CAPITULO 19

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Alaya

La fiesta trascurría con total normalidad, Elena y Federico saludaban y agradecían los buenos deseos. A la distancia realmente se veían como una pareja de ensueño; buena posición, amor sincero y belleza, tres cosas que muchos anhelan, pero que son pocos los que consiguen las tres cosas juntas.

El jardín de los suegros de Elena es bastante espacioso como para caber las tres carpas donde están todos los invitados y aun así tener espacio para que los niños jueguen tranquilamente. Desde que empezó la fiesta he tratado de buscar a Omer entre los invitados mas no he conseguido encontrarlo. Habíamos quedado en vernos aquí ya que en el ultimo mes estuvimos igual de ocupados, "¿Dónde se habrá metido?".

—Alaya —giro para encontrarme a Elena quien me abraza cosa que me toma por sorpresa —Omer necesita vernos en el estudio, sígueme — asiento cuando me ve y la sigo de lo mas normal. Al llegar al final de la carpa, Federico se nos une y los tres caminamos hacia la mansión.

Ya una vez adentro Federico nos guía hasta una especie de oficina de puertas dobles, al entrar nos encontramos a Omer fumando un puro y con cara de pocos amigos —ya se por que mi padre tiene enemistad con los de ustedes —mi cuerpo se enfría.

—¿Cómo lo supiste? —pregunto.

—Joseph indagó un poco en el pasado de tu padre —creo que mis ojos muestran la sorpresa que tengo que se apresura en responder —fue cuidadoso de no ser rastreado, tranquila y lo hizo para que el señor Giulio por fin me aceptara como socio —me mira con suavidad.

—¿Qué fue lo que descubriste? —pregunta Elena, Omer la mira para después apagar el puro.

—La difunta esposa del pakhan fue prometida de mi padre —nos mira —aunque en el certificado se muestra con otro nombre, es ella —nos muestra el teléfono enseñando una foto de mi abuela de joven —Ayse Topal, ese es su verdadero nombre —escucho un deje de rabia en su voz —ella es la culpable de que Amelia y Celdric hayan vivido un infierno.

—¿Amelia y Celdric? —cuestiona Elena —¿Quiénes son ellos?

—Los sobrevivientes de los Topal —hablo con una voz fría ya que no me gusta lo que acaba de decir —y ella —apunto —no tuvo la culpa de nada —los ojos de Omer se estrechan —Aurora Novikova no tuvo la culpa de las acciones obsesivas de tu padre.

—No sabes lo que dices Alaya —refuta —ella huyó, dejo a su familia, ¿para qué? —mi enojo va en aumento —para casarse con el amigo de su antiguo prometido.

—El que no sabe nada eres tú, Omer —habla Elena —esa mujer, a la que estas culpando, huyó de un matrimonio que no quería —que suelte ese dato me da a entender que el señor Giulio le contó su pasado —su familia a la que según tu abandonó, fue quien la motivó a irse. En el camino tuvo un accidente que la llevo a perder la memoria —me apunta —Iván la salvó y cuidó, hasta que...

—Hasta que quien en ese entonces era el pakhan de la Bratva la tomó como rehén —completo y los ojos de Omer van en mi dirección mostrando sorpresa —no se lo que pasaron Amelia y su hermano, pero si te puedo asegurar una cosa Omer —me acerco y lo pincho en el pecho —Aurora sufrió mucho al saber que su familia murió por su culpa y tu padre lo hizo peor al enviarles sus cabezas en una puta caja —este retrocede un poco —así que no hables ni des por sentando cosas sin saber todos los detalles.

—¿Tu lo sabias? —pregunta y yo asiento, noto como se da cuenta de algo —por eso escogiste ese nombre.

—Quería ver a tu padre encontrarse con el pasado —declaro —torturarlo al ver a su hijo emparejado con alguien con el mismo nombre de la mujer a la que le destruyó la vida.

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