LIBRO 3
🔴Este libro no se centra en un romance de la tercera generación, continúa con Draco y Hillary años después🔴
Han pasado 20 años desde que la Segunda Guerra Mágica tuvo lugar; 20 desde que el d stino arrancó a Hillary Potter de los brazos de...
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Los tres chicos lo tenían súper decidido. Ya fuera en coche o en escoba, irían en busca de las Puertas de la Muerte en dos días.
Claro que si iban con un mago experimentado, la cosa les saldría mejor. Pero...
¿Dónde encontrarían a un mago adulto y experimentado que no se chivara?
•••
—La verdad es que no tenía previsto venir —admitió—. Pero dijiste que era muy urgente.
—Demasiado —contestó Jamie.
—Estamos en algo de alta importancia —corroboró Albus.
—Y necesitamos tu ayuda —siguió Scorp.
—Vale, vale —el rubio alzó las manos en señal de rendición—. ¿De qué demonios se trata? Me estáis asustando.
—Hablamos de Hillary.
La mirada de Ryden se oscureció. Recordaba a su prima mejor que todos ellos. La había echado muchísimo de menos. No estaba como para jugar en aquellas fechas.
—Olvidaos de mí —negó.
—¡Ryden, por favor! —rogó Scorpius—. ¡La Profecía está incompleta! ¡Podemos traerla de vuelta!
Ryden los miró furioso.
—¡Estáis hablando de mi prima! ¡Os puedo asegurar que yo la extraño muchísimo más que vosotros! ¡Dejad de jugar con los sentimientos de los demás!
—¡No es un juego, Ryden, te lo juro! —prometió James—. En menos de 3 días es 2 de mayo. Tenemos que ir a las Puertas de la Muerte y sacar a Hillary.
Ryden se quedó pensante.
—No es una trola —repitió.
—Juro que no —contestó Albus.
—Entonces —dijo el rubio—. Tracemos un plan.
•••
Los cuatro magos debían ir a Creta. Aquella isla griega era donde se habían iniciado las historias que conocían como los antiguos mitos griegos. Era solo una isla, cierto. Pero no sabían en que parte de dicha isla se encontraba.
Esperaron solo dos noches, pero la espera se les hizo eterna. Se habían mantenido muy distantes con sus padres. A Draco le pareció mucho más sospechoso que a Harry y Ginny. Había intentado entablar conversación con su hijo y algo le parecía extraño: estaba muy serio, se ponía nervioso y contestaba con monosílabos.
