Capitulo 1: Cambios

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Aislin Abro mis ojos y la neblina de nuevo cubre todo a mi alrededor, mis pies descalzos caminan sobre una fría superficie que no puedo identificar mientras el extraño aire juega con mi cabello y alza mi vestido, conocía este lugar, de pequeña mis sueños siempre me llevaban a él, recuerdo que en aquel entonces lo sentía como mi lugar seguro por lo que cerraba mis ojos y volvía a él cada vez que lo necesitaba.Habían pasado más de diez años desde la última vez que había estado aquí, y sin embargo todo lucia igual, sueños y recuerdos flotaban a mi alrededor saturando por completo el espacio, camino entre ellos asombrada ante los detalles de cada imagen a mi alrededor, solía sentarme en este lugar por horas a mirar los sueños y recuerdos de los estériles, envidiando secretamente sus normales vidas.Me detengo mirando a mi alrededor mientras una sensación de calidez me recorre el cuerpo, todo sería mucho más fácil si no tuviera que despertarme jamás, si pudiera quedarme para siempre en la tierra de los sueños, sin embargo no era más que una simple humana y aunque mi cuerpo fuera fértil para la magia natural, no tenía permitida la entrada a ningún Reino aparte del mío, todos podían entrar a la tierra humana, pero ninguno de nosotros podía salir de ella o por lo menos no sin antes ser llevados por los demonios o los ángeles. Las horas pasan sin que lo note mientras admiro absorta cada recuerdo a mi alrededor cuando un sonido muy lejano me distrae lejos de un inocente sueño de helados bailarines, mi cuerpo se pone el alerta al instante en el que me golpea la sensación de estar siendo observada, me pongo de pie con rapidez y miro en todas las direcciones esquivando los sueños y recuerdos a mi alrededor, no había nadie más que yo en todo el espacio que era capaz de observar, pero la sensación de no estar sola no me abandono hasta que súbitamente volví a la realidad, la luz proveniente de la ventana hirió mis ojos mientras mi hermanita clare saltaba sobre mi entre risas—¡Arriba Aislin! ¡Arriba!— decía con su vocecita de niña y al notar que había cumplido su misión corrió en dirección opuesta a mí en medio de sonoras carcajadas, suspire con las manos sobre mi rostro, a pesar de ser humana el mundo real era abrumante para mis sentidos, la luz lastimaba mis ojos causándome terribles migrañas la mayoría del tiempo, y los estériles de mi edad podían ser bastante "complicados", me cubrí de nuevo con mi sabana renuente a tener que salir de la cama, había vuelto a mi paraíso después de 10 años sin poder estar en él, no había manera humana de que alguien me moviera de mi.... El hilo de mis pensamientos se rompió cuando la sabana se elevó por los aires y voló lejos de mi—Arriba perezosa, ¡¡finalmente es el día!! —dijo mi prima Helen mientras entraba en mi habitación dando saltos y palmaditas, rodee mis ojos con frustración y coloque la almohada sobre mi cara Helen y yo éramos hijas de las gemelas Hollow, fundadoras y actuales lideres del aquelarre de sleepy hollow, ambas habíamos crecido en este pequeño y aburrido pueblo, donde la magia y los estériles convivían en medio de secretos y hechizos, nuestro aquelarre tenía normas bastante estrictas, y por supuesto la primera de ellas era jamás mostrar a los estériles la magia natural, los cerebros humanos no estaban diseñados para afrontar racionalmente los cambios, y enterarse de que habían mujeres con la capacidad de usarte como marioneta si deseaban era un cambio para el que jamás estarían preparados, además estaba el gobierno, todas sabíamos que en un descuido terminaríamos en algún laboratorio o en medio de alguna guerra, por lo que incluso quienes no habíamos sido bautizadas aun, éramos extremadamente cuidadosas Las gemelas eran las guardianas de muchos secretos, entre ellos que la magia natural a diferencia de todo lo que se pensaba era realmente traída desde el infierno.En 1680 Herodías la hermana de Lilith piso por primera vez nuestro reino de la mano del académico del infierno, el primer portal del infierno estaba ubicado en Danvers, por lo que el estudio de los primeros investigadores fue tomando como muestra el pequeño pueblo, a cada académico se le asigno un pueblo en las adyacencias y debían mantenerse vigilantes sin ser detectados el tiempo suficiente para poder crear