con una sensación extraña. Un roce en su mejilla, suave y lento.
—¿Está mi alumna estrella lista para su gran día? —la voz de Draco le hizo sonreír—. Vamos, Cabeza Ketchup, te traigo café.
Hillary se enderezó e intentó acomodar su cabello color fuego sobre los hombros. Estiró brazos y piernas cuando Draco le pasó el café y le dedicó una sonrisa radiante. Se sentó a su lado en la cama y Hillary se permitió el apoyar la nuca en su hombro. Draco enterró la nariz en sus mechones anaranjados mientras abrazaba el cuerpo de la chica con sus brazos y colocaba sus manos sobre las de ella.
—Sé que estás deseando verme con ese vestido hermoso que compré con mi prima y decir que estás orgulloso de mí y...
—Y quitarte ese vestido hermoso que compraste con tu prima —susurró—. Y decir «te deseo a ti».
Hillary levantó la cabeza con las mejillas encendida y dejó besos por su mentón. Pasó sus manos por los costados de Hillary, haciendo que se estremeciera. Draco pasó sus labios y la punta de su nariz por su carrillo, mejilla y pómulo hasta llegar a sus labios. La beso lentamente, consumiéndose en cada movimiento. Hillary entreabrió los labios, al igual que él. Ajustó sus manos a sus costillas y soltó un leve gemido mientras él disfrutaba del momento.
—Draco —susurró entre risas nerviosas—. Anna vendrá en cualquier momento.
—La gente es muy inoportuna —no accedió a separarse de ella. Escondió su rostro en la curva de su cuello.
—Draco...
—¡Prima! —la voz de Anna hizo presencia y ambos se separaron de inmediato.
Y en ese momento, Draco sintió el verdadero terror.
—¿¡Profesor Malfoy!?
—Joven... Black... —dijo perplejo, sin mirarle a los ojos, tapándose la cara con una mano discretamente—. Esto no es lo que cree. La señorita Potter y yo no..?
—Claro... —dijo con mirada perversa—. Un beso para reforzar la amistad, ¿eh?
—Eh...
—Con lengua y todo. —Hillary se puso roja—. Será mejor que nos deje solas, nos prepararemos para la ceremonia. Aunque seguro que a ella no le importa lo que usted le vea, yo sigo siendo yo.
—Nos vemos, señorita Black —respondió el rubio platino apresuradamente. Y salió sin mirar a los ojos a Anna.
Annabeth cerró la puerta y miró a Hillary con una sonrisita. Luego, comenzó a gritar.
—¡OH, POR GODRIC GRYFFINDOR! ¡LE BESASTE! ¡TE BESÓ! ¡OS BESÁSTEIS!
—¡Annabeth! —exclamó Hillary.
—Aventura con un profesor, ¿eh? —la miró pícaramente—. Chica mala.
—¡Anna!
—Ok, ok.
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Primos Potter: los Herederos de la Magia
FanficLIBRO 3 🔴Este libro no se centra en un romance de la tercera generación, continúa con Draco y Hillary años después🔴 Han pasado 20 años desde que la Segunda Guerra Mágica tuvo lugar; 20 desde que el d stino arrancó a Hillary Potter de los brazos de...