Amelia
La casa se sumerge en un silencio que anuncia el final de la jornada. Coloco el ultimo plato en su lugar cuando un par de manos me rodean la cintura apegándome a un pecho duro —¿no deberías estar a la espera de Omer? —me giro para encontrarme con un par de ojos verdes divertidos.
—No me ha mandado nada de que ya ha aterrizado, así que aún tengo tiempo libre —se acerca más aprisionándome contra el mostrador, su colonial amaderada me llega y de cierta forma mi cuerpo se relaja —¿mañana comienzan tus exámenes? —asiento.
—Por una semana estaré inundada de información, que siento que mi cerebro podría humear a través de mis orejas —Deniz se ríe y me alza sentándome en el mesón de granito con él en medio de mis piernas.
—Te ira bien, estoy seguro —deja un beso corto en mis labios —mi mujer es la mejor doctora de Estambul —siento mis mejillas enrojecer por su alago. Vuelve a buscar mis labios ahora en un beso más largo y profundo, "por favor, ala, deja que este hombre sea mío".
Deniz pertenece a la familia principal de la maffiya, mientras que yo llevo el apellido de la familia que cometió traición a esta organización que por consiguiente ahora con mi hermano vivimos una vida prácticamente de esclavos. "Son de los Topal", "No puedo creer que los mantuvieran con vida", "Solo es cuestión de tiempo para que ellos igual muestren sus colores". Siempre estuve rodeada de críticas y humillaciones, así que cuando escucho a alguien toser y veo a la madre de Deniz se lo que viene —no deberías estar aún aquí Amelia —su mirada de desprecio me escose por dentro y solo bajo del mesón con la intención de irme, pero Deniz detiene mi acción agarrando mi muñeca.
—Te agradecería madre que empieces a tratar a Amelia con respeto —miro hacia Deniz con asombro y a la vez con algo de temor —después de todo —rodea mi cintura apeándome a el —Amelia es mi mujer —creo que los ojos de su madre no pueden abrirse más mientras traga lo que acaba de decir su hijo.
—Tú no puedes hacer eso Deniz —susurra —ya suficiente fue que tu hermano este con una mujer que no escogió tu padre para que vengas y —me apunta con asco —te juntes con traidores —mi puño se cierra que no sé cómo, pero mi voz sale.
—Yo no he cometido traición señora —le contesto conteniendo mi rabia —y en todo caso si lo fuera, prefiero llevar ese título que los cuernos que usted y cada una de las esposas de los jefes llevan con orgullo —veo como mis palabras la indigna e intenta irse en contra mía, pero unos aplausos nos llaman la atención y veo que es Ayse, la pareja de Omer, mirándome con orgullo.
—Excelente contestación —dice y mira a la señora Gulsa —no debería indignarse, la que empezó a decir cosas que no debe fue usted.
—¿Qué haces tu aquí?
—Yo la traje —entra Omer colocándose detrás de Ayse —¿algún problema con mi mujer, madre? —la señora Gulsa solo ve a sus dos hijos con decepción y solo niega para después abandonar la cocina.
—Una bienvenida muy cálida debo decir —dice Ayse —así que...—nos apunta a Deniz y a mi —¿ya son pareja? —Deniz rodea mi cintura a la vez que apoya el mentón en mi hombro.
—Si —responde orgulloso —Amelia ya es mía —yo lo golpeo en la cabeza apartándolo —eso dolió, ¿Por qué fue eso? —se queja sobándose donde lo golpee.
—Por estar diciendo que soy tuya como si fuera un objeto —este sonríe bajando su cara a la altura de la mía.
—No recuerdo haberte escuchado quejarte esa noche —mis mejillas vuelven a sonrojarse y esta vez lo golpeo en la boca del estómago haciendo que caiga de rodillas doblado de dolor —eres bruta, amor.
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ZARINA
RomanceLIBRO 2 - TRILOGÍA AMORES Y MENTIRAS Mi pasado siempre estará marcado por tres cosas; Era el resultado de una aventura. El reemplazo de una hija muerta. El error vivo de Iván Petrova. "Tres cosas a las que fui obligada a aceptar y convertir en mi v...