—Me morí —Elijah se tiró sobre la cama de Scorpius tras el entrenamiento con los Herederos y la cena.
—Dramático —le dijo Albus, mientras le quitaba el envoltorio a una piruleta y se tumbaba en su cama—. ¡Joder! ¡La espalda!
—Wow, qué viejos estamos hoy, ¿no? —sonrió Scorpius, sentado en la silla de su escritorio—. La verdad es que no sé ni qué día es mañana.
—Emm... —Elijah miró la pantalla de su teléfono—. Mañana es 5.
—¿¡CÓMO!? —Scorpius se levantó de inmediato, alarmado.
Había pasado tanto tiempo preocupado por los Herederos, por Hillary y con los exámenes finales que no se había acordado del cumpleaños de su padre.
—¡Oh, mierda! —exclamó, yendo de un sitio a otro sin parar, con las manos en la cabeza.
Elijah se rio de él y Albus le miró con astucia, como si acabara de ganar algo.
—¿Qué vas a hacer?
—Una tarjeta —Scorpius sacó un folio del cajón y rotuladores de colores.
—Esto es tristísimo.
—Cállate, Albus. Ayúdame a pintar un dragón.
—¿Un dragón? —repitió en tono burlón.
—Bah, déjalo.
—Yo me ocupo —dijo Albs. Cogió su móvil, con la funda negra y cartas de una baraja francesa en ella.
—¿Qué haces? —preguntó Elijah. Albus hizo un ademán para que Scorp y él callaran mientras sonreía y se ponía el teléfono en la oreja.
—¡Hola, tía Hillary! —anunció—. ¿Nos podrías ayudar en algo? ¿Si? Ok, 15 minutos.
Colgó.
—¿Qué haces? —exclamó Scorpius—. Seguro que ella tiene un regalo increíble para mi padre y... ¡Mírame!
—Bueno —Elijah se levantó de la cama—. Draco no es mi padre así que su regalo tampoco me sea un problema. ¡Buenas noches! —salió casi bailando del cuarto.
Al rato, llamaron a la puerta. Hillary. Llegó con las manos vacías, una camiseta de Pink Floyd y su envidiable cabello suelto y alborotado.
Algo en ella llamó la atención de Scorpius. Parecía que sonreía hasta que le doliera, y sus ojos brillaban con un aspecto impresionante.
—Hola, Albs —sonrió a su sobrino—. Hola, Scorp. ¿Qué pasa?
—A Scorp se le ha olvidado el cumpleaños de Draco. Y no sabemos qué le podemos regalar —explicó Albus.
—¿Qué tiene de malo una tarjeta? —se encogió de hombros.
—¿Ves? —Scorpius miró a Albus.
—¡Es patético! Venga, todos aquí conocemos a Draco Malfoy. Podemos hacer algo mejor que una tarjeta de mierda. Vamos, ¿qué le gusta?
ESTÁS LEYENDO
Primos Potter: los Herederos de la Magia
FanfictionLIBRO 3 🔴Este libro no se centra en un romance de la tercera generación, continúa con Draco y Hillary años después🔴 Han pasado 20 años desde que la Segunda Guerra Mágica tuvo lugar; 20 desde que el d stino arrancó a Hillary Potter de los brazos de...