LOVE AGAIN ━━ fubuki shirou

capítulo doce

— Puedes hacerlo mucho mejor— Yumikura te observó de reojo asintiendo con la cabeza después de escuchar tus palabras.

  El menor se encontraba hincado sobre una de sus rodillas con la respiración agitada, nuevamente se encontraba en un entrenamiento personal justo después de los entrenamientos en equipo. Te mantenías observando al menor de brazos cruzados, los entrenamientos consistían en intentar realizar una nueva técnica especial.

— De nuevo— pronunciaste con un semblante serio.

  Él debía de entender que no tenías ese puesto solo por reconocimiento, por esa razón demostrabas tener carácter durante sus entrenamientos. Además de que está situación ya era muy delicada para ti, debido a que si alguien más se enteraba de este tipo de entrenamiento lo más probable es que tus superiores, o mejor dicho Ishido Shuuji, te dieran algún tipo de sanción debido a que las técnicas especiales estaban prohibidas para el Fifth Sector.

  Yukimura nuevamente se levantó del césped teniendo algunas partes cubiertas por la nieve que caía del cielo, el intentaba realizar nuevamente los mismos movimientos que había hecho para la técnica especial que tanto había estado practicando durante estos días.

  Habías iniciado con su entrenamiento desde hace aproximadamente una hora, por lo que pensabas que ahora sería un buen momento para terminar y dejar que Yukimura ya regresará a su casa, más que nada por el enorme descenso de temperatura del lugar, ya que las noches en Hokkaido solían ser demasiado heladas.

  Una vez que él menor se había acercado hacia el balón que estaba frente a él, tus labios se habían separado un poco mientras tus ojos comenzaron a agrandarse un poco dejando en evidencia la sorpresa que tenías en tu rostro. Desde hace varios días conocías la manera en la que los jóvenes de Hakuren realizaban sus maniobras de fútbol, por supuesto que lograste reconocer algunas de ellas y todo esto debido al ex entrenador de este mismo equipo, por lo tanto uno de tus compañeros de equipo.

  El menor se encontraba intentando realizar los mismos movimientos que su ex entrenador Shirou Fubuki, cuando esté último ejercía su técnica especial la "Eterna Ventisca", pero allí fue cuando te habías percatado de que Yukimura comenzaba a intentar realizar varios movimientos a su manera.

  Era como si viajaras al pasado donde Fubuki había mostrado aquella técnica por primera vez, lo recordabas como si fuera unos ayeres ya que él había mostrado aquella técnica durante los partidos contra los del instituto Alien, como si nuevamente tuvieras trece años y estuviera en el mismo partido contra Génesis cuando finalmente Fubuki había entendido que no estaba completamente solo.

  Solo que Yukimura había perdido el control al último minuto, lo que provocó que él no consiguiera finalizar su técnica.

  Un ligero suspiró se había escapado de tus labios mientras que tus ojos se cerraron por completo, comenzaste a caminar en dirección hacia el joven de cabellos azules intensos, sabías que ahora mismo él ya tenía algo en mente de como sería su nueva técnica especial, aunque también tendrías que cuidar de su salud debido a que ya había pasado un enorme lapso de tiempo y la temperatura ya comenzaba a bajar aún más. El menor se encontraba tomando asiento en el césped respirando de manera agitada, por lo que una vez que observó la sombra de tu silueta levantó la mirada hacia ti.

— Eso es todo por hoy— tus palabras sonaron más como si fuera una orden—. Ve a descansar para seguir con el entrenamiento mañana Yukimura.

— Gracias, entrenadora— una sonrisa se asomó por el rostro del menor—. Estoy seguro de que mañana lo conseguiré.

  Una pequeña sonrisa había decorado tu rostro por completo, la actitud de el joven te recordaba mucho a tu antiguo ser, a la joven que trataba de realizar forzosos entrenamientos para obtener una buena técnica especial.

— Nos vemos mañana.

  Yukimura finalmente se había retirado por completo, por lo que tú mirada se había detenido sobre los arbustos que no tenían nada de iluminación, desde hace varios minutos sabías que alguien los había estado observando desde ese lugar.

— Sabes que es de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas— formulaste lo bastante alto para que aquella persona escuchará cada palabra.

  Una vez que una figura se había acercado lo bastante cerca de la luz del faro, presionaste tus labios con molestia después de lograr reconocer a aquella persona.

— ¿Qué quieres Kuroki?— cuestionaste con desinterés, comenzando a recoger todo los balones que se habían utilizado en la práctica.

— Que entrenamiento tan educativo— afirmó con una falsa sonrisa y palmeando sus manos—. Creí que estaban prohibidas las técnicas especiales en Fifth Sector. Disculpa, si lo están.

  Mantuviste la mirada de él.

— Sabes esto tengo que reportarlo con el Emperado— rodaste los ojos cuando escuchaste sus palabras, sabías cuando disfrutaba tener que hacer esto.

  La relación que mantenías con Kuroki era delicada, ambos no se agradaban por completo y lamentablemente Kuroki siempre aprovecharía algún descuido tuyo para reportarlo con Ishido.

— Se muy bien que las técnicas especiales están prohibidas, no necesariamente tienes que repetirmelo— le explicaste—. Mi recomendación es que no te metas en mis asuntos, Kuroki.

— Estoy seguro de que esto decepcionará mucho a Ishido— admitió el mencionado, ignorando tus palabras.

— ¿Y crees que el hará algo contra mí?— le cuestionaste con una sonrisa—. Soy su mano derecha Kuroki, yo sé cómo manejo las cosas y si piensas que él me despedirá o algo, estás muy equivocado. El emperador confía demasiado en mi, sabe que hago las cosas por algo y lo único que conseguirás es que él, se enfoque en tu trabajo.

  Comenzaste a dar unos pasos frente a él, con cada palabra que pronunciaba la sonrisa de el se reducía en casa momento.

— ¿O creíste que tener una charla con Tsurugi Kyousuke, es parte de mi trabajo?— te detuviste lo bastante cerca de él—. Ese era tu trabajo, y fue algo que no lograste hacer. El emperador tuvo que recurrir a mi para que tu trabajo no se viera afectado, así que comienza a enfocarte en lo tuyo y deja de vigilar todo lo que yo hago.

  Su rostro cambio por completo.

— Ahora si me disculpas, tengo mejores cosas que hacer.