Erika estaba emocionada por entrenar con Leiftan, sentía que había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que pasaron tiempo de calidad juntos, era hora de un respiro y de estar a solas. Ambos se vieron en la madriguera, Leiftan quería un sitio a solas para que no hubiera distracciones y Erika pudiera concentrarse
- ¿Sientes eso?
- ¿Qué cosa?
-Eso, no abras los ojos e inténtalo
-Pero Leiftan, no sé que se supone que debo sentir, al menos dame una pista
-Está bien, pero debes concentrarte. Todo lo que ves está formado por cosas que no ves, una energía tan pura que si se acomoda de distintas maneras puede formar diferentes cosas
- ¿Los átomos?
- No, hablamos de algo espiritual. Eldarya fue creada por el sacrificio azul, el cristal fue creado con las almas de los dragones y varios Aengels, cualquiera podría haber pensado que ya no existen, pero la realidad es que sus propias esencias se transformaron en lo que ves ahora. El maana alguna vez existió en la tierra cuando los Faerys y humanos compartieron un mismo mundo, pero cuando se creó Eldarya el maana se vino para acá, mezclándose con las esencias de los grandes fundadores.
Leiftan escarbó un poco en la tierra para no arrancar de raíz la bella flor que había junto a ellos
-Esta flor está llena de vida, esta hecha de energía, al igual que tú, que yo, que el árbol, el viento, las nubes, el océano, todo. Los poderes de los Aengels provienen de su propia espiritualidad, mientras más conectada estes espiritualmente con tu alrededor más fuertes serán tus poderes. Eres una Aengel, tú controlas la luz, puedes darle la forma que tu quieras y usarla tanto para defenderte como para atacar, incluso hasta para las cosas más simples como mover objetos o detenerlos.
- ¿Y la oscuridad?
-Es algo a lo que no debes sucumbir, soy testigo en carne propia de lo mucho que puede corromper tu espíritu, no dejaras de sentir la energía a tu alrededor, pero una naturaleza Daemon corrompe la misma luz y la convierte en oscuridad, se vuelve hostil y lastima a otros y a ti mismo
Erika sabía que eso mismo le sucedía a Leiftan, él como Daemon se había corrompido alguna vez en su pasado, y este mismo dolor lo llevaba siempre dentro de su corazón
-Ahora cierra los ojos, intenta sentir tu alrededor, el viento, escucha cómo interactúa con los árboles, desde aquí se puede oír el oleaje del mar, ¿los escuchas?
Erika asintió, intentaba no distraerse con la misma presencia de Leiftan, solo quería abrazarlo y besarlo, pero quería tomarse esto en serio, estaba dando su mejor esfuerzo. Pudo escuchar el sonido del viento chocar entre las hojas del árbol que había justo sobre ellos, también el pasto moverse, el calor de los rayos del sol que intentaban atravesar las frondosas ramas del árbol de la madriguera, el olor de las flores, el sonido del mar, la sensación de la tierra bajo ella, el zumbido de las alas de los insectos
-Ve más allá del exterior, ve a tu interior, no solo te concentres en tu alrededor, intenta sentirte a ti misma, adéntrate en lo más profundo de tu cuerpo y tu alma
Erika se concentró en la sangre que corría por sus venas, su respiración, el latido de su corazón, la sensación del contacto del suelo, ella fortalecía todos sus sentidos y se volvían en armonía con su entorno, era una sensación muy fuerte y liviana al mismo tiempo, como un abrazo cálido de la naturaleza misma
-Debes pensar en algo, algo que quieras tener en tus manos, puede ser lo que sea que te ayude con lo que quieres lograr, debes sentirlo en tu sangre y en tus manos, tienes que concentrarlo en tus palmas
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Un mismo espiritu
Ciencia FicciónErika regresa a Eldarya después de estar y años atrapada en el cristal, parece que el mundo se encuentra en paz y que una nueva era se aproximaba, pero el destino tenía sus propios planes para hacerla a un lado sobre el futuro de Eldarya, y que tend...