Favoritismo III

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Athena

-La de barbacoa es la mejor.- Dijo Adrian tomándose un trago de su coca cola.

Rodé los ojos y lo fulminé con ellos.

-Pero, ¿Qué dices? La mejor es la carbonara.- Contraataqué mientras él se reía.

-Claro, claro. No te lo crees ni tú, guapa.-Sonrió, burlón.

-No merece la pena debatir sobre esto. Tienes un gusto pésimo. 

Se llevó una mano al corazón dramáticamente.

-Me ofendes, Athe.-Puso voz aguda y se llevó la otra mano a la frente, dejando la palma en el aire, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.

-Exagerado.

-Pesada.

-Dramático.

-Pesada.

-Elige algo más original y nuevo.

-Pesada.

Abrí la boca para replicar, pero alguien interrumpió la conversación.

-Pesados. Que sois unos pesados.- Protestó Marco entre dientes, pero divertido.

Esta vez yo fui la que me hice la víctima.

-Marco- Lo llamé mientras sorbía la nariz con fuerza y me limpiaba una lágrima falsa.- Hieres mis sentimientos.

-Eso, eso. Nos hieres los sentimientos.- Apoyó Adrian. Empezamos a reírnos, y Marco murmuró.

-Os aliáis para amargarme la vida.- Después se rió con nosotros y nos quedamos un rato callados.

Estábamos en la cafetería al lado de la universidad, donde habíamos coincidido con Adrian, y Marco y él habían acabado llevándose bien. No había pasado mucho tiempo con Adrian, pero el poco tiempo que habíamos pasado juntos me había bastado para que rápidamente se clasificara en las personas que definitivamente me caían bien. 

-Bueno- comenzó Adrian mirando a su coca cola distraído.-  Ahora nos van a dar la llave y número de la habitación de la residencia.

Sabía que lo decía para sacar un tema de conversación, aunque no fuera nada importante. La universidad y la residencia eran de la misma empresa y normalmente la universidad se encargaba todos los años de dar llaves, números de las habitaciones y todo eso. Lógicamente, si tenías algún problema lo debías consultar con la residencia, pero era curioso cómo se relacionaba una universidad con una residencia. Así ambos sacaban más beneficio. 

Iría con Irene y ya. Así de simple, no había mucho más que explicar o mencionar.

-¿Con quién vas a ir, Athe?

-Con Irene. La chica que te dije que hoy no ha venido porque se sentía mal.

La chica que se sentía mal, es que le daba pereza moverse de la cama, y fingió que le dolía la cabeza para no venir.  Menos mal que tenía a Marco o a Adrian, porque sino estaría muerta en una tumba bajo tierra.

Él asintió.

-Yo voy a ir con Jake. Mi novio.- Nos aclaró a Marco y a mí.

-¿Y tú, Marco?

-Yo no voy a la residencia.

-Ah, y ¿Por qué no?

-Vivo con mis padres y me gustaría vivir con ellos un par de años más antes de irme a Atlanta.- Explicó mientras tomaba un sorbo de su bebida y carraspeaba, indiferente.

Una Sola MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora