Un beso de Judas | Biblebuild

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Estaba sentado en el salón, todos habían salido a el descanso, pero no tenía ganas de salir, había estado pensando en el chico, me causa intriga saber si realmente es tan malo como dice.

Salgo de mis pensamientos cuando Barcode cruza la puerta, tiene dos jugos de naranja y me entrega uno, le agradezco cuando se sienta a mi lado.

— ¿En qué tanto piensas? — me preguntó con un rostro curioso.

— Nada, solo pienso cosas, nada importante — digo indiferente para no generarle más dudas.

Contesta un "okay" cauteloso, pero no pregunta más.

El descanso se termina y nuestros compañeros empiezan a llegar, por algún razón me siento bloqueado, no puedo pensar bien, entonces pido permiso para salir a el baño.

Me lavo las manos y me mojo la cara, me está empezando a dar dolor de cabeza, salgo de el baño y veo en una esquina a cuatro chicos sentados riendo, reconozco inmediatamente a Wichapas.

— ¿Que hace fuera de clases? — susurró para mí mismo. — Bueno, da igual — me digo y es entonces cuando sigo mi camino a el salón.

...

Caminando a la iglesia me topo con el señor Sam, lo saludo cordialmente, pero el parece apresurado, me da curiosidad y cautelosamente pregunto.

— ¿A dónde va? — pregunto.

— Estoy persiguiendo a ese chico, volvió a la panadería está mañana — me dijo apresurado.

— Oh, ya veo — respondo tranquilamente, pero por alguna extraña razón no lo dejo ir.

No es hasta que se despide rápidamente y cuando me doy cuenta ya estaba muy lejos como para detenerlo, entonces solo sigo mi camino.

...

No había podido concentrarme desde que estaba en la escuela, es como si algo invadirá mi mente, pero lo ignoro.

Me había quedado dormido recargado en una mesa con la guitarra en las piernas, reaccionó hasta que una señora me toca el hombro y me pregunta si estoy bien, sonriendo respondo que sí, pero al revisar la hora me sobresalto cuando leo en mi reloj las ocho y media.

Miles de llamadas de mi madre — Mi mamá me va a matar — digo en un susurró inaudible lo que hizo que la señora que me despertó no escuchara.

Me despido de la señora y salgo prácticamente corriendo.

Caminaba por las calles a paso apresurado, mientras observo los lugares malos abrir sus puertas, estoy tan entretenido observando los lugares que no escucho cuando alguien camina hacia mi dirección.

Me estrelló con alguien y mientras estoy tirado en el suelo me disculpó, no es hasta que levanto la mirada que es donde lo veo.

— ¿Que haces fuera tan tarde?, Tu mami te regañara pequeño prisionero — dice con una sonrisa burlona.

— Ah, yo y-ya me tengo que ir — respondo balbuceando pues no tengo que estar cerca de el, aún que no me lo hayan prohibido, se que es malo.

— No te vayas tan rápido o voy a extrañarte — dice con voz de burla.

— Son más de las nueve, tengo que apresurarme — me excuso sin saber porque.

Salgo prácticamente corriendo, pero algo me hace voltear, al verlo me sonríe y se despide con su mano.

Llegó a mi casa y mi madre está muy preocupada, llegó y lo primero que me dijo fue que si algo me había pasado, cuando se dió cuenta que no, se relajo.