【Ｓｔｉｌｌ ｗｉｔｈ ｙｏｕ／／Ｊｕｎｇｋｏｏｋ／／ｅｎ ｅｍｉｓｉóｎ／／＋１８】

𝕍𝔼𝕀ℕ𝕋𝕀𝔻𝕆𝕊

𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

Nos dirigimos hacia el elevador, y en el trayecto, ambas chicas no dejaban de charlar emocionadas sobre todas las cosas que planeaban hacer, incluyendo las mil y una anécdotas relacionadas con chicos.

Sandy pulsó el botón para bajar, marcando el inicio de nuestro descenso hacia el lobby.

-¡Chica, esta ciudad nunca deja de sorprenderme!-, exclamó Sandy con una sonrisa mientras las puertas del elevador se abrían en el vibrante lobby del hotel. Rei por lo bajo ante su comentario

Estar en esta situación, hacia que mis sueños mas locos se volvieran realidad. 

Camino a la salida del hotel, Victoria no dudo en pedir un Uber que nos llevaria hacia nuestra primera parada. La luz de la luna nos avisaba que aquella noche, nos esperaba más de lo que nos imaginamos.

-Es un Honda Civi... negro.¿ Alguien sabe como es?- Pregunto Tory.

-Yo si, tenia uno de joven.- 

Ambas chicas voltearon a verme a unisono. Su cara de confusion las delataba por completo,rei por lo bajo- Cuando tenia 18 años, solia trabajar en una pizeria como repartidor.- añadi

Mire hacia la calle, viendo nuestro conductor designado llegar

-Es ese-, señalé el coche que se acercaba. Ambas chicas me miraban como si fuera un bicho raro. El conductor detuvo el vehículo frente a nosotros y abrió la puerta para que ambas se subieran, siendo Sandy la primera en hacerlo y colocando a Victoria entre los dos.

Nos acomodamos en el asiento trasero del Uber mientras nos dirigíamos hacia nuestro destino. La ciudad parecía cobrar vida a medida que pasábamos por las calles iluminadas por las luces de neón y el bullicio de la vida nocturna. La emoción crecía en el aire mientras nos adentrábamos en la noche llena de posibilidades. 

-Así que eras repartidor, ¿eh?-el tono de voz de Sandy sonaba más como el de un investigador. -¿Qué más debemos saber de ti, Jungkook?-

-Por favor, llámame solo Kook-, respondí, haciendo una pausa. -Sí, solía hacerlo para apoyar a la banda-, añadí.

-Y para tus vicios-, intervino Tory.

Negué con la cabeza. -No sé qué te habrá contado Tae, pero no tengo ningún capricho-.

-No hay secretos entre nosotros, Jeon-, dijo Tory con firmeza.

-Bueno-, interrumpió Sandy, -¿eso significa que no tenían respaldo para la banda?-

-Sobrevivíamos con lo poco que ganábamos. En ese entonces, el estudio nos cobraba 250 dólares por hora-, suspiré.

-Vaya, una fortuna-, comentó Sandy con una sonrisa. -Ahora seguramente cobras mucho más que eso-.

Asentí ante su observación y miré de reojo a Victoria, quien parecía absorta en el trayecto hacia nuestro destino.

-Supongo que ustedes también ganan algo, ¿no?- pregunté.

-No realmente-, suspiró Victoria. -Christopher les paga a los chicos unos 300 dólares por actuación-.

-Lo que Tory quiere decir es que normalmente ganamos alrededor de 1000 dólares a la semana, más las propinas-, aclaró Sandy.

Sandy rodeó los hombros de Tory y la atrajo más hacia ella, ambas chicas me sonrieron falsamente. Asentí levemente en señal de aceptación.

El coche se detuvo frente a lo que parecía ser un bar, indicando que habíamos llegado a nuestro destino. Estiré un poco las piernas mientras observaba detenidamente la calle iluminada.

Me recordaba un poco a mi última visita a Las Vegas, cuando me encontré con aquella chica. Quién hubiera pensado que Victoria estaría nuevamente en mi camino.

-Te va a encantar Saltburn-, dijo Sandy, tomando mi brazo y el de Victoria, y tirando de nosotros para entrar.

Al entrar al bar, el bullicio y la música en vivo nos recibieron con una energía contagiosa. El sonido de las conversaciones se mezclaba con los acordes de la banda en el escenario, creando una atmósfera vibrante.

Nos dirigimos hacia una mesa en un rincón apartado, donde podríamos charlar sin ser interrumpidos por el estruendo del lugar. Mientras caminábamos, noté cómo Victoria observaba todo con curiosidad, como si estuviera absorbiendo cada detalle del ambiente.

-Este lugar tiene un ambiente único-, comentó Victoria, levantando la voz para hacerse oír sobre la música. -Me gusta-.

-Sí, es genial-, coincidió Sandy, sonriendo ampliamente. -Aquí siempre hay buena música y buen ambiente-.

-Cuéntanos un poco mas de ti Kook. ¿Que es lo que el gran Jeon Jungkook oculta bajo esa fachada de niño malo?-

-Jajaja, realmente nada. Supongo que no me gusta abrirme mucho ante la gente.-  

Sandy chasque la lengua afirmando. Pedimos algunas bebidas, mientras tanto victoria observaba el lugar, captando cada detalle de este.

Sandy chasqueó la lengua afirmativamente. Pedimos algunas bebidas, mientras tanto Victoria observaba el lugar, capturando cada detalle con atención.

-¿Por qué decidieron formar la banda?-, pregunté de repente.

La pregunta captó por completo la atención de Victoria. Mi curiosidad por conocerla un poco más había aumentado, y sus ojos se volvieron hacia mí y luego a Sandy, quien optó por esquivar la pregunta.

-Creo que voy al baño, chicos-, anunció Sandy, abriéndose paso y haciendo que Tory y yo nos juntáramos más.

-Mientras Christopher y yo éramos niños, mamá nos hacía tocar y cantar para no aburrirnos-, comenzó Victoria mientras jugaba con la copa en sus manos. -Éramos solo unos niños, pero su amor por la música hizo que nos gustara a nosotros también-.

Cada palabra, cada gesto que ella hacía, ponía cierto énfasis en sus acciones. Mi mirada seguía fija en ella, observando cómo gesticulaba y contaba su historia. No quería perderme ni un solo detalle de su relato, ni que nada ni nadie interrumpiera ese momento que era solo nuestro.

Victoria soltó un suspiro leve. -Mis padres murieron en un accidente hace 6 años. Yo era problemática y rebelde. Sé que no me lo vas a creer, Jeon-, dijo, sus ojos encontrándose con los míos, transmitiendo más de lo que sus palabras podían expresar. -Supongo que me veo reflejada en ti-.

Con delicadeza, levanté mi mano, temiendo que ella pudiera rechazar mi gesto. Acerqué suavemente mi mano a su rostro, tocándolo ligeramente como si fuera una obra de arte. Victoria cerró los ojos al instante, permitiéndome sentir su piel contra la mía.

-Cuando mis padres murieron, Christopher obtuvo mi custodia. Un día escapé de casa y vine a Las Vegas. Entré a un bar y vi a un par de chicos tocando. Fue entonces cuando decidí que sería bueno honrar la memoria de mi madre, y Christopher creó The Junglee-.