Consecuencias IX

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Athena

Ojalá pudiera decir que aquel beso se había quedado ahí, pero lamentablemente no. ¿Quién había abierto la bocaza? Rose. Obviamente, me pintó a mí como la desesperada que no aguantaba un sólo segundo más sin un beso de Tiago. El muy cabrón no lidiaba con las consecuencias porque ni siquiera había asistido a clases. El tonto se metió a la piscina con ropa y pilló un resfriado que esta mañana le había pasado factura. 

Estaba con Violett y Dani en clases. Adrian había salido de fiesta con su novio Jake, y tenía una resaca de película. Dani estaba diciendo que la leche iba antes que los cereales y Violett defendía que primero iban los cereales y luego la leche. 

-Pero ¡Os podéis callar de una vez! Echáis los dos a la vez y punto.- Me quejé.

Iban a protestar seguramente, pero Rose y sus amiguitas llegaron a jodernos la existencia.

-¡Pero si aquí está la desesperada!- Dijo la pelinegra, llamada Lisa, aunque no creo que me fuera a acordar mucho más de su nombre.

-Tú te vas callando, imbécil. Te vas tú y tus zorras a joder a alguien que os aguante, ¡Ánimo! A ver si encontráis a alguien con esos requisitos.- Me defendió Violett.

-¿Y si no que nos vas a hacer? ¿Vas a ir a quejarte a tu mami?- Contraataco Judith, una pelirroja.

-Pues igual te pego tal puñetazo que te cambio de nacionalidad, lista.- Dani se cruzó de brazos después de lo que dijo, y las tres se marcharon por donde habían venido, seguramente con el ano cerrado, porque hasta a mí me había asustado el tono helado que él usó para atacarlas. 

-Sólo fue un beso, tampoco era para tanto.- Murmuré desanimada.

Me sentía inútil. A la mayoría de la gente se la sudaba. Pero Rose insistía que era una desesperada. Lo bueno, es que nadie le hacía caso. Le había escocido mucho ese beso, a mí no, claro. Más bien, lo había amado. Sus últimas palabras rebotaban en mi mente, pero hice caso omiso. 

-Ni puto caso, Athe. Sólo le pica que Tiago la haya desechado como una bolsa del Mercadona después de que se rompa.- Intentó animarme Dani pasándome un brazo por encima de los hombros.

-No es por ser pelota eh, que me caes genial, pero yo la he bloqueado de todas las redes.- Mencionó ella con una sonrisa. 

Dani frenó en seco y sacó su móvil a toda velocidad.

-Pues ¡Claro! Fíjate que no se me había ocurrido. Lo haré ahora, esperad.

Comenzó a teclear en el móvil, y después de un minuto en el que yo decía que no era necesario y me descojonaba, seguimos andando hacia la salida.

Aquellos dos locos me habían caído de escándalo. Al principio le tenía bastante respeto a Dani por ser el mejor amigo de Tiago, pero al final comprendí que era un buenazo.

-¿Quedamos a las cinco con Tyler, Irene y Marco?- Se le ocurrió a Violett.

Erick había dicho por el grupo que tenía demasiada resaca para estar de buen humor y salir, así que lo descartamos rápidamente de nuestros planes. Habíamos echado a Rose del grupo y Tiago había tenido una inmensa bronca con ella, que ya le diría yo algo por perder su tiempo hablando con alguien cuando debería estar descansando. Al menos, yo hacía unas mini practicas de medicina, usando a Tiago como conejillo de Indias, ya que de momento no podía hacer mucho.

-Por mí vale, pero Athena, hazme una vídeollamada cuando llegues a casa para ver cómo está Tiago.

Me estaba alejando, pero me di la vuelta y sin dejar de andar levante mis dos pulgares hacia arriba para que diera a entender que lo haría.

Una Sola MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora