"Querer olvidar a alguien significa pensar en él." - Jean de la Bruyère
"Me olvidarás"
Cuando esas palabras salieron de los labios de Erick no reaccioné. Solo me quedé mirándolo sin ninguna palabra en mi boca o expresión en el rostro. Tal vez estaba esperando que volviera a sonreír y me dijera que era solo otra broma para ver mi reacción. Pero no fue así. Erick solo se quedó en silencio sin levantar la mirada.
No solté la mano que tenía en su brazo, pues sentía, que, aunque estuviera sentada en el suelo me podría caer en cualquier momento.
-¿Todos te olvidan? -dije con un hilo de voz.
Erick asintió.
¿Cómo podía alguien soportar tantos años el hecho de que las personas a las que ayudabas te tenían que olvidar?
-¿Por qué tengo que olvidar? -no quería llorar, pero a cada segundo que pasaba en silencio sentía cómo mi nariz y los ojos me empezaban a arder por las ganas de hacerlo.
-No es seguro que las personas, después de que no nos necesitan, sepan que existen los guardianes. Imagínate lo que harían. Empezarían una conspiración y a decir cosas sin sentido y cuando fuéramos a ayudar a otra persona tal vez nos tengan miedo por las cosas que dijeron nuestras antiguas misiones. Todo es por...seguridad. -dijo algo cansado de escuchar siempre la misma respuesta. La seguridad.
Miré a ambos lados, frustrada.
-¿Pero no hay alguna manera de que yo no pueda olvidar? Yo no pondría en peligro nada, ni siquiera se lo diría a nadie. Solo... solo no quiero olvidar. No quiero olvidarte.
Erick levantó la mirada al escuchar eso último.
-Yo no quiero olvidar todo lo que has hecho por mí, ni las cosas que me has enseñado. Ni los momentos que hemos pasado juntos. No quiero olvidar eso. No te quiero olvidar solo por un protocolo de seguridad.
Erick no paró de mirarme. Miró mis ojos y luego mis labios.
-¿Por qué? -levantó su mirada- ¿Por qué no quieres olvidarme?
Necesitaba oírlo.
Tragué saliva, nerviosa. Nunca lo había dicho. Nunca lo había sentido. Siempre era algo que veía en las películas o leía en los libros, pero jamás me planteé en decirlo. Tal vez porque hace mucho había dejado de creer en el amor, en los sentimientos. ¿Pero estaba segura de lo que sentía por Erick? Sí, lo estaba.
Me acerqué solo un poco a él, y si antes no tenía toda su atención ahora sí la tenía. Miré sus labios y vi cómo tensaba la respiración. Levanté la mirada hasta la altura de sus ojos y le respondí.
-Porque te quiero, Erick Howard.
Cuando esas cuatro palabras salieron de mis labios las pupilas de Erick se dilataron mientras me observaba y exhaló lentamente todo el aire de sus pulmones por los labios. Sus ojos, que ahora me parecían un poco más oscuros que antes, viajaron hasta mis labios y remojó los suyos.
-Karen... -murmuró y yo me acerqué.
No se alejó, pero sí se tensó.
-Hazlo -le reté.
Quería que me besara y él también quería hacerlo. Se le notaba en la chispa que brotaba de sus ojos y en cómo tensaba los hombros, pero por algún motivo no lo hacía. Veía las ganas que tenía y la frustración en su rostro.
No despegó su mirada de mis labios y en un susurro dijo
-Quiero besarte hasta que te olvides de todo -levantó lentamente su mirada hasta mis ojos-. Pero no puedo hacerlo.
Se separó de mí como si lo quemara mi presencia y se levantó.
-Tengo que irme antes que me arrepienta de hacer algo.
Señaló a sus espaldas y empezó a caminar, pero se detuvo, suspiró y volvió hacia mí hasta doblarse un poco y depositarme un suave beso que duró más de lo normal en mi mejilla.
-Hablaremos después, te lo prometo.*********************************
¡Bueno mis guardianes!!
Espero que estén súper bien y que les haya gustado este capítulo tanto como a mí, aunque sea uno corto. Sinceramente aunque sean mis personajes me emocioné al escribir y leer este capítulo♡.
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Mi Ángel Guardián
Teen FictionKaren es una joven de 17 años que vive en un pueblo llamado Villa Kennedy. En lo que lleva de vida ya le ha tocado experimentar la depresión, ataques de ansiedad, el bullying y el menosprecio a sí misma. En uno de sus momentos más desesperados ella...