Capítulo 19: ¿Por qué tantos vestidos?

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"Estábamos vestidos de pies a cabeza con amor, el estilo que nunca pasa de moda." - Carrie Bradshaw.



Después de casi quince minutos, porque el traje me quedaba un poco pequeño, pude salir del probador. Cuando lo hice vi a Yolanda barriendo cerca de unas góndolas, pero no vi a Destiny. Al notar mi movimiento Yolanda levantó la vista y se encontró con mi mirada. Al instante puso una mueca cuando vio el vestido y empezó a negar con la cabeza repetidamente hacia los lados.


-Sin ofender, mija, pero parece que se te va a salir una teta cuando hables.


No pude evitarlo y una carcajada salió de mis labios. Hacía mucho tiempo que no oía a alguien ser taaan sincero.


-Sí, lo sé -le dije-. Y lo siento también -agarré un canto de tela para separarlo de mí y poder respirar como era debido.


Yolanda se acercó a mí con la escoba en la mano, parecía que me iba a dar con ella, pero solo se paró cerca de mí recostando el brazo en uno de los anaqueles.


-Tu amiga está en la parte de atrás viendo las cosas de jardinería -me dijo-. Es como si fuera una vieja en un cuerpo de niña, ya me compró dos suéteres de lana -me miró con gracia y yo sonreí, divertida -¿Quieres que aun así la llame y le enseñes... eso? -señaló el vestido.


-No -miré el vestido-. Creo que con su opinión me basta.


Ella asintió mientras miraba el vestido y se separaba del anaquel.


-Ni siquiera es tu color. Quítate eso que eres muy hermosa para ponerte esa cosa -se empezó a alejar mientras decía- Voy a ver si encuentro algo mejor.


La miré alejarse y luego entré al probador. Me quité con dificultad el vestido y seguí probándome los otros.


Ya era la cuarta vez que salía del probador. Destiny estaba sentada en el piso con tres bolsas a sus lados mientras se comía una paleta que le dejó la lengua azul.


-A ver -empezó a decir Destiny mientras me miraba con la cabeza ladeada.


-Ni lo digas. De aquí me queda hermosísimo, -me señalé la parte de abajo- pero de aquí lo que parece es que tengo un animal peludo y muerto enganchado -señalé la parte que estaba debajo del cuello.


El vestido era de color azul con lentejuelas en el torso, pero la parte de arriba era demasiado llamativa. Demasiado.


Destiny se empezó a reír por mi comentario y se sacó la paleta de la boca.


-¿Quedan otros?


-No, este era el último -dije desanimada y Destiny asintió.


-Tranquila, todavía faltan meses para el prom, aun tienes tiempo.


Asentí con la cabeza no muy convencida y me giré para ir al probador y quitarme el vestido, pero en ese momento Yolanda llegó.


-¡Espera! -dijo un poco asfixiada, sudorosa y con algunos cabellos pegados a la frente.


Cuando llegó hasta donde nosotras se tomó unos segundos para respirar.


-¿Está bien? -le preguntó Destiny y ella hizo un gesto con la mano restándole importancia.


-Sí, estoy bien -dijo con dificultad-. Son los años que me están pasando factura. He llegado a la conclusión que con el tiempo los pulmones se achican. Tranquila, te pasará.


Destiny elevó las cejas y me miró, yo solo pude reírme en voz baja.


-Me acordé de que hace unos meses una mujer me trajo mercancía y había visto uno de esos trajes de fiestas. Estuve en el almacén, que no tiene aire y ya va siendo hora de que lo arreglen, buscándolo y lo he encontrado.

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