LIBRO 3
🔴Este libro no se centra en un romance de la tercera generación, continúa con Draco y Hillary años después🔴
Han pasado 20 años desde que la Segunda Guerra Mágica tuvo lugar; 20 desde que el d stino arrancó a Hillary Potter de los brazos de...
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Narcissa estaba encantada de volver a ver a Hillary allí. Ayudó a persuadir a Scorpius de ayudarla para que ella pudiera instalarse tranquilamente en la habitación de Draco con ayuda de este.
La habitación de Draco seguía estando donde siempre, pero con una cama un poco más grande, una gigantesca colección de minerales y un escritorio lleno de archivadores. Había suficiente sitio en el armario para las pertenencias de ambos. Acomodaron las cosas eficazmente y bajaron a cenar.
—Mañana podemos dar un paseo por el bosque —propuso Scorpius con alegría—. O podemos pintar el techo y salimos por la tarde.
—La verdad es que nosotros teníamos intención de salir a correr por la mañana —sonrió Hillary.
—¿Puedo ir? —rogó.
—No creo que tengas nuestro paso, campeón —contestó su padre—. Pero volveremos antes de que te despiertes.
—Y yo tengo que reunirme con Dumbledore la semana que viene —recordó Hillary.
—¿Y eso? —Draco la miró.
Hillary se arrepintió. Acababa de recordar que no se lo había dicho a nadie.
—Dumbledore me ofreció trabajo —comentó tímidamente.
—¡Eso es genial! —exclamó Scorpius—. Estaremos los tres juntos en Hogwarts el año que viene.
—¿Profesora de Artes Oscuras o algo así? —inquirió Narcissa.
—Más bien... —se mordió el labio—. Directora de Hogwarts...
Draco se atragantó y el vino le salió por la nariz. Scorpius se quedó pasmado. Y Narcissa se llevó las mano a la cara.
—No me felicitéis todos a la vez, por favor.
—¡Es increíble! —Scorpius abrazó a la pelirroja cuando despertó de su trance.
—Cariño, eso es fantástico —sonrió Narcissa.
—Yo... no tengo palabras —Draco jadeó sonriente. Tomó las manos de Hillary entre las suyas—. ¿Cuándo pensabas decírmelo?
—La verdad es que no me había acordado hasta ahora y... no encontraba el momento.
—No importa, es fantástico —sonrió.
Tras la cena, se quedaron hablando un poco. Narcissa se retiró la primera a su habitación. Draco mandó a dormir a Scorpius rato después tras mucha insistencia. Hillary y él subieron a acostarlo.
Algunos podían pensar o decir que Scorpius era ya mayor para que lo arroparan sus padres, pero estaba disfrutando de una madre y un padre infinitamente feliz por primera vez en su vida.
Tras desearle las buenas noches, Draco y Hillary salieron de la habitación. Hillary se adelantó hacia su cuarto.
—¿Adónde vas? —Draco la tomó con ambas manos por la cintura.
