Toy Boy

-3-

-¿Ya has hablado con ese payaso?

-Seugho no es ningún payaso. Es un chico muy amable.

-Es amable porque le pagas por serlo.

-No se ha reído, ni burlado cuando le he explicado por qué requería sus servicios.

-A los tíos nos gusta follar y sobre todo desvirgar.

Nakyum frunce el ceño.

-Él no es así, es encantador, simpático y ¡¡Tengo que colgar!!

Corta la llamada de forma brusca debido al quemazón que siente por todo el cuerpo.

Un temblor.

Un hervor que se agolpa en su entrepierna.

Avergonzado, se cubre con un cojín.

-¿Por qué me he puesto así con solo recordar el beso? Solo me he empalmado pensando en In Hu...

Culpándose, decide tomarse una ducha bien fría.

****
-Aquí, Nakyum.

Se fija bien en su acompañante antes de acercarse. Ya lo supo nada más verle pero ahora era evidente. Seungho solo viste ropa de marca. Utiliza accesorios de marca. Y su moto es una de las más caras del mercado.

Inconscientemente se mira a sí mismo en el escaparate de una tienda.

Ropa de segunda mano.

No combinan. No encajan. No se complementan pero ¿Por qué le debería de importar? No es una cita real. Es fingida. Y sabe que a In Hu su forma de vestir no le molesta.

-¿Tienes algún problema por viajar en moto?

-Es mi primera vez.

-Me encantan esas cuatro palabras.- pega un bocado al aire – Ven – Nakyum se acerca tímido y su rostro queda medio oculto al ser cubierto por un casco que le queda enorme. Seungho le coloca bien el flequillo. Sus mejillas se tornan de nuevo sonrosadas ante el leve roce de sus largos dedos. Luego deja de respirar al abrocharle bien el casco – Listo. Pareces un astronauta borracho - se burla porque a Nakyum se le ha ido un poco la cabeza hacia un lado por el peso – Agárrate fuerte.

-¿De dónde?

Mira a su alrededor.

Su mano tiembla al ser tomada por la del Seungho. Le empuja hacia adelante rozando su entrepierna con la parte baja de la espalda del piloto para abrazarle.

-Así es como debes de agarrarte.

Nakyum quiere separarse. Ese contacto le pone nervioso. Quiere alejarse un poco pero no puede. El acelerón y la velocidad a la que conduce Seungho le obliga a abrazarse ante el miedo de morir inminentemente.

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-A la vuelta me iré en tren.

Se baja tambaleándose.

-Te prometo conducir más lento.

Nakyum no cree en sus palabras.

Le quita el casco. Tiene el flequillo pegado a la frente debido al sudor y las mejillas un poco pálidas.

-¿Sigues mareado?

-Un poco.

-Habrá que subirte el azúcar.