Después de haber terminado de ver la película Erick me ayudó a recoger las palomitas que se habían caído al suelo y a limpiar los pocos platos y vasos que había en el fregadero. En unos minutos, cuando lo único que quedaban eran unas cucharas, le dije a Erick que podía hacerlo sola y decidió sentarse en la encimera de la cocina detrás de mí.
-¿Te puedo preguntar algo?
-Ya lo has hecho -me volteé para mirarlo mal y me sonrió-. Claro que puedes -me volví a girar para seguir con mi labor.
-¿A dónde te vas cuando no estás conmigo? -le pregunté tras acordarme de mis dudas de la otra noche.
-A mi guarida secreta.
-¿Tienes una guarida secreta? -pregunté atónita mientras me secaba las manos y lo volvía a mirar.
-No -contestó con una sonrisa en los labios y yo rodeé los ojos.
-Contigo no se puede hablar de nada.
-¿Por qué? -preguntó divertido.
-Porque no te tomas nada enserio -dejé el paño con el que me había secado cerca del fregadero y me crucé de brazos mirándolos.
-Vale, vale -subió las manos en señal de rendición-. Voy a nuestro "cuartel de guardianes".
-¿Cuartel de guardianes? -repetí entre confusa e incrédula.
-Le decimos así, pero realmente es como nuestro hogar. Ahí nos quedamos hasta que Logan, nuestro jefe, nos asigne una misión. Cuando nos la asigna volvemos ahí hasta que nuestra persona no nos necesite. Técnicamente vivimos ahí, a menos que seas un guardián rebelde que se crea que no necesitas de nadie y te vayas a vivir solo por tu cuenta, claro.
Levanté las cejas y moví la cabeza dándole la razón. Luego recaté en sus palabras.
-¿Tienes un jefe?
-Así es.
Asentí lentamente.
-Y ahí duermes y comes y todo eso -deduje.
-Si lo que quieres es que duerma contigo, conmigo no hay ningún problema, solo tienes que decírmelo y ya está -sonrió de lado mirándome.
Yo por mi parte casi me ahogo respirando al escuchar ese comentario.
-¿Qué...? Eh. Yo no quise... Es decir...
-Ya. Solo era un chiste -se empezó a reír mientras hablaba -. Debiste ver tu cara. Es toda una obra de arte cada vez que te pones nerviosa.
No lo miré mientras me decía a mí misma que tenía que tranquilizarme.
-Y... -traté de decir algo lógico para acabar con el silencio- ¿Logan también es un ángel guardián?
-No -empezó a mover los pies distraídamente-. Bueno, antes lo era, pero eso fue antes de que lo nombraran director del cuartel. Ahora solo se encarga de que todos los guardianes hagan bien y cumplan con su trabajo y de asignar nuevas misiones.
Y por un brevísimo instante me dieron ganas de ver todo eso. De ver el cuartel, los demás guardianes, las misiones. Me mordí el labio inferior pensativa.
-¿Qué está pensando esa cabecita curiosa?
-¿Cómo sabes que estaba pensando en algo? -pregunté con aparente tono inocente, pero Erick me miró con una cara de ¿enserio? -Ya.
-¿Y bien?
Miré al suelo y luego lo miré a él.
-¿Sería posible que yo viera el cuartel? -pregunté y mientras lo hacía ya sabía la respuesta.
Erick se empezó a rascar la nuca entre inseguro y decepcionado.
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Mi Ángel Guardián
Teen FictionKaren es una joven de 17 años que vive en un pueblo llamado Villa Kennedy. En lo que lleva de vida ya le ha tocado experimentar la depresión, ataques de ansiedad, el bullying y el menosprecio a sí misma. En uno de sus momentos más desesperados ella...