Capítulo 33: Un vistazo al pasado

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Hace muchos ayeres, en una época cuando las semillas de Eldarya permanecían sin ser plantadas, floreció de una de ellas el amor más puro y devoto del que alguna vez se hubiera oído. En la Tierra existían muchas civilizaciones, como los kitsunes, los Fenghuangs, los kappas, las hamadríades, las miconidas, los vampiros, los Aengels, los dragones, los humanos, etc. Todos ellos permanecían separados los unos a los otros, y en ocasiones había guerras por cosas tan banales como territorios, recursos, oro; todos aquellos habían olvidado el valor de una vida, la riqueza siempre fue lo más importante, pero cuando el ser humano decidió cazar a los Faerys, todos aquellos tuvieron que reunirse para decidir el destino de sus congéneres mágicos y salvarse.

Como bien se sabe, los Aengels renegados se convirtieron en Daemons con el objetivo de exterminar a los humanos y no perder sus dominios, pero sus excompañeros que aún permanecían de lado de la luz no querían más masacre, pero los Daemons no se dejarían vencer tan fácil, así que Aengels y Demonios pelearon hasta el fin, hasta la creación de un nuevo mundo, y los pocos sobrevivientes Aengels se unieron al cristal, mientras que algunos pocos Daemons se escondieron entre los humanos y abandonaron sus vidas pasadas. Pero hubo un Aengel que no estaba interesado en los conflictos de su pueblo, un joven y apuesto príncipe que poco le interesaban esos asuntos, pues él tenía una única cosa en su mente, su amada.

Pocos años antes de que los humanos decidieran volverse en contra de los Faerys la civilización Aengel y Dragón intentaron crear relaciones estables entre sus pueblos, haciendo rutas comerciales y compartir tierras, y en alguna de esas reuniones políticas el joven príncipe conoció a una bella mujer, una dragona de extrema belleza y no tardó en quedar cautivado, una hermosa princesa se había robado el corazón del príncipe. Bien se sabe que entre Fenghuangs, Dragones y Aengels no puede haber progenie, simplemente la propia naturaleza lo impide, pero eso no le importaba a esa joven pareja, la cual mantenía su romance en secreto de sus familias y pueblos, ellos solo querían estar juntos, su amor era más fuerte que esas barreras.

Sin embargo, la vida siempre les puso obstáculos para que no pudieran vivir su amor plenamente, el rey y la reina de los Aengels pretendían casar a su hijo con una de sus doncellas más destacadas, esto con el objetivo de dejar una descendencia antes del planeado sacrificio azul y que su raza no se extinguiera, lo mismo intentó hacer el rey dragón con su querida hija con su guerrero más fuerte, pero ambos jóvenes no querían ser separados, si aceptaban estos matrimonios arreglados jamás podrían volver a verse, y querían pasar sus últimos días juntos antes de entregar sus vidas al nuevo mundo, así que decidieron huir, se fueron lejos a las montañas, y a las auroras boreales quienes los saludaban cada noche que pasaban juntos. Ambos se sentían culpables, pues sabían que estaban siendo egoístas al negarse dejar una descendencia antes de su sacrificio, no querían separarse el uno al otro, y en una de esas tantas noches de lamentos su amor y su dolor invocaron a la lectora de estrellas, una antigua silfo que había ascendido a algo más que lo incomprensible, pudo ver la fuerza de su amor, y el dolor en sus corazones al mismo tiempo, así que se presentó ante ellos.

-El amor es la fuerza que mueve océanos y montañas, incluso tiene la capacidad de cambiar el curso de los ríos que conforman la historia, puede hacer posible todo lo que creemos imposible. Ustedes no deben preocuparse por su raza, ellos hallaran la forma de subsistir, la vida siempre encuentra la forma.

Ambos príncipes estaban cautivados por la luz de la lectora de estrellas, su aura era simplemente celestial, casi divina, ella los bendijo con su magia y se retiró.

Ambos jóvenes estuvieron juntos todo el tiempo que quedaba, y cuando llegó el momento ambos decidieron volver a sus tierras para el sacrificio, dieron sus vidas por Eldarya, y a pesar de que intentaron separarlos su amor perdura hasta en la actualidad, la fuerza con la que se amaron aún se puede sentir en el nuevo mundo, en todos sus habitantes.

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