informes certeros sobre los humanos Herodías vivió en Danvers 20 años en su forma humana, durante ese tiempo se mezcló y fue considerada una devota puritana, sin embargo al pasar de los años descubrió el verdadero rostro del pequeño pueblo, uno en el que las mujeres eran doblegadas y violentadas, y donde la pequeña Betty y su prima Abigail eran víctimas de abusos por parte del predicador del pueblo, quien resultaba ser el padre de Betty. Desde sus escasos 3 años ambas niñas habían tenido que vivir una pesadilla siendo arrastradas cada domingo en contra de su voluntad a un destino imposible de entender por sus jóvenes e inocentes cerebros, impulsada por la rabia y la frustración Herodías al descubrir esto empezó a experimentar clandestinamente con las mujeres del pueblo y el éter en sus venas, con la promesa de liberarlas no se detuvo hasta lograr que el éter fuera estable en sus cuerpos, y en medio de sus estudios descubrió que habían cuerpos que se adaptaban a las cantidades mínimas de éter, mientras que otros cedían con apenas el primer contacto, de aquí nace el concepto de cuerpos estériles y cuerpos fértiles, las cantidades de éter incluso en los cuerpo fértiles era mínima y pronto descubrieron que las capacidades que desarrollaban podían llegar a ser extraordinarias, sin embargo la inmortalidad no era una de ellas, en 1691 Herodías decide crear a sus más jóvenes seguidoras, por lo que infecto a Betty y Abigail, error que daría inicio a los reconocidos juicios de Salem, la juventud era sinónimo de imprudencia, y llevadas por la rabia acumulada tomaron venganza de su familia, que aun sabiendo lo que pasaba jamás intervinieron, pero el poder de las pequeñas era limitado y el destino de ambas era inminente. Herodías, sin embargo no se rindió y salvo a tantas brujas como le fue posible, abigail entre ellas, pero se rehusó a crear más sin contar con que el éter se volvería parte de ellas y que su cuerpo sería capaz de crearlo en las cantidades necesarias para que se mantuviera estable dentro del cuerpo humano, sin importar cuanto lo intentaron las brujas no pudieron crear más brujas a través de su sangre, pero pronto comprendieron que su descendencia llevaba también el éter en sus venas, por lo que durante años las brujas se mezclaron en las sociedades de nuestro Reino, guiadas por normas estrictas destinadas a evitar otro escenario similar a los juicios de Salem, pronto nos dimos cuenta también de que el éter evolucionaba generación tras generación, por lo que ahora la inmortalidad era parte de nuestras habilidades, la magia en nuestras venas era a la vez una ventaja y una maldición. Si bien las brujas habían dado luz al feminismo, y en pequeños pasos ayudaban a las mujeres siguiendo el objetivo de su creadora, también habían aquelarres con otros ideales, las brujas de la cruz visualizaban un mundo sin hombres, donde todas las mujeres tuvieran acceso a la magia, ellas veían a los hombres como seres inferiores por no poder ser fértiles, además de como una amenaza a su supervivencia y a la de sus hermanas esteriles.Las mujeres tenían un lugar sagrado en mi comunidad, sin embargo no todas estábamos de acuerdo con la idea de un mundo sin hombres, ciertamente algunos tenían la capacidad de ser reales monstruos, pero muchos otros podían llegar a ser grandes aliados y al igual que mi familia no estaba dispuesta a sacrificarlos por un ideal vacío e irrealista Me arrastre al baño huyendo de una demasiado entusiasmada Helen, Y apenas cierro la puerta mi mirada instintivamente va a mi reflejo en el espejo, el éter en nuestras venas nos hace criaturas excesivamente llamativas, en especial después de los 15 años, podía ver todos los cambios que mi cuerpo había tenido solo en este verano, ya no estaba la cara redonda y regordeta en su lugar estaba un rostro con finos rasgos, unos labios carnosos y una piel de porcelana, mi cabello azabache caía como cascada a mi alrededor rozando mis ahora pronunciadas caderas, me sentía incomoda en mi propio cuerpo y es que habían sido demasiados cambios en muy poco tiempo, por lo que ya no me sentía yo misma, respire hondo viendo mi reflejo, sentía que no tenía el control de nada y era una realidad frustrante.Hoy era el inicio de una nueva etapa lo que significaba más cambios y la ansiedad empezaba a apoderarse de mí, había escuchado demasiadas historias sobre las secundarias, lo que no ayudaba en nada a mi sostenido miedo. Cepille mis dientes resignada mientras escuchaba a Helen poner Taylor Swift a todo volumen, cruel summer sonaba por los altavoces mientras mi cuerpo empezaba a relajarse, desde pequeñas bailar descalzas por toda la casa y gritar las canciones de Taylor hasta quedar afónicas era nuestro lugar seguro, tenía sentido que en uno de los momentos más demandantes de mi adolescencia también nos acompañara, como si pudiera leer mi mente las notas de fifteen invadieron el lugar y yo no pude evitar sonreír mientras Helen me abría la puerta de golpe y me arrastraba a bailar en mi cuarto, nuestro lugar seguro, si taylor y Abigail habían sobrevivido también lo haríamos nosotras, y con ese pensamiento en mente la vida ya no parecía tan aterradora...........................Helen escogió la ropa para mi esta vez, por lo que termine en las escaleras principales de la secundaria vistiendo un hermoso top negro, un short a juego, y lentes de sol, Para mi lo principal siempre había sido mi comodidad por lo que el protector solar y mis leales converse era todo lo que necesitaba para empezar mis días, a mi alrededor todos vestían de manera similar, habían bebidas frías y camisetas sudadas por todas partes, todos parecían estar demasiado cómodos con sus cuerpos y con su entorno en general lo que provoco un vestigio de celos dentro de mí, Helen se mezcló con rapidez mientras fingía no saber encontrar las aulas mientras yo trataba de evitar a todos los seres vivos a mi alrededor.Para Helen siempre había sido sencillo mezclarse y hacer amigos, el hecho de que desde los 5 años tuviera completo control de sus poderes ayudaba con esa increíble confianza que tenía, yo por mi parte a pesar de ser fértil era neurodivergente, lo que hacía que todo el proceso en mi cerebro y cuerpo fuese distinto y siendo el primer caso en nuestra comunidad nadie tenia idea de que esperar al respecto, había una gran posibilidad de que jamás pudiera tener el control de mis poderes, y habían muchas otras mas donde si seria capaz de obtenerlo, pero muy posiblemente la magia que creara mi cuerpo seria muy distinta a la de las demás brujas, y esa era mi principal inseguridad, en ambos mundos a los que pertenecía era considerada extraña y me sentía tan distinta, dentro del universo de los estériles su ruidoso y brillante mundo me abrumaba, y en el mundo de los fértiles el hecho de que fuera la única en mi familia y en el aquelarre incapaz de completar la transición era sumamente difícil para mí, amaba la magia, amaba todas las puertas que se abrirían para mi si la tuviera, pero la presión que recaía sobre mí era difícil de manejar, por lo que a veces deseaba secretamente no despertarme jamás.Camino por los pasillos del colegio aun con mis lentes de sol puestos mientras todos me miran extrañados, escucho risas a mi costado, pero me niego a volverme, era demasiado temprano para odiar la secundaria, la primera hora de Helen era en el segundo piso, por lo que me dirigí al laboratorio de física con una pequeña chispa en mi estómago, la física era el equivalente humano de la magia en el mundo de las brujas, si sabias como, podías lograr cosas que nadie más entendería, podías lograr dominar "la magia de los estériles", sonreí ante mi ocurrencia y me adentre en el solitario laboratorio, mire mi reloj y ya habían pasado mas de 10 minutos de la hora establecida, me senté junto a la ventana y recogí mi cabello en una coleta alta.El calor dentro del laboratorio se estaba volviendo agobiante para cuando entraron los alumnos que al igual que yo lucían un poco perdidos y nerviosos, éramos 10 en total cuando el profesor ingreso, era mas joven de lo que esperaba y por la reacción de la población femenina del salón deduje que era atractivo, me enderece en mi asiento y puse toda mi atención en él, para mi agrado solo nos dijo su nombre y acto seguido dio inicio a la clase sin perder el tiempo, además ignoro por completo que seguía teniendo mis lentes oscuros lo que me agrado aún más. Mi cerebro estaba perdido en sus palabras sobre el origen de la física cuando tres alumnos lo interrumpieron abruptamente ondeando un papel en su dirección, el profesor a su vez solo asintió y le indico que pasaran retomando de nuevo su discurso como si nada hubiese pasado, totalmente ingenuo al hecho de que había perdido la atención de todos los presentes apenas habían entrado los tres nuevos alumnos, la primera era una chica de muy posiblemente metro y medio, pero a pesar de su pequeña estatura era inhumanamente hermosa, su cabello negro azabache enmarcaba el rostro más perfecto que había visto en mi vida, sus ojos verdes hipnóticos y sus labios rojos eran todo lo que estaba mal con mi heterosexualidad, se sentó mientras todas las miradas menos las del dedicado profesor estaban derretidas en ella, y para desgracia de los frágiles corazones adolescentes estaba custodiada de dos sin duda gemelos que emanaban un aire de peligro inminente, podía escuchar como todos contenían el aire a mi alrededor y seria un momento bastante divertido si no fuera yo también uno de ellos, jamás había sentido nada por otro ser vivo y siempre se lo habíamos atribuido a mi neurodivergencia, pero justo ahora estaba sintiendo muchas cosas a la vez, la piel de los chicos era canela pura, altos y musculosos, con cada paso que daban descubría algo más, pestaña largas, labios carnosos, rasgos finos, el que sonrió a la chica tenia hoyuelos en sus mejillas, el otro en cambio permaneció inexpresivo mientras se dirigía a su asiento, un aroma increíble invadió el salón y era imposible descifrar de quien provenía, lo cierto era que la primera clase de mi materia favorita estaba completamente arruinada, demasiada estimulación para mi déficit de atención, después de una hora había encontrado 10 diferencias entre los gemelos y cero ideas de las fuerzas naturales, a simple vista podían parecer idénticos, pero después de observarlos con detenimiento como una acosadora podía empezar a notar las innegables diferencias.El risitas parecía ser el único consiente de nuestra existencia, por lo que sonreía a cada chica que capturaba viéndolo, mis lentes oscuros representaban una ventaja, sin embargo no duro demasiado, el risitas me miro y la expresión de su cara se torno extrañada por unos segundos, estaba acostumbrada a ello, pero aun así me incomodaba por lo que volví mi atención al joven profesor solo para descubrir que las tres pizarras estaban completamente llenas de información que carecía de sentido para mí, bufe frustrada y espere a que la clase finalizara sin atreverme a mirar a los desconcertantes chicos, misericordiosos minutos después sonó la campana y todos fueron abandonando el aula, tome mi tiempo mientras recogía mis cosas y espere a que todos salieran, me acerque al escritorio y pregunte al profesor: —Disculpe habrá algún texto con el que pueda repasar la clase de hoy— pareció sorprendido de mi pregunta y una pequeña línea se marco en su frente, mirándolo de cerca sí que podía ver algo de simpatía en su rostro, era guapo, no como los torbellinos que acababan de abandonar el aula, pero definitivamente había algo en el —No me imagine que hubiese alguien interesado en lo que decía— no pude evitar sonrojarme mientras bajaba la mirada aun escondida en mis gafas, el se apiado de mi y empujo el libro que reposaba en su escritorio en mi dirección, tenia una hermosa y detallada foto del universo en su portada e instantáneamente hicimos clip, no me separaría de ese libro hasta terminarlo y lo sabía, sonreí agradecida y prometí devolverlo en mi camino a la salida, no pude contenerme y lo abrí mientras caminaba por el pasillo, instantáneamente el olor a libro nuevo inundo mis sentidos y me plantee saltarme la hora de ingles para poder leerlo, pero mientras evaluaba mis opciones choque con lo que se sintió como una pared de concreto, sin embargo realmente era el sonrisitas, el color invadió mi rostro y agradecí por segunda vez en el día tener que usar gafas oscuras —Te lucen— dijo respondiendo una pregunta que no formule, mis defensas se alzaron en cuestión de segundos, su sonrisa era oscura, había algo en ella que simplemente no encajaba, sus manos fueron directo a mi rostro y me descubrí apartándolo de mí, lo que solo logro que riera con fuerza—No se en que siglo estas imbécil, pero en este esta prohibido tocar a alguien sin su consentimiento— le dije, lo que provoco que riera con aun mas fuerza —¿Planeas quedarte sin testículos esta mañana Pierce? — una voz terciopelo nos hizo girar a ambos en dirección a la pequeña diosa, instantáneamente risitas se separó de mi mirándola con desconfianza, el aroma que había experimentado en el aula volvió a invadir mis sentidos y me descubrí mirando inconscientemente en dirección al otro hermano que caminaba impasible hasta nosotros, mientras mas cerca estaba de nosotros, mas concentrada era la esencia, mi cuerpo empezó a reaccionar de una manera desconocida y partes de mi cuerpo de las que no conocía su existencia se tornaron demasiado sensibles con demasiada rapidez, mi mirada estaba fija en el gemelo que acababa de unirse y no podía evitarlo, mis labios se separaron unos inconscientes centímetros mientras sentía que la temperatura de mi cuerpo empezaba a elevarse —Isabella— llamo y su voz gruesa fue una cachetada a mis nervios que empezaron a retorcerse bajo mi piel, la pequeña chica fijo sus ojos en él y asintió ante una conversación que paso desapercibida ante mis sentidos, el rostro de risitas se torno serio por primera vez y sostuvo la mirada de Isabella solo unos segundos antes de perderse en el pasillo, acto seguido ella me miro y sonrió educadamente —Isabella— dijo alzando una mano en mi dirección, su belleza era intimidante, Pero aun así su sonrisa parecía sincera, por lo que tome su mano y me presente también— Aislin— respondí evitando a toda costa mirar al gemelo frente a mí, sin embargo podía sentir su mirada sobre mi y fue una sensación que me pareció incómodamente familiar —Si mis primos te molestan solo dímelo, mi estatura me da ventajas tácticas sobre lugares específicos— me giño un ojo y camino en la misma dirección que había tomado risitas, dejándome una incontenible sonrisa en los labios. el segundo gemelo seguía de pie frente a mi y no parecía dispuesto a moverse por lo que intente esquivarlo sin tener que enfrentarme a su mirada, pero apenas intente dar el primer paso su brazo se enrosco en mi cintura arrastrándome a un salón vacío, el libro voló de mis manos mientras me impactaba contra la pared como si fuera solo una muñeca de trapo.—¿Qué eres? — dijo logrando que la sangre en mis venas se congelara, desde pequeña había tenido pesadillas en las que los estériles se enteraban de mi verdad, pero siempre se debía a que cometía algún error, sin embargo era imposible para mi hacerlo si ni siquiera tenía dominio sobre mis poderes—¿Qué? — fue todo lo que pude susurrar levemente presa del pánico, el me encarcelo con sus brazos a cada costado de mi rostro y su mirada oscura estaba fija en mi como si pudiera ver a través de mi alma. Mi cerebro empezaba a trabajar en todos los posibles escenarios y en las respuestas correctas que me sacarían viva de aquí, pero todo lo que hubo entre ambos por escasos minutos fue solo un silencio en el que fui muy consciente de sus perfectos labios y de su agobiante cercanía, el por su parte parecía estudiarme, como si en cualquier momento fuera capaz de convertirme en algo más.Estando tan cerca de mi su aroma era mucho más espeso y desequilibrante, un segundo estaba aterrada y al siguiente un torrente eléctrico empezaba a formarse en mi vientre bajo mientras intentaba contener las lágrimas, ¿Qué me estaba pasando? La expresión en su rostro cambio al percatarse de las vergonzosas señales que mi cuerpo parecia gritar volviendo sus ojos lava negra pura y reacciono apresando mis dos manos sobre mi cabeza, su respiración se volvió tan errática como la mía y sus labios se abrieron mientras miraba los míos, me arranco los lentes en un gruñido y fijo sus ojos oscuros en los míos y esos dos pozos de lava negra era todo lo que podía ver cuando todo se nublo y el torrente eléctrico que se arremolinaba en mi vientre se esparció por todo mi cuerpo haciendo que me arqueara en su dirección mientras se escapaba un ¿gemido? De mis labios, sus manos fueron hacia mis caderas moldeando el arco de mi espalda mientras una lagrima rodaba por mi mejilla, jamás me había sentido tan bien, justo ahora todo podía irse a la mierda, mi cerebro, la magia, la escuela, el mundo entero, todo lo que me importaba era el cosquilleo que aun sentía en mis extremidades —¿Puedes mantenerte de pie? — me pregunto un minuto después con una voz ronca y fue cuando comprendí que mis piernas habían fallado y era el quien me sostenía, mis mejillas se encendieron mientras escuchaba a los chicos caminar en nuestra dirección, asentí avergonzada y aproveché la entrada de los chicos para huir sin mirar atrás.

Herederos del infierno #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora