Capítulo 34: ¿Después?

29 5 5
                                    

Siete semanas habían pasado desde el sacrificio oscuro, se decidió llamar así a la acción de Scarlett y Erika por la oscuridad de la bruma, y las cosas ya comenzaban a acomodarse en Eldarya, la vegetación comenzaba a recuperarse de la tormenta por donde hubiera pasado y todos los familiares contaminados estaban sanos, todos volvían a sus cómodas rutinas y a seguir con sus vidas. Valarian fue ascendido a jefe de guardia obsidiana y Karuto dio un gran banquete por su fiesta de ascenso, el brownie y sus amigos comieron como reyes ese día. Jamon mandó construir una estatua como la de Erika para Scarlett y colocarla junto a la de su hermana en el árbol del cerezo, al principio pensaron en un diseño delicado y elegante como la de la Aengel, pero Mathieu y Koori sugirieron algunos cambios, pues la Dragona era más una guerrera que una doncella, así que en lugar de hacerla con un fino vestido le hicieron su armadura. Karenn y Chrome se comprometieron y no quisieron perder tiempo en casarse, con todo esto de la bruma se dieron cuenta de que no querían esperar más, y menos a la siguiente tragedia. Leiftan asistió a la ceremonia, pero no a la fiesta, sentía su corazón pesado por no haber podido tener su boda con Erika, ese día solo quiso recordar los buenos momentos que pasó con la Aengel, acariciaba el anillo que intercambió con ella antes de que cruzara el portal y desapareciera de su vida, Adalric, Koori, Huang Hua y Jamon sabían lo difícil que era para él, así que se turnaron ese día para estar a su lado y ofrecerle su compañía, incluso Karuto se compadeció y le envió algo del banquete para intentar subirle los ánimos, el Daemon apreciaba los esfuerzos de los demás para que ese día fuera lo menos miserable para él, pero en el fondo solo quería quedarse dormido y soñar con Erika por toda una eternidad.

La guardia había notado que a la despedida de Lance en la llanura Hebe no había asistido, les había parecido un poco extraño, pero asumieron que fue debido a la tristeza del hada por no volver a ver a su querido Dragón. Hebe era irritante, molesta, fastidiosa y odiosa en todos sus sentidos, no era que la extrañaran mucho, pero su ausencia era notable, así que comenzaron una búsqueda, pero jamás encontraron nada, algunos creyeron que tal vez murió cuando la bruma invadió el CG, otros que dejó el CG debido a que Lance ya no estaría ahí, que fue devorada por algún familiar contaminado, hubo algunas teorías pero jamás se llegó a una conclusión, así que quedó como un misterio, jamás se supo que Scarlett fue quien la mató en presencia de Lance poco antes de que se llevara a Erika a la Tierra.

Dorothy, el Maulix de Erika tuvo bebés y Koori junto con Purreru se encargaron de ellos, cinco lindos cachorros de Maulix se robaron el corazón de los clientes del Purreko, quienes los adoptaron en cuando fueron puestos en adopción. Leiftan llegó a ver a los pequeños antes de que se fueran con sus nuevos dueños, y dibujó un retrato de Erika con los Maulix, había llenado su libro de dibujos de la Aengel para poder ver su sonrisa siempre. Purral creyó que podría vender ese libro el día en que Leiftan muriera, podría venderlo como pieza de valor histórico, ya saboreaba el maana que conseguiría de él, pero incluso si el Daemon moría pronto debido a la depresión seguro que se llevaba el libro a la tumba, pero conociendo a Purral era hasta capaz de profanar su tumba.

Una de las noches de la séptima semana desde el sacrificio azul Leiftan dormía a lado del cristal como siempre, Huang Hua se apiadó de él y hasta le obsequió una manta para que se cubriera del frio en la noche, pero Ewelein notaba el evidente declibe en la salud del Daemon, se veía más delgado, débil, la Fenghuang notaba que su aura se apagaba cada vez más con cada día que pasaba, ambas temían que no le quedara mucho tiempo de vida, pensaron en obligarlo a salir a tomar el sol, a caminar y tratar de distraerlo, pero no servía de nada, no importaba incluso si Leiftan hacia su mejor esfuerzo en retomar su vida, Erika jamás saldría de su cabeza ni de su corazón. Una noche, mientras Leiftan comenzaba a tener problemas de insomnio y respiración dificultosa una entidad casi divina se apareció en la sala de cristal, era una figura femenina de aspecto celestial y emanaba una radiante belleza, Leiftan quedó asombrado ante tal divinidad, era como si hubiera nacido de la propia luz de la Luna, el cielo estrellado decoraba su piel y su cabello ondeaba en auroras boreales, sus ojos eran la misma luz, no pudo evitar arrodillarse ante semejante ser, y pudo ver a la pequeña Ophelia entrar a la sala corriendo a abrazar a la llamada lectora de estrellas, como una niña a su madre, ella besó la frente de la niña y comenzó a flotar hacia el cristal, sus piernas no eran más que una nube de polvo de estrellas brillantes que dejaba una brisa fresca por donde pasaban. Leiftan se levantó confundido, ¿qué era lo que pretendía hacer aquella diosa? ¿no era para llevárselo al otro lado? ¿al mundo de los muertos? Por un momento creyó que esa divinidad era el velo entre la vida y la muerte, aquella que te tomaba de la mano al momento de partir. Ella acarició el cristal y poco a poco entró en él, como si estuviera decidida en buscar algo, o a alguien. El Daemon quedó en shock, no entendía qué se suponía que estaba ocurriendo en ese momento, estaba casi seguro de que no era un sueño. Una luz resplandeciente iluminó la sala entera, encandilando al Daemon con todo su esplendor, era tan cegadora y brillante que cualquiera que la mirase directamente podría haber quedado ciego. La lectora de estrellas salió del cristal y su inexpresivo rostro no le daba pistas a Leiftan, cerró los ojos y se fusionó con el aire, desapareciendo al instante, unos segundos de absoluto silencio se asentaron en la sala y después un fuerte estruendo, un fuerte golpe en las paredes, seguido de un eco, dos chicas fueron lanzadas contra el muro, agrietándolo debido al impacto. Leiftan no tuvo tiempo para tratar de entender qué había ocurrido, él solo pudo ver a Scarlett y a Erika desmayadas por la contusión, con sus alas lastimadas por el golpe y empapadas de agua, instintivamente las tomó y trató de despertarlas, apenas y respiraban, cargó a cada una sobre sus hombros y corrió hacia la enfermería gritando como un loco pidiendo ayuda. Ewelein apenas abrió la puerta de la enfermería y Leiftan entró corriendo y acostó a cada una sobre una camilla, la elfa estaba en shock, pero no había tiempo para pensar, de inmediato ambos se pusieron a brindarles primeros auxilios, el golpe que recibieron al ser expulsadas del cristal fue tan fuerte que perdieron la consciencia. Una de las enfermeras en turno nocturno con Ewelein fue rápidamente a dar el aviso a Huang Hua, y esta al escuchar la noticia convocó una reunión de emergencia en la sala de consejo, toda la guardia estaba somnolienta por haberse levantado tan de golpe en la madrugada, pero el sueño rápidamente desapareció al enterarse de lo ocurrido. Huang Chu trataba de comprender por qué ambas chicas habían salido del cristal, y a pesar de la resistencia de abandonar a Erika Leiftan cedió a asistir a la reunión para explicar lo que pasó.

Un mismo espirituDonde viven las historias. Descúbrelo ahora