Tengo 17 años, desde que tengo memoria vivimos aquí, rodeados de las mismas personas, visitando los mismos lugares, estoy viviendo así desde que era un niño, me llevan a la escuela, voy a la iglesia y regreso a casa, esa ha sido mi rutina desde que tengo uso de razón.Camino rumbo a la iglesia, necesito relajarme un poco y ayudar en la iglesia, además de practicar la guitarra.
Caminando por la calle veo las casas, tan coloridas, los jardines están perfectamente cuidados y el césped perfectamente podado, hay niños corriendo afuera, todos parecen tan felices, camino con más entusiasmo y me topo con la iglesia, esa bonita estructura que me causa tanta fascinación y admiración, entrando veo a los demás tomando sus lugares y solo me sonríen a modo de saludo, yo hago lo mismo.
Conozco a estas personas, pues somos las personas que siempre visitamos la iglesia a esta hora.
Después de terminar, me voy a ese pequeño cuartito donde tocó la guitarra con la intención de practicar, tocó unas horas y antes de las siete de la tarde voy a casa, pues mi madre dice que a las ocho de la tarde los lugares malos abren sus puertas, esperando a que los pecadores entren a pecar.
Llegó a mi casa y mi madre me recibe con un beso en la mejilla y una pequeña pregunta diaria
— ¿Que hiciste hoy, cariño? — pregunta cómo todos los días
Entonces respondo detalladamente lo que hice en mi día, todo lo que pasa, incluso las personas con las que hable hoy, me encanta hablar con mi madre, siempre me escucha atentamente.
Después de eso subo por las bellas y limpias escaleras, llegó a mi recamara y me quito el uniforme, lo cuelgo cuidadosamente para evitar las arrugas, me pongo ropa comoda y me siento en mi escritorio, saco mis libros y cuadernos, es entonces cuando empiezo con mi tarea.
Hasta que escucho el carro de mi padre estacionarse fuera, entonces bajo y ayudo a mi madre a poner nuestros vasos y platos para comer en familia.
Mi padre se sienta y mi madre hace lo mismo, cómo siempre a su lado, me siento frente a ellos como cada noche, mi padre nos cuenta detalladamente su día y mi madre le sonríe mientras lo escucha.
Ella solo nos cuenta las nuevas cosas que le dicen sus amigas cuando la visitan momentáneamente, como cada semana se reúnen y platican orgullosas cada detalle de su familia y sus nuevos logros, es un gesto extremadamente adorable.
Después de terminar la cena mi madre recoge los platos y yo la ayudo con lo demás, después subo a mi recamara y me pongo una pijama.
Entonces me pongo solo una cremita, pues mi madre dice que cuidarse la piel es cosa de mujeres y ni siquiera hablemos de maquillaje en los hombres.
Entonces pongo mi alarma para el día siguiente justo a las cinco en punto y me voy a dormir.
Entonces a la mañana siguiente, justo a las cinco en punto, me levanto de mi cama y tomo un baño, me pongo el uniforme y mientras me peino escucho la alarma de mi madre justo a las seis en punto.
Entra a mi habitación y me pregunta cómo dormir, algo rutinario y le respondo que bien, entonces sale de mi habitación y baja a la cocina y como siempre prepara el desayuno y un poco de café.
Mi padre sale de su habitación un poco más tarde que mi madre y solo baja para sentarse en la mesa y leer el periódico, casualmente le lee algún artículo a mi madre.
— Jóvenes son perseguidos por la policía después de ser descubiertos robando un supermercado — lee decepcionado mientras bajo las escaleras.
— ¿Lo ves hijo?, Por eso tu madre y yo luchamos día con día para dártelo todo, con el fin de que seas un buen chico en el futuro — dice mi padre.
— Por supuesto, muchas gracias padre — respondo mientras sonrió, pues me encuentro muy agradecido con mis padres.
Mi madre sirve el desayuno y mientras desayunamos le cuento el plan detallado de mi día, que realmente solo se trata de ir a la escuela, después a la iglesia y por último regresar.
Entonces mi padre toma sus cosas y sale de casa rumbo a su trabajo, entonces se despide de mi madre con un beso corto y me da un beso en la frente antes de irse.
Mi madre me dice que me prepare para irnos a la escuela, entonces me pongo mi suéter y tomo mi mochila dispuesto a entrar al auto para ir a la escuela.
Llegamos a la escuela y llegando mi madre me da un beso en la mejilla estando justo fuera de la entrada de la escuela, bajo de el auto caminando directo a la escuela, me siento en el lugar de siempre, justo delante de el pizarrón, me gusta estar cerca de los maestros, me prestan atención y así puedo hacerles saber si tengo alguna duda.
Me gusta ir a la escuela, mis compañeros son amables conmigo, aún que no tengo amigos realmente, pues a la escuela no se va a platicar, eso dice mi madre.
Saliendo de la escuela voy camino a la iglesia nuevamente y así sucesivamente, todos los días.
Es una buena rutina, me gusta darle un solo orden a mi vida, sin nada que me distraiga de ese mismo orden, tengo una vida organizada y eso me gusta demasiado.
Hasta que el llegó y lo cambio todo.
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Un beso de Judas | Biblebuild
Romance- ¿Dios te castigará si te besó? - - Lo hará - - Entonces, ¿que te parece si te llevo al infierno conmigo? - En ese momento no lo sabían, pero ya habían visitado ese lugar. ✰ Pareja principal: Biblebuild ...