El cazador
Su cabello rojo se derrama sobre la blanca almohada logrando que una electricidad recorra mi piel, su pecho sube y baja lentamente mientras sueña y mis dedos queman por la necesidad de tocarla. Sus mejillas se tiñen de rojo debajo de una explosión de pecas sobre sus mejillas, sus labios rosados y sus delicados rasgos me atraen como si de la fuerza de gravedad misma se tratara. Toma todo de mí no rodear su cuello con mis manos y mirar como la vida se escapa de ella cuando entierre mi espada en su corazón, después de todo esa era mi misión.Mi familia me había mandado a por ella. La Stela de confianza de la Reina Hydra sabía que no existía otro vacío capaz de hacer lo que yo podía, nadie sería capaz de llegar hasta ella antes que yo, y no le faltaba razón, en menos de una semana la niña del cabello de fuego estaba frente a mí, y justo cuando cada fibra de mi cuerpo me exigía correr en su dirección y destruirla como solo se consigue hacerlo con objetos de un muy fino cristal, fue entonces cuando los ojos más azules que había visto miraron en mi dirección golpeándome con una fuerza desconocida y avasallante.Una fuerza universal que aún no identifico me paralizo frente a ella y no puede evitar sostener su fija mirada al vacío en el que sus ojos no lograban descifrarme, era imposible que pudiera verme, o siquiera sentirme, pero aun así su mirada buscaba con detenimiento mi existencia, y mientras sus ojos sin entenderlo miraban en mi dirección su mirada limpia cargada de caos despertó algo dentro de mí. La niña del cabello de fuego reaccionaba a mi como si pudiera sentirme, y la reacción de su cuerpo empezaba a calar en mis huesos, sus ojos estaban llenos de miedo y confusión, pero también podía ver en ellos una sombra de curiosidad, lo que me mantenía perdido en cada pequeño cambio de su fragmentada alma. Mas días pasaron y la seguí en cada paso como si de su sombra se tratara, y aunque mis instintos más básicos me golpeaban con la urgencia de sentir su oscura sangre en mis dedos, algo dentro de mí seguía deteniéndome. Los humanos eran los juguetes favoritos del Reino oscuro, y ¿Quién podía culparlos? después de siglos existiendo la vida pierde sentido, por lo que las stelas le regalaron al palacio los espejos de venus. siglos habían pasado desde la ultima vez que fueron usados, sin embargo, después de la profecía de la sibila los espejos volvían a estar en cada rincón del vasto palacio, dándoles a los dioses la capacidad de vigilar cada movimiento en la tierra, y a los menos interesados la posibilidad de redescubrir un pasatiempo que habían dejado de lado Los espejos de venus mostraban cada rincón del planeta, y cada interacción entre sus habitantes, haciendo de las vidas diarias de los humanos la fuente principal de entretenimiento de la realeza. Poco había pasado desde que la energía oscura libero a todos los planetas de la galaxia, cada nuevo planeta fue dotado de vida y controlado bajo el Reino de la familia Silver, jamás se revelaron, sin embargo mantenemos la guardia pues no podíamos predecir si la energía oscura liberaría mas planetas o incluso galaxias donde ya habite vida que no haya sido creada o controlada por nuestro Reino, las posibilidades son escasas, pero no nulas, por lo que los mejores soldados siempre están preparados y permanente servicio.No era un misterio para mí por qué los espejos de venus no fueron suficientes para hallar a la triada, Podía ver su historia incluso antes de que pudiera realmente verla a ella. La niña del cabello de fuego tenía la marca del diamante de sangre, era una promesa de caos y cenizas. Una mezcla que me excitaba y torturaba en partes iguales, acabar con ella seria privar al universo de un poético final, pero dejarla vivir era condenarme a existir con esta necesidad que empezaba a obsesionarme, realmente me importaba muy poco la amenaza que podía ser para el Reino oscuro, después de vivir tanto ya nada es capaz de sorprenderte, o por lo menos nada lo era hasta que los pozos de sangre, oscuridad, caos y cenizas que hay en sus ojos golpearon mi instinto asesino, quería su sangre tanto como quería su caos, necesitaba el poder de su cuerpo sin vida en mis manos tanto como necesitaba las cenizas que sabría que dejaría tras sus pasos, la oscuridad en sus venas me llamaba tanto como su luz era capaz de retenerme y en ambos mundos, frente a ella mi cuerpo dejaba de responderme mientras la necesidad corroía bajo mi piel, yo era su verdugo y sin embargo de alguna manera su fragmentada esencia estaba consumiéndome a mi. ...Isabella
El rojo de mis labios despierta en mi emociones peligrosas mientras contemplo mi reflejo. Mi cabello negro azabache cae en suaves ondas sobre mi espalda enmarcando mi perfilado rostro, mis finos rasgos están diseñados para persuadir la mente de mi potencial alimento, sin embargo, en la ciudad de Rubí nos enseñaron a darle muchos otros usos. Centro mi mirada en el verde penétrate de mis ojos e intento indagar en ellos como si no hubiese perdido la capacidad de volver a encontrarme en ellos, sin embargo oscuridad es todo lo que puedo ver mientras repaso las curvas que el pequeño vestido negro envolvía como un guante.El reino de cristal había adoctrinado a la humanidad desde el instante en el que demostraron que eran los encargados de los Reinos por órdenes del Reino oscuro, y desde ese instante instalaron en el Reino de las mareas una versión humana de la segregación de Lilith, debido a la naturaleza de las emociones humanas, todo se fue a un extremo demasiado oscuro con demasiada rapidez y el resultado fue un demonio dando a luz a una magia humana y un ejército entero admirando como los alumnos superaron a su maestro, y ahora el Reino humano es el ejemplo a seguir para los guardianes de los calabozos del Reino de cristal, y a pesar de que los serafines son incapaces de sentir la misma necesidad de poder que los hombres humanos eso no los detuvo de doblegarme y humillarme. Los recuerdos se sienten como afilados cristales clavándose en mi piel, por lo que me niego a cerrar los ojos cuando el ya familiar dolor oprime mi pecho, respiro despacio mientras vuelvo a ahogar a la irreconocible chica que alguna vez fui, y veo ante mis ojos como una fría oscuridad toma el control de mis rasgos, peligro es todo lo que puedo ver ahora en mi imagen y nada es más fascinante que ello. Había una oscuridad en mí que era impropia de mi raza, los vampiros eran por naturaleza narcisistas y frívolos, pero no era eso lo que veía en las ventanas de mi mente, no era la necesidad de que todo girara entorno a mi lo que me movía, desde esa noche se había instalado en mí una necesidad arrasadora de algo que comprendí como la necesidad de retomar el control.Dicen que es imposible ser definido por un solo instante de vida, pero Quien lo dijo jamás había estado a merced de un miedo tan paralizante que es capaz de instalarse en los huesos, e incluso cuando sientes que disminuye y deja paso a todo lo demás, te encuentras irónicamente deseando que retome su fuerza, porque detrás del miedo se esconden la frustración, la vergüenza y la culpa: "debí respetar las normas y esa noche no estaría tatuada detrás de mi mirada" culpa: "no fui lo suficientemente fuerte para protegerme" vergüenza: ¿por qué? frustración y finalmente ira, una que viaja por el torrente sanguíneo oxigenando cada parte de ti hasta que solo eres capaz de respirar muerte, pero ni todos los cuerpos que adornaban mi jardín fueron suficientes para calmar la sed que se apoderaba de mi cuerpo. No es la sangre humana la que va a saciarme, desde ahora lo único que probarían mis labios seria la maldita sangre blanca, y mientras me ganaba la confianza de la triada todo lo que podía hacer era fantasear con ríos blancos y montañas de ojos vidriosos, ellos me regalaron la oscuridad y ahora estaban a punto de ser sofocados en ella..........................
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Herederos del infierno #2
FantasyEl viento ingresa por la ventana liberando mis rizos rojo fuego por el aire mientras mi chelo lanza al aire la última nota de la canción más hermosa alguna vez escrita, y al instante el salón se llenó de un silencio que me permití disfrutar por unos...