27. El mejor verano

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Hillary dejó sus maletas en la puerta y miró a su alrededor

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Hillary dejó sus maletas en la puerta y miró a su alrededor. El armario con puertas hasta el techo con la puerta del baño al lado, las estanterías con trofeos, fotos y medallas sobre la cama con las mismas sábanas y almohadas. El escritorio con libretas y agendas y la gran estantería llena de libros.

Hillary salió al balcón de su habitación y miró hacia el patio trasero de la casa, con una barbacoa, la gran mesa de comedor y un pequeño trastero de madera. Todo lo demás era césped.

—¿Qué tal lo ves? —preguntó Aurora, apoyada en el marco de la puerta.

—Es exactamente igual a como lo recordaba... —suspiró.

—La habitación de Tom y Theo ahora es la de Ryden; y el cuarto de Sereia es ahora de Anna. Tus padres están en el de arriba al fondo —explicó.

—Tengo muchas cosas que hacer este verano, necesitaré una agenda diaria —se sentó en la cama.

—¿Por qué no empiezas por ducharte? Pediremos pizza y sacaremos los juegos de mesa. Tu padre siempre hace trampa.

Hillary rio.

—Por cierto, en la mesilla de noche tienes el mando de tu nueva tele y un listado de los canales. Idea de Regulus.

Regulus seguía viviendo con ellos. Edward y Marlene se mudaron a un apartamento cerca de allí.

—Me siento muy feliz por volver a casa.

Aurora sonrió y abrazó a su niña.

—No tengas prisa, corazón. ¡Hay mucho verano por delante!

•••

Lily era de las primeras en levantarse. Cuando bajó a la cocina, su hija estaba allí, sentada frente a la barra americana y tomando un café.

—Son las 7 de la mañana —Lily se acercó a ella—. Llegamos ayer, ¿qué haces levantada a estas horas?

—He salido a correr —contestó—. Todo el mundo dice que debo relajarme, descansar, disfrutar... pero no puedo ignorar la amenaza a la que nos enfrentamos.

—Déjame disfrutar de mi hija —Lily acunó el rostro de su pequeña entre sus manos y la admiró sonriente.

Hillary sonrió.

—Una vez esto termine, tendremos todo el tiempo del mundo.

Madre e hija se abrazaron.

—¿Qué es esto? ¿Una fiesta? ¿Sin mí?

Ryden se encaminó a la nevera. Llevaba aún su cara de recién levantado y solo vestía unos pantalones de algodón. Sacó zumo y un vaso para servirse.

Primos Potter: los Herederos de la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora