DOCE

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Victoria

La noche estaba cargada de energía, y el escenario temblaba con la potencia de la banda. De repente, él apareció, Jungkook, el cantante de rock que cautivaba corazones y hacía latir más rápido a todos los presentes.

Su presencia era magnética, con el cabello alborotado y una mirada intensa que parecía atravesar el alma. Vestía con ese estilo desenfadado pero irresistible que solo él podía llevar. La guitarra colgaba de su hombro, lista para liberar acordes que resonarían en el corazón de cada espectador.

Cuando empezó a cantar, su voz hizo que la multitud quedara en trance. Era como si cada palabra estuviera impregnada de emoción, y sus tonos graves y apasionados llenaban el aire con una energía indescriptible. La chica que lo observaba desde la primera fila no podía apartar la mirada, hipnotizada por la intensidad de su actuación.

Cada movimiento, cada gesto, era un reflejo de su conexión con la música. Saltaba y se movía con una gracia salvaje, como un animal en su hábitat natural. Sus ojos se cerraban en momentos de éxtasis, y luego se abrían revelando una chispa de intensidad que contagiaba a todos a su alrededor.

Jungkook interactuaba con la audiencia de una manera única. A veces, bajaba del escenario y se acercaba al borde, extendiendo la mano para tocar la de sus fans. Sentía un cosquilleo en la piel cada vez que su mirada cruzaba con la mía. 

Cuando la guitarra rugía en un solo apasionado, Jungkook se entregaba por completo al momento. Su expresión facial reflejaba la pasión desbordante, y su voz se elevaba a nuevos niveles de intensidad. Cada nota, cada grito, era un viaje emocional que dejaba a la audiencia sin aliento.

Al final de la actuación, Jungkook se despidió con una sonrisa cansada pero radiante. La chica, como todos los presentes, quedó atónita ante la experiencia. Aquella noche, Jungkook no solo había cantado, había llevado a todos a un viaje emocional, dejando una impresión imborrable en el corazón de cada espectador.

Después de la actuación, el backstage era un torbellino de emociones y adrenalina. Jungkook, todavía agitado por la energía del escenario, nos encontramos con ellos tras bambalinas. Choque la mirada con de vez en cuando. No podia quitar le la vista de encima

Se acercó con un brillo de satisfacción en los ojos y una sonrisa amigable. Aunque estaba empapado en sudor y su cabello rebelde caía sobre la frente, su presencia irradiaba una calidez que me hacia sentir nerviosa

-¿Qué te pareció la actuación?- preguntó, su voz aún resonando con la intensidad que había demostrado en el escenario.

Aun seguia un tanto aturdida por su proximidad. Logre articular unas palabras de elogio. -Fue increíble, en serio. Tu energía en el escenario es... algo más.-

Jungkook asintió, agradeciendo el cumplido con una modestia encantadora. La charla fluyó naturalmente, como si fueran dos viejos amigos que se reencuentran después de mucho tiempo. Hablaron de música, de la pasión por el escenario, de las historias detrás de las canciones.

-¿Cómo haces para transmitir tanta emoción cuando cantas?- Pregunto Sandy. Aquella emoción era inigualable para todos nosotros. 

Jungkook sonrió, revelando la verdadera pasión que ardía en su interior. -La música es mi escape, mi manera de expresar lo que no puedo decir con palabras. Y cuando veo a la audiencia conectando con eso, siento que estoy haciendo algo más grande que yo mismo.-

-Eso fue... ASOMBROSO.- Dijo Jackson haciendo un gesto de expresión con sus manos.- En realidad, trato de enter como lo hacen. 

-Gracias.- Respondió Jimin.- Es poquito, pero es trabajo honesto.-  reímos ante esto. 

El show había sido una tremenda locura. No cabía duda que Ocean 5 sabia como ganarse al publico, sabían como dar un espectáculo de rock. 

-¿No hay algunas palabras para mi?- Decia Tae-Hyung mientras pasaba su brazo encima de mi hombro

-Lo hiciste genial- Respondí. Jungkook y yo no parábamos de tener ese juego de miradas. 

La voz de Jungkook retumbaba en mi cabeza, esa sinfonia que salía de sus labios, me hacia recordar al chico de mis sueños. No entendía el porque buscaba una similitud entre sus voces, aunque era casi imprescindible al momento de escucharlos.

Miraba de vez en cuando a Jungkook, aunque mi cuerpo estuviera con Tae-Hyung. La necesidad de encontrar similitudes entre ambos no se dejaba pasar. Suspire levemente provocando que Taehyung se diera cuenta de lo sucedido. 

Yoongi no dudó en acercarse a nosotros, tratando de aligerar un poco el tema de mi guerra de miradas con Jungkook. Tae-Hyung, por su parte, no dudó en irse a realizar una llamada importante. La tensión se disipó momentáneamente, pero la intriga seguía flotando en el aire.

-Lamento decirte que aquel chico no se enamoraría de nadie.- Yoongi se encontraba a un lado mío, dio una bocanada a su cigarrillo.

-¿Disculpa?- pregunte tratando de entender a lo que se refería. - No entiendo a quien te refieres-

-Al chico que desde hace tiempo no dejas de ver- Señalo con la cabeza hacia la dirección donde se encontraba Jungkook. Me mordí el labio inferior, tratando de ocultar mi pena. 

-No es lo que parece.- respondí.

-Si... No es como que me importe mucho. Pero no serias la primera y ultima en tratar de enamorarlo.- volvió nuevamente a darle otra calada a su cigarillo- Hace tiempo decidió no tener nada que ver con alguien. Y ahora se le metió la idea de que sueña con una chica.-

-¿Qué?-  voltee a verlo, esperando su respuesta.

-Jungkook no ha dejado de hablar que sueña con una chica. Dice que siempre es la misma voz, y que esta le canta.- 

Mis manos temblaban al escuchar las revelaciones de Yoongi. No podía asimilar la posibilidad de que Jungkook fuera el chico con el que siempre soñaba. Mi labio inferior no dejaba de temblar. Una nueva necesidad surgía en mí.

La revelación de Yoongi resonaba en mi mente como un eco incesante. Las palabras sobre los sueños de Jungkook con una misteriosa chica resonaban en mi cabeza, y mi corazón latía con fuerza ante la posibilidad de que yo fuera esa persona en sus sueños.

No podía evitar sentir una mezcla de emociones: sorpresa, confusión, pero sobre todo, una chispa de esperanza. La conexión que sentía con Jungkook, esa atracción inexplicable, cobraba un nuevo significado.

Yoongi, observando mi reacción, soltó una risa irónica. - ¿Te sorprende, verdad? Jungkook siempre ha sido un misterio para todos nosotros. No sabemos qué demonios pasa por su cabeza.-

Asentí, pero no pude articular ninguna palabra. Mi mente estaba atrapada en la idea de que Jungkook podía estar soñando conmigo, y esa revelación añadía una capa adicional de complejidad a la situación.

Yoongi, notando mi silencio, apagó su cigarrillo y se encogió de hombros. - No sé por qué te cuento esto. No es mi problema ni debería importarme. Pero, en fin, buena suerte con el enigma llamado Jungkook.-

Se alejó dejándome con mis pensamientos revueltos. La noche, que antes estaba llena de energía positiva después del espectáculo, se volvía más complicada con cada revelación. Mis ojos volvieron a buscar a Jungkook entre la multitud, y esta vez, mi mirada estaba llena de un nuevo significado.

A medida que pasaba el tiempo, la idea de ser la chica en los sueños de Jungkook se apoderaba de mis pensamientos. ¿Cómo podía ser posible que nuestras vidas se entrelazaran de esta manera, a través de la música y ahora, aparentemente, a través de los sueños?

La música de fondo seguía sonando, pero mi mente estaba en otro lugar. No podía evitar preguntarme si Jungkook, al igual que yo, sentía esta extraña conexión entre nosotros. La necesidad de entender lo inexplicable se apoderaba de mí, y una nueva etapa en mi relación con Jungkook estaba a punto de comenzar.


【Still with you//Jungkook//en emisión//+18】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora