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Los dedos de Nakyum se mueven torpes, temblorosos aferrados al miembro de Seungho. Tiene el corazón revolucionado. Un hormigueo calienta todo su cuerpo elevándolo a estado de ebullición cuando Seungho le acaricia a él.

-Hazlo como tú te lo haces a ti mismo. Lento, sin prisa, saboreando el momento. Sí, así, muy bien...

Seungho tiene los ojos cerrados mientras se muerde el labio inferior. A Nakyum le empiezan a temblar las piernas. La sensación de tocarse a sí mismo a ser tocado por otra persona es inexplicable. Le cuesta respirar. Pensar con claridad. No puede apartar la mirada de ese rostro tan erótico del chico que tiene justo delante.

Es como un cuadro que nunca pasaría al olvido.

-Kyum.- le llama enloqueciéndole – Detente un momento.

Su enorme mano cubre la de Nakyum. Ambos notan los latidos del corazón contrario.

-¿L-Lo estoy haciendo mal? L-lo siento-

-Shhhh no es eso.- niega Seungho - Lo estás haciendo muy bien. Estás muy adorable y sexy al mismo tiempo – expulsan deseo al mirarse mutuamente – Es solo que no deberíamos hacer esto aquí. No cuando es tu primera ver tocando y siendo tocado. Si continuamos querré más, mucho más – le lame la oreja estremeciéndole – Y cuando quiero más no podré parar y dudo que quieras que tu primera vez sea en una ducha con espectadores que están ahí fuera esperando por escucharte y me gustaría ser el único en escuchar lo que son más que seguro gemidos muy apetecibles.

A Nakyum le tiembla el labio inferior. Y el alma.

Se ha dejado llevar por el momento y poco a poco su cabeza va activándose. ¡¡ESTÁ MUY AVERGONZADO POR HACER ESE TIPO DE OBSESINADES EN UN LUGAR PÚBLICO!!

-No puedes salir ahí afuera, ni yo tampoco. No con nuestra tercera pierna levantada.

Casi le da un ataque de risa.

-¿Qué hacemos entonces?

Le gustaría besarle.

Ambos quieren besarse.

Pero si lo hacen no volverían a recuperar el control y Seungho ya está auto controlándose mucho. También es su primera vez en un sitio así (pero eso no se lo dirá) y le está costado horrores no devorar a Nakyum.

-Ponte de espaldas. Tranquilo, no te haré nada que no te guste.

Sonríe pícaro y Nakyum capta su mensaje cuando empieza a lavarle el cabello. Sorprendido, porque solo Heena y In Hu lo han hecho cuando era más pequeño, nota un sentimiento totalmente distinto a aquellos días. Sobre todo porque cuando lo hacía In Hu no tenía una berenjena larga y dura apoyada sobre sus nalgas.

Cierra los ojos dejándose llevar por ese masaje. Por el ruido de las duchas. Por el agua caliente cayendo por todo su cuerpo. Después le pide que lo haga por él. Parecen una pareja feliz, enamorada, disfrutando de un momento romántico salvo por varios puntos a tratar: no son pareja, no están enamorados y no es ningún momento romántico porque las voces que les llegan desde fuera de las duchas son bravuconas, oscas y muy mal habladas.

-Saldré primero.

-¿Y yo cuán-

-Tranquilo, te limpiaré el camino para que puedas salir sin problema alguno.- Nakyum confía en esa bonita sonrisa – Gracias por la ducha.

Toy BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora