Isabella
Las doncellas se movían a mi alrededor con rapidez y en absoluto silencio. Frente a mi, mi reflejo me devuelve una mirada ausente y peligrosa, puedo ver en ella como los recuerdos se pasean detrás de mis parpados mientras la doncella detrás de mi apretaba con fuerza el corset rojo de mi vestido. Hace exactamente un mes habíamos vuelto al Reino de Fuego y desde entonces había pasado cada hora de cada día frente a la capsula donde estaba retenida Genesis en el tártaro.
El impuro había llegado aquí una semana antes que nosotras y tal como predijo Góspel se había aclimatado con rapidez, lo que abrió la puerta a una posibilidad que pensábamos imposible. Los ángeles caídos del Reino de las mareas tenían la opción de unirse a nuestras filas, y de compartir nuestro Reino.
Demasiadas cosas habían cambiado en mi ausencia. los herederos implementaron una política de puertas abiertas, lo que nos dejaba con un incremento aterrador y desconocido de población, era poco lo que sabia al respecto ya que no había salido de los pasillos del tártaro desde mi llegada, pero hoy todo eso estaba por cambiar. Una vez mi familia me presentara como la heroína del castillo iríamos directo a la mansión Blackmoon.
Hoy era un día decisivo para la casa Blackmoon y para el Reino en general. Después de una semana entera de retos creados con la intención de probar y romper al heredero en cada aspecto posible, Gospel había finalmente logrado pasar la prueba de la corona. Solo los herederos mayores de 18 años podían reclamar el derecho a la corona y entrar en el terreno de la luna de ónix, esta los probaría y confrontaría. Solo el ganador tendría acceso a la corona, y si la luna decidía que ninguno de los herederos era digno de la corona esta seguiría sirviendo solo a su anterior Rey, lo que en el caso de Lucifer hubiese significado dejar a nuestro Reino por completo desprotegido y vulnerable de nuevo. Sin embargo, Evangely y la Seelie parecían tener planes distintos en mente o confiaban demasiado en Gospel ya que declinaran sin dudar el derecho a reclamarla
Las reglas eran simples, el ganador era coronado frente al consejo, y una vez que la corona respondiera a el y liberara sus poderes el Rey debía designar a su Guardia Real y reclamar a su Reina. En otra realidad esa Reina seria yo, Lucifer le habría cedido el trono a su heredero tan pronto como pudiera desposar a su Reina y ambos gobernaríamos el Reino De Fuego.
La corona demandaba un enlace que mantuviera el soporte y equilibrio en el trono, la primera Reina había sido Lilith, y después de que fuera encerrada en el tártaro los poderes de la corona se vieron severamente afectados, algunos culpaban ese hecho como la razón de la ineptitud del Rey, después de todo el enlace unía a los dos seres como uno e incluso estar separados por largos periodos de tiempo podía afectarlos. ¿Que se podía esperar entonces de lucifer sin su Reina durante tantos años?, pero las casas eran más difíciles de disuadir, los primeros de cada luna eran familias fuertes y poderosas. Mis padres los Duqueses de la casa Redmoon eran políticos innatos, El GeneralGraymoon de la casa de la luna plateada había luchado al lado del General Blackmoon desde el inicio de los tiempos y el corazón humilde de su esposa se había ganado la atención de muchos haciéndolos los favoritosdentro e incluso fuera de las fronteras de su aldea, y por último la dinastía Faith, las hijas olvidadas del Reinado de Lucifer. Todas las casas creían ser lo que la realeza del Reino de Fuego necesitaba. sin embargo, la corona solo podía ser reclamada por un heredero de sangre oscura, un descendiente directo de los primeros.
Las doncellas aprueban silenciosamente mi vestido y se enfocan en retocar mi maquillaje. Motas de rubor vuelan frente a mis ojos trasladando a mi mente a la noche del baile
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—No lo sé isa, jamás había tenido una fiesta de cumpleaños antes— sus manos van a su rostro ocultando su creciente vergüenza de mí. estaba frente al espejo de mi tocador mientras escogíamos que hacer con sus hermosos rizos de fuego
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Herederos del infierno #2
FantasyEl viento ingresa por la ventana liberando mis rizos rojo fuego por el aire mientras mi chelo lanza al aire la última nota de la canción más hermosa alguna vez escrita, y al instante el salón se llenó de un silencio que me permití disfrutar por unos...