CAPITULO 24

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Amelia

Escondida en medio de los árboles, espero impaciente esperando un ruido o algo que me indique que es lo que está pasando dentro. Los minutos se hacen eternos cuando veo un cuerpo con el torso desnudo luchando con los guardias de afuera, al enfocar bien noto que es mi hermano y no dudo en salir disparando a los hijos de puta, "con mi hermano no se mete nadie".

Él se da cuenta de mi presencia y corro cuando su cuerpo empieza a perder fuerza. Con dificultad lo alzo y nos alejamos lo suficiente que lo apoyo en un árbol —¿Qué mierda te hicieron? —siseo viendo las marcas de golpes en su torso y rostro, sus muñecas igual están lastimadas y tobillos.

—Esa hija de puta me drogó que cuando desperté ya estaba aquí.

—¿De quién hablas? —pregunto frunciendo el ceño, este se endereza en el árbol siseando en el proceso.

—Gulsa Baruk —los ojos de mi hermano están llenos de rabia —la perra escuchó parte de nuestra conversación con Alaya y Omer de esa noche —mis ojos no pueden abrirse demás, peor sabiendo que Emir sabe sobre eso.

—Tengo que sacar a Omer de ahí —me apresuro en levantarme, pero mi hermano toma mi muñeca deteniéndome.

—No vas a poder enfrentarte a él, hay más hombres adentro que los que deje inconsciente.

—No voy a dejarlo Celdric —me zafo.

—Ni yo, pero ir a lo imprudente no nos servirá —saca un teléfono de su bolsillo —espero que tu memoria no falle ahora —me lo entrega —si queremos salvar a Omer, tenemos que conseguir ayuda igual de fuerte que la maffiya —al agarrar el teléfono, no dudo en marcar el número que mi memoria grabó. Viendo a mi hermano sé que el derramamiento de sangre es inevitable, "podré ganarme el odio de Deniz, pero su madre pagará el haber lastimado a mi hermano". Cuando descuelgan digo rápido —Omer está en peligro...

Alaya

Creí que el secuestro de mis sobrinos seria lo peor que experimentaría, pero estaba equivocada —Omer está en peligro —la voz de Amelia está llena de preocupación y también de rabia.

—¿Qué sucedió? —respondo tratando de mantener una apariencia tranquila ya que mi padre está cerca.

—Su madre escuchó nuestra conversación y se lo informó a Emir —siendo un tic en mi mandíbula —tramó secuestrar a tus sobrinos, pero también atraer a Omer a una trampa —estoy enfocando mi mirada a mi vaso de licor mientras mi cabeza asimila todo lo que estoy oyendo, "la maldita perra se ganó a pulso que la mate".

—¿A dónde lo llevó? —el grito de Viktor inunda la habitación cuando mi padre hace el corte en sus dedos.

—De seguro al sótano de la mansión —dice —es ahí donde tiene su lugar para «educar».

—Bien, necesito un mapa del lugar y los horarios de vigilancia, así como también los lugares específicos de cámaras y de que tipo son.

—Está bien, pero primero tengo que atender las heridas de mi hermano, Emir lo torturó para empujar a Omer a hablar —peino mi cabello hacia atrás a modo de mantener la maldita calma.

—Tienes hasta el amanecer —cuelgo y me quedo viendo la pantalla, "necesito mantener la cordura", al ver hacia Viktor noto su estado sudoroso y degradado. Me acerco y ojos igual de pálidos que su hermano me ven.

—Maldita perra —sisea —alguien con la sangre sucia como tu jamás debió mezclarse en nuestro mundo —sonrío ladinamente y tomo un martillo junto con un clavo.

—Espero que seas creyente Viktor —él ve los objetos en mis manos —porque estoy a punto de recrear la crucifixión contigo —puedo ver el terror bañando su rostro —pero, no te preocupes —paso mis nudillos por su asquerosa mejilla —seré buena y te daré a escoger que parte de tu cuerpo quieres que clave —veo la mano que está totalmente sin dedos —hay que detener la sangre —veo a mi padre y este asiente agarrando el soplete y empieza a quemar la carne.

ZARINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora