Herederos del infierno #2

Capitulo 15: Un bautizo, una boda y un funeral (Parte 2)

Evangeline

A orillas del mar negro solo la casa Blackmoon y su nueva Reina mirábamos el cuerpo sin vida de mi tío Bael mientras las olas lo mecían. Flashes de todos los momentos que vivimos juntos se arremolinaban tras mis parpados mientras veía las lágrimas de Heather caer sobre la arena.

Góspel enciende el fuego que devora su cuerpo y yo siento las llamas consumir mi estomago a su vez. Bajo ese fuego esta lo mas cercano a un padre que jamás conocería, Su legado, enseñanzas y sabiduría prevalecería más allá incluso de nuestras fronteras. El seria eterno, lo sabía, pero aun así hoy lo estaba perdiendo y una parte de mi se estaba yendo con él.

Caminé hacia el mar sintiendo la arena colarse entre mis dedos y me detuve solo cuando el frio del agua quemo la planta de mis pies.

Mi cuerpo estaba entumecido y mis ojos fijos en el crujido del fuego, sabia que no seria real para mi hasta que viera su cuerpo, sin embargo, jamás pensé que seria capaz de sentir una perdida con esta intensidad, se también que si me permitiera explorar el enlace Góspel también lo estaría haciendo, pero hoy mi cuerpo solo tenia espacio para un solo vacío, y ese era solo el mío.

Una pequeña explosión alzo chispas por los aires y fue como un golpe de realidad en el que finalmente las obstinadas lagrimas salieron sin control, y apenas lo hicieron no pude parar, caí de rodillas y el tiempo se ralentizo mientras sollozaba un dolor que no era capaz de manejar, la arena raspaba mis rodillas y la helada agua la adheria a mi vestido

Nadie puede ser más feroz al defender que alguien que tiene algo que perder ­— su voz se reproducía en mi cabeza llenando cada célula de mi cuerpo

Lucho por llevar el aire a mis pulmones mientras mis recuerdos siguen trayéndome su rostro.

El primer abrazo de un padre...

Las tardes en la biblioteca en las que mi pequeño cuerpo apenas era capaz de sostener los libros que nos leía...

Los paseos al bosque beta...

las tardes navegando el mar negro, conociendo nuestro reino...

Las noches frente al telescopio estudiando nuestras lunas...

El dolor amenaza con romperme en dos mientras mis gritos llenan el vasto espacio, no estoy en control de mi cuerpo, ni de mis recuerdos, ni de mí.

Las sombras de Góspel se arrastran a mi alrededor rodeándome de una cómoda oscuridad en la que me pierdo mientras me permito perder el control. mañana habrá tiempo para las coronas y las máscaras, pero solo por esta noche me permitiría llorar.