Alaya
Todo el día se pasó entre ir de compras y estar en la peluquería así estar listas para la fiesta de la noche. Los pequeños demonios se quejaron de no poder pasar más tiempo conmigo durante la mañana, que, como compensación, mañana tengo todo un día de juegos programados, "esos dos son incansables cuando se lo proponen".
La vista que me recibe en el espejo es una que me encanta ya que es todo lo que había imaginado cuando elegí el vestido, "le sacaré canas verdes a mi padre y hermano, pero vale la pena". La tela se pega a mi figura como segunda piel, resaltando lo necesario y mostrando lo suficiente para llamar la atención.
—¿No deberías llevar algo más cubierto considerando que afuera hace un frio que congela? — "esa voz". Me giro y encuentro al mismo Omer Baruk en mi cuarto.
—Pero, ¿Qué mierda haces aquí? —este sale de las sombras y veo que tiene un esmoquin totalmente negro, junto con su típico moño agarrando su cabello y la barba bien peinada, no puedo decir que la vista sea fea, es una muy sexy, más porque así de negro hace resaltar el verde de sus ojos, "deja de alabar la belleza del hombre, por dios".
Camina hasta estar delante mío y coloca en medio de ambos un cofre mediano negro, yo frunzo el ceño cuando lo veo —te dije que tengo mis trucos para ir donde estes —bufo sonriendo y este abre el cofre, en su interior hay unos aretes de diamantes que bien podrían ir de forma excelente con mi vestido —tenía que escoger una prenda la cual usaras como mi marca esta noche —mi mano toca mi cuello justo en la marca que para mi suerte pude cubrir ahora mejor con maquillaje, "fue un lio tratar de esconderla de Elena y Anoushka todo el día".
Tomo el cofre apreciando los aretes largos, me doy la vuelta y saco uno del estuche y lo coloco en mi oreja viendo como se ve —¿me permites? —mi respiración se entrecorta al ver nuestros reflejos en el espejo. El todo de negro viéndome con esos ojos que siempre creo que quieren tragarme entera, mientras yo voy de rojo y que aún de tacones altos, le llego al principio de los labios. Sin poder hablar asiento y Omer con suma delicadeza coloca ambos aretes en mis orejas, haciendo que la misma acción se vuelva una erótica, "¿Qué mierda tiene este hombre que todo lo que hace mi cuerpo reacciona?".
—Güzel —susurra en lo que identifico como turco y veo como sus manos se posicionan en mis caderas —esta noche tendré que vigilar que ningún hombre se añada a la lista —giro para verlo y responderle, pero tocan mi puerta.
—Alaya, ¿estás lista? —"mierda Anoushka".
—Dame un segundo —tomo a Omer de la mano y lo guio hacia el pequeño balcón que tengo, viendo hacia los lados noto que no hay ningún guardia cerca —te vas rápido, sino quieres tener una bala entre las cejas —este se ríe —no le veo lo gracioso.
—Pero lo es —toma mi nuca y me besa de forma ardiente que no puedo evitar gemir —feliz cumpleaños Vahşi —susurra en mis labios —disfruta de tu fiesta, que más tarde serás completamente mía.
—¿Qué quieres decir? —pregunto, pero no me responde y solo se acerca al borde y salta, veo como cae bien al suelo ya cubierto de nieve para después mirar por última vez hacia mí y mostrar esa sonrisa de suficiencia. Mi puerta se abre y me adentro de nuevo.
—¿Qué haces afuera? —pregunta Anoushka con desconcierto.
—Solo quería un poco de aire frio antes de meterme en el circo —ella sonríe y busca agarrar mis manos.
—En medio de toda la preparación, no pude darte tu regalo —nos sienta en la cama y saca una pequeña caja blanca —Alexis y yo decidimos que sería buena idea que lo uses esta noche —entrecierro mis ojos que al abrir la caja comprendo sus palabras.
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ZARINA
RomanceLIBRO 2 - TRILOGÍA AMORES Y MENTIRAS Mi pasado siempre estará marcado por tres cosas; Era el resultado de una aventura. El reemplazo de una hija muerta. El error vivo de Iván Petrova. "Tres cosas a las que fui obligada a aceptar y convertir en mi v...