capítulo siete

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  Tu mirada subió hasta la limusina donde anteriormente Kuroki había entrado, él ya estaba apunto de reportar lo sucedido al emperador por lo que a partir de ahora tendrías que seguir con lo que habían acordado. Anteriormente cuando estabas en Kidokawa Seishun podrías tomar tu coche y conducir directo hasta tu hogar, el cual estaba a tan solo una hora pero, ahora es diferente por lo que tendrías que quedarte en un hotel cercano al instituto.

  Antes de salir completamente del instituto Hakuren tu mirada observó por última vez el campo de fútbol, donde allí lograste darte cuenta de que aún se encontraba un estudiante realizando una anotación hacia una vacía portería.

  Aquello definitivamente te había llamado la atención, el joven tenía los cabellos azules y por la manera en la que estaba golpeando el balón parecía estar molesto con algo.

  Una vez que el balón aterrizó sobre tus pies dejaste tu bolso en el suelo y lo tomaste entre tus manos, acercándote hacia el joven de cabellos azules intensos, quién se había percatado de tu presencia frunciendo el entrecejo.

— Jugar de esta manera no te ayudará a mejorar— formulaste alzando el balón hacia la dirección de él— ¿Estás esperando a alguien?

  El joven simplemente giró la mirada tomando el balón, ignorando tus palabras y comenzando a entrenar nuevamente por si mismo. Una ligera sonrisa adorno tu rostro, él estaba muy molesto pero, una regla importante en el fútbol era no dejarse llevar por los sentimientos negativos, porque eso podría perjudicarlo.

— ¿Qué es lo que quiere?— cuestionó de manera grosera, observandote de reojo—. Ya puede irse.

  Alzaste tu ceja después de escuchar sus palabras, normalmente los jóvenes de su edad le tenían respeto a los mayores como tú, pero este joven era todo lo contrario.

— Te haría la misma pregunta pero, estoy segura de que no me contestarás— colocaste una de tus manos sobre tu cadera.

  Él joven simplemente tomó su balón nuevamente observandote de reojo, presionó su mandíbula pensando si era buena idea explicar lo que había sucedido. Pero, además por alguna razón él sentía que te reconocía de algún lugar.

— Estaba esperando a alguien— resumió colocando el balón en el suelo—. Pero al parecer nunca llegó— una vez que él termino de pronunciar aquello golpeó fuertemente el balón hacia la portería.

  Pensaste en que quizás aquella persona que estaba esperando lo ayudaría a entrenar, debido a que por esa razón el comenzaba a entrenar por sí mismo.

— Supongo que él te iba a ayudar con tus entrenamientos ¿No es así?— el joven asintió.

  Te acercaste hacia la portería tomando rápidamente antes que él, el balón de fútbol. Ya era tarde como para que un estudiante estuviera entrenando hasta estás horas de la noche, él te había llamado la atención por la manera de como jugaba y es que no necesitabas verlo de nuevo para saber que él tiene el potencial que se necesita en el fútbol.

— Es muy tarde ahora— afirmaste tomando el balón con tus manos—. Si quieres entrenar, hazlo mañana y si tú compañero no vuelve a venir yo te ayudaré a entrenar.

  Él rostro del menor estaba sorprendido, desde hace dos días que su entrenador había faltado en sus entrenamientos esto provocó en él que se sintiera traicionado, más que nada porque el joven ya estaba desarrollando sus técnicas y la verdad es que aún quería seguir entrenando, el rencor se estaba apoderando de él y no quería seguir por ese camino.

  Así que él sabía que lo mejor para él es aceptar la oferta.

— Si, está bien— una pequeña sonrisa sobresalió de su rostro.

  Él tomaría cualquier tipo de entrenamiento que pueda ayudarle a seguir mejorando, incluso si ya no es con el mismo entrenador que él tenía.

— ¿Cuál es tu nombre?— preguntaste dándole el balón de fútbol.

— Yukimura Hyouga— respondió alzando un poco la mirada.

— Muy bien Yukimura entonces nos veremos mañana — tomaste tu bolso, el cual habías dejado en el suelo—. Por cierto, mi nombre es Koizumi (T/N).

  Al instante el rostro del menor se sorprendió demasiado, por supuesto que cualquier persona que jugará fútbol en Japón reconocería aquel nombre. Ese nombre es el de la antigua jugadora de Inazuma Japón, una jugadora que se destacaba por ser capaz de estar en cualquier posición.

  Sus ojos azules verdosos emitieron un pequeño brillo, por supuesto que tú podrías seguir ayudándole con sus entrenamientos, así el podría mejorar.

  Sabías que dándole tu nombre al pequeño el entendería que tú no eras cualquier persona, el entendería que tenías suficiente conocimiento del fútbol y que si su entrenador no aparecería de igual manera él tendría su entrenamiento.

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  Una vez que ingresaste hacia tu nuevo apartamento dejaste tu bolsa en la mesa del comedor, te sentías extraña por estar en un nuevo lugar, el servicio de mudanzas te había ayudado a traer lo más importante a tu nuevo departamento.

  Y cuando estabas a punto de cenar, algo había llamado tu atención por completo.

  Recordabas que habías dejado tu computadora portátil abierta debido a que debías de estar lo antes posible en el instituto Hakuren, te habías olvidado de cerrarlo por completo. Pero, eso no era lo que había llamado tu atención, sino que había un correo con un destinatario anónimo.

  Una vez que leíste por completo lo que contenía el correo electrónico presionaste tu mandíbula, sabías de quién se trataba y a lo que quería llegar con sus palabras.

  Pero, no podías dejar que eso te afectará.

LOVE AGAIN ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora