En algún lugar bajo la lluvia
Un fuerte dolor en mi cabeza me cegó, de repente todo el sonido se había ido y perdí la movilidad de mi cuerpo, jamás me había sentido así, fue como si una fuerza mucho mas grande que yo me hubiera abatido, y de repente, caí al suelo bruscamente, mis ojos solo veían las nubes grises y me chorreaban enormes gotas de agua, los relámpagos iluminaban los cielos y los estruendosos truenos apenas y se oían. Sentí las manos de mis hombres intentando que yo recuperara la consciencia, sentía sus manos en mi cara hablándome, sus rostros preocupados estaban borrosos para mí.- ¡Señorita Scarlett! ¿Se encuentra bien?
- ¡Señorita Scarlett! Por favor despierte, ¿qué sucedió?
Yo tenía mucho sueño, no sentía mi cuerpo, lentamente me quedé dormida en un placido sueño.
En algún momento en el CG
Una cegadora luz era lo único que podía ver, era tan brillante que sentía que me cubría de pies a cabeza, jamás me había sentido tan tranquila, era mucha paz, como si no existiera nada más en el mundo, solo estaba yo, solo existía yo, sola en esa realidad tan brillante y apaciguadora. No sabía si mis ojos estaban cerrados o abiertos, solo sentía cómo flotaba en esa ingravidez imperturbable, no había un arriba o abajo, un antes o después, o tan siquiera un pensamiento, era un sueño hermoso. Y de repente, era un caos. Sentí un golpe muy seco en mi cabeza, no sabía que era, pero había demasiado ruido, eran pisadas y voces, el sonido del mar, las aves, mi sangre, había tanto silencio antes que ahora todo me era abrumador, no lo soporté y me desmayé.- ¿Erika? ¿Puedes oírnos?
La joven Aengel aún se sentía aturdida, pero estaba mucho mas consciente que antes, sentía como aquellas veces en las que dormía demasiado y su cuerpo le pesaba, le dolía la espalda y sus extremidades se sentían pesadas, su cuerpo se sentía extremadamente agotado.
- ¿Ewelein? ¿Qué sucedió?
- Procura no moverte demasiado, tu cuerpo aún está demasiado conmocionado. Dime, ¿te duele algo? ¿Sientes alguna molestia? Mareos, náuseas, lo que sea, necesito que me lo digas
- Tranquila, me siento bien, algo cansada pero no me duele nada
- Bien, ahora no te muevas mientras tomo tu temperatura y te hago una exhaustiva revisión
Erika se sentía confundida, veía todo diferente, las cosas no estaban como las recordaba, todo estaba fuera de lugar, la enfermería lucía tan diferente a como la recordaba. El lugar estaba más iluminado que la última vez, había objetos que nunca había visto, las camillas estaban en otra parte, era una remodelación completa, pero lo que más la confundía era el mismo aspecto de su amiga, parecía otra persona, pero a la misma vez tan parecida a como la recordaba, no terminaba por comprender qué estaba sucediendo.
-Ewelein, ¿qué pasa? ¿Por qué todo está distinto?
-Erika... por ahora debes enfocarte en descansar, todo a su tiempo
La joven Aengel se levantó de la camilla abruptamente, desequilibrándose al instante, era como si sus piernas hubieran olvidado cómo caminar.
-No, no quiero descansar, me siento como si hubiera estado en cama mucho más de lo necesario, siento cómo mi cuerpo pesa y se tensa.
Sus movimientos eran toscos, bruscos, sin delicadeza o control. La elfa la sostuvo y la ayudó a sentarse en la camilla para que no cayera al suelo.
-Erika, no creo que sea bueno ahora, sería mucho para ti enterarte de todo de un solo golpe
- ¿Enterarme de qué?
La enfermera no alcanzó a decir algo cuando la líder de la guardia brillante, Huang Hua, entró por la puerta principal de la enfermería.
ESTÁS LEYENDO
Un mismo espiritu
Ciencia FicciónErika regresa a Eldarya después de estar y años atrapada en el cristal, parece que el mundo se encuentra en paz y que una nueva era se aproximaba, pero el destino tenía sus propios planes para hacerla a un lado sobre el futuro de Eldarya, y que tend...