Un mismo espiritu

Capítulo 6: Las muestras

En pocos días la tripulación ya estaba de regreso en las tierras de Eel, las muestras fueron entregadas directamente a Huang Chu para que pudiera comenzar con las investigaciones junto con su más talentosa miembro de guardia; Koori. Erika se sentía algo estresada, toda esta situación los tenía a todos nerviosos, pero al menos el jefe de guardia obsidiana ya no se sentía enfermo, pero la guardia brillante le otorgó un día más descanso para que pudiera recuperar fuerzas. Karuto, quien se encargaba de servir los alimentos, siempre alteraba las comidas de Lance porque nunca terminó de agradarle, les agregaba sal de más o de repente les escupía, pero en esta ocasión hizo una excepción porque ahora él estaba débil por haber salvado a Erika, así que le concedería una comida decente por una vez. La joven Aengel se encontraba en la cocina cuando Karuto embolsó la comida que le correspondía al dragón, y le pidió de favor a Erika que se la llevara, lo cual ella aceptó. Se dirigió a la habitación de Lance para entregarle su comida y se quedó a conversar un poco con él.

-No tenías que hacerlo, lo que menos quiero es causarte molestias

-No me cuesta nada, no te preocupes. Dime, ¿te sientes mejor?

-Bastante, sí. Mañana me darán el alta, me urge volver a mis labores

-Imagino que estar tantos días enfermo te aflojan el cuerpo, me pasó lo mismo cuando intenté volver a entrenar, me siento muy tosca, más que antes, me cuesta volver a mi ritmo

- ¿Has entrenado con tus amigos?

-Karenn se ha vuelto muy despiadada a la hora de combatir, me es imposible seguirle el ritmo, y Mathieu también es bastante bueno, imagino que entrena contigo

-Siempre que tengo tiempo libre le entreno un poco, como no tiene poderes más vale que este bien preparado

-Me preguntaba si en alguna ocasión que tengas disponible podrías entrenarme también, Leiftan se niega a hablarme y no quiero que mi vida dependa de que los demás me cuiden

-Por supuesto, ¿pero no crees que tu novio se moleste? Solía ser muy celoso contigo

-Ni siquiera quiere salir de su habitación, así que primero, no se enterara. Y segundo, no puede culparme por buscar a alguien para que me ayude si él mismo no quiere hacerlo

-Tienes un buen punto, supongo que podría enseñarte un par de cosas, dicen que aprender del enemigo te vuelve mucho más fuerte que él

- ¿Aun somos enemigos? - dijo ella antes de tomar una uva

-Preferiría que no, hemos pasado bastante tiempo juntos últimamente que ahora puedo decir que me agradas

-Ja, cuidado, dicen que puedo ser muy molesta

-Ya eras molesta desde antes, eras como una piedra en el zapato

Erika rio, sabía perfectamente a qué se refería, y curiosamente no se sentía molesta por ello, todo lo contrario, se sentía bastante cómoda, lo cual le parecía extraño, hablar con su antiguo némesis sobre las cosas del pasado y ya no sentir esa furia, era como si eso la curara, en el fondo se preguntaba si ella y el dragón podrían llegar a ser amigos algún día, Valkyon estaría muy feliz de saber que su hermano y su amiga tenían una buena relación.

Leiftan

He tenido dolores de cabeza terribles, y algunas mañanas he amanecido con fiebre, pero sé perfectamente que no estoy enfermo, me siento en un dilema enorme, siento un gran vacío dentro de mí y que mi vida no vale nada, las voces de todos los que maté me resuenan en la cabeza, siento una tormenta sobre mí, no sé si estoy en el infierno o algo peor. Solo espero que Erika no sienta mi agonía, me he alejado de ella lo más que he podido, y parece que ha funcionado, no he escuchado que ella sufra o que pase por la enfermería, mejor así, al menos en eso me puedo sentir tranquilo. Me he pasado los días tirado en el suelo de mi habitación mirando el techo, la pared, el piso, Amaya intenta levantarme, pero sinceramente no sé si tengo fuerzas para eso, no he comido en días.