Capítulo 4.

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Capítulo 4.

Para cuando termine de ducharme Aiden iba entrando de nuevo a la habitación, me quede parada un rato e la puerta del cuarto de baño secándome el cabello con una toalla, luego lo vi quitarse la camisa y su pantalón para quedar finalmente en un pantalón de pijama como siempre, pero esta vez algo en el llamo mi atención, había algo nuevo, había un “Daniela” en su pectoral derecho escrito con la misma caligrafía que el tatuaje de su costilla y me le quede mirando ¿asombrada? Ni siquiera yo sé cómo lo miraba.

-¿En serio?- pregunte señalando el tatuaje con una cara de seriedad.

-Lindo ¿no?- comento sarcástico.

-¿Por qué te hiciste eso?- pregunte.

-Tú sabes por qué- dijo dándome una pequeña sonrisa-¿Sigues molesta conmigo?- me pregunto cuando me acercaba a la cama.

-Yo siempre estoy molesta con tigo Aiden- comente restándole importancia.

-Duele ¿sabes?- comento

-acostúmbrate- le sugerí.

Nos quedamos un instante en silencio yo seguía de pie sin saber por qué seguía en esta habitación junto a él cuestionándome si acostarme o no en su cama, o bueno más bien ya sabía por qué solo que lo seguía negando.

-¿Qué es?- pregunto señalando el dije de corazón que ponía sobre la mesa de noche a un lado de la cama.

-Era un collar, fue un regalo de mi padre, de echo el ultimo- confese, y de la nada vinieron todos los recuerdos de mi infancia haciéndome sentir fatal -Disculpa necesito algo de aire fresco- dije saliendo al balcón de la habitación, lo escuche decir mi nombre y después de un rato lo escuche acercarse, seque mis lagrimas rápidamente y me di la vuelta.

-No lo reprimas Dany- no comprendí a que se refería.

-¿Ah…?-

-No reprimas el dolor o te destrozara más por dentro, estamos solos conmigo no hay necesidad de hacerte la fuerte, no soy tu enemigo y si quieres me tapo los ojos y finjo no oír tus sollozos- y por primera vez en lo que llevo aquí agradecí su presencia.

-No voy a llorar- confese -Ese collar o lo que queda de él, hubiese sido el regalo de quince años de mi padre, pero no pudo llegar a esa fecha así que me lo dio cinco años antes- y si, con eso vasto para llorar.

-Ven aquí- extendió sus brazos y me abraso -Ya… ya, yo le tenía mucho aprecio a tu padre, prácticamente me vio crecer ¿sabes? Y si, tuviste razón al decir que por mi culpa murió, cuando mi padre murió yo lo puse a cargo de un negocio importante, pero fuimos traicionados y atentaron en nuestra contra, tu padre recibió la bala que iba a impactar en mí, murió por salvarme y prometí que velaría por ti y tu madre aunque eso me costara la vida, si te sirve de consuelo, él era un hombre con muchos huevos… y mate con mis propias manos uno por uno a los hombres del atentado- había cierta tristeza en su voz cuando relato lo que paso y una lagrima vagaba por su mejilla.

-Yo… no debí acusarte por su muerte… total era su trabajo ¿no? Tarde o temprano eso debía pasar- dije separándome de él.

-Supongo que si- suspiro -Anda, vamos a dormir- me tomo por las piernas y me cargo en su espalda hasta la cama (obviamente me queje por todo el camino).

Ya ahí me recosté a su lado, no sé porque no me sorprendió que me abrasara y a decir verdad ni siquiera me molesto, la verdad es que hasta cierto punto lo necesitaba -Buenas noches Dany- susurro en mi oído.

-Buenas noches Aiden- correspondí.

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