Capítulo 6.

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Capítulo 6.

Dos semanas habían pasado ya desde la propuesta de matrimonio que me hiso Aiden, era domingo así que no tenía que ir a trabajar (excusa para levantarme tarde).
Aiden por otra parte se levantó temprano, después de un rato recapacitando todo lo que he hecho en mi vida sobre la cama decidí ponerme de pie, ducharme, vestirme y bajar a desayunar.

-Buenos días…- salude, pero me detuve en seco al ver lo elegante y guapo que se veía Aiden en traje -Valla creo que es la primera vez que te veo algo decente puesto- bromee.

-Tengo que trabajar ¿no?- su comentario me dejo confundida.

-¿Trabajar? Pero pensé que tu solo dabas ordenes-

-Si, bueno prácticamente es lo que hago- dijo encogiéndose de hombros.

-Aiden es domingo- enfatice el “domingo” para que se entendiera mejor.

-Lo sé, pero las exportaciones no se detienen- dijo de mala manera.

Aún tenía muchas preguntas, pero no quise saber más (por ahora) mejor me centre en mi desayuno porque ya estaba muriendo de hambre, minutos después Aiden dejo su taza de café a un lado y vio por encima de mi pálido con cara de espanto.

-Buenos días- escuche saludar a lady silicona detrás de mí.

-Mónica- la nombro incrédulo de su presencia.

-Hola- saludo de nuevo -¿Puedo?- pregunto señalando la silla a mi lado.

-¡Oh! Claro yo ya me iba- comente.

-Tan pronto, pero si es a ti a quien quiero conocer- solo la mire extrañada -Veo que has domado al tigre- dijo señalando el anillo en mi dedo -Mira que yo lo intente y ya vez, nomás no pude- comento lanzando un suspiro de cansancio.

-¡Mónica!- demando Aiden tensando la mandíbula.

-¿Qué?- dijo secamente la mujer.

-¿A qué has venido?- pregunto mi prometido.

-Ese no es problema tuyo querido, si me disculpas estoy hablando con tu prometida, no con tigo así que te callas- exigió la mujer.

-Genial me callan en mi propia casa, mejor me voy- dijo irritado saliendo del comedor.

-Y bien ya estamos solas ¿a qué has venido?- pregunte directamente -porque dudo que solo vinieras a conocerme- finalice.

Mónica sonrió simpáticamente -Tienes carácter- soltó divertida -Bien ya que insiste, vine a disculparme por la escena de la última vez- supe a que se refería de inmediato.

-¿Te refieres a lo del beso que presencie?- pregunte haciéndome la ingenua.

-Si, a eso, mira estate tranquila no volverá a pasar te doy mi palabra, yo sé cuándo he perdido algo- aclaro soltando un suspiro con esto último.

-No te preocupes, en ese entonces ni siquiera éramos amigos, así que, solo me importa lo que haga desde la propuesta de matrimonio para acá- confese restándole importancia al pasado culposo de Aiden, porque a ser sinceros no me importaba su pasado, me importaba su presente.

-Eres admirable Daniela- dijo ella con una nota de satisfacción en su voz -Cambiando de tema- eso me hiso enarcar una ceja -Imagino que ahora le entraras al negocio de tu futuro marido- comento.

-Si por mi fuera encantada, pero está claro que no se una mierda de cómo funciona este negocio y que él no me lo mostrara- confese, sé que había dicho que esto no me gustaba pero mentí, a decir verdad me encantaba pero la muerte de mi padre me había hecho tenerle cierto rencor a esta profesión.

-Si, te ama demasiado para arrastrarte con él al infierno; pero si algún día quieres aprender puedes llamarme- dijo tendiendo una tarjeta de presentación con su número telefónico.

-¿Ya terminaron de conocerse?- la voz de Aiden nos tomó por sorpresa a ambas.

-Si ya, de hecho, le estaba preguntando a Daniela como van los preparativos de la boda- afirmo ella.

-Oh ni siquiera hemo acordado la fecha- confese.

-Segura, la invitación que me llego decía claramente 14 de febrero del presente año- aclaro sonriente.

-Espera ¿Qué...-

-Gracias Mónica- aclaro Aiden tensando la mandíbula (clara señal de fastidio por parte de él).

-De nada- dijo ella pasando a su lado con una sonrisa para luego marcharse.

Él le dio una mirada asesina y luego me miro a mí de forma suplicante (tremendo chantajista) claramente me irritaba la situación así que solo le dedique una mirada asesina y lo llame con un dedo (casi como don Ramon llamaba al Chavo del 8 cuando se lo quería madrear).

-¡Tú y yo tenemos que hablar!- sonaba furiosa talvez mucho más de lo que merecía el asunto, pero que le vamos a hacer, así soy yo medio loca.

-Iba a decírtelo lo juro- comenzó.

-¡A si! ¿Cuándo Aiden? ¿El día de la boda? Te das cuenta que es en literalmente tres semanas y yo no sé ni que carajos llevare puesto ese día, a parte lo haces 14 de febrero ¿Qué te pasa por la cabeza?- solté bruscamente.

-¿Eh…? Pues llevaras un lindo vestido blanco carísimo por supuesto, y por la fecha… me pareció apropiado- dijo rascándose la nuca.

-Si, pero ese vestido blanco carísimo lo tengo que escoger yo, tienen que tomarme medidas y luego hacerlo y eso lleva tiempo- aclare -A no ser que tengas un hada madrina en el bolsillo que haga esas cosas por arte de magia- comente sarcásticamente exaltada.

-Y quien dice que no ¡Rut puedes pasar!- eso me hiso abrir los ojos como platos.

-¿Dónde está la chica?- dijo la mujer entrando al comedor -Vamos linda que el tiempo es oro para mi- me llamo a la sala.

-¿Y ella es…?- quise preguntar.

-Ella es Rut, la mejor diseñadora en todo México…- aclaro.

-Y la más rápida- le interrumpió ella.

-Si, y la más rápida, quien crees que crea esos vestidos extravagantes que usa Mónica diariamente o estos trajes- aclaro señalando sus trajes.

Me quede boca abierta en cuestión de media hora habíamos elegido el vestido y tomado las medidas (claro no deje que Aiden viera el diseño del vestido por lo de las supersticiones, ya saben es mejor prevenir que lamentar).
Para cuando anocheció el vestido ya estaba a mitad de su elaboración (esa mujer era un rayo en eso de la costura o como se le llame).

-¿Pasa algo?- le pregunte a Aiden sentada sobre la cama, se miraba algo tenso dándole vueltas a la habitación.

-Sí- afirmo, y solo le hice un gesto para que continuara -Dany ¿Por qué quieres aprender acerca de este negocio?- no sé porque no me sorprende su pregunta -pensé que odiabas todo lo que tenía que ver con esto-

-Espiabas nuestra conversación ¿a qué le temes Aiden Johnson?- bromee.

-No evadas mis preguntas- dictamino -Esto es serio-

Suspire pesadamente -Ven querido- extendí mis brazos hacia él y se acercó como niño pequeño en busca de consuelo (literal no hay cosa más adorable en el mundo) -Sabes que de alguna forma tengo que asegurar mi futuro y que es algo que en si no odio, simplemente le tenía recelo por que no lo entiendo- comente.

Él asintió -Lo sé, pero ya estas asegurando tu futuro, en tres semanas todo lo mío será tuyo- comento.

Negué con la cabeza -Aunque así fuese solo lo asegura de modo momentáneo, el dinero se acaba rápido si no se está procreando y trabajar de mesera no deja muchas ganancias, además sabes que no me gusta depender de nadie, no hay nada mejor que lo propio- aclaré acariciando su cabeza.

-Está bien- acepto reincorporándose -te mostrare como se trabaja en esto- acepto de mala gana -Te amo pequeña mafiosa- dijo dándome un beso casto en la mejilla.

Eso me hiso sonreír.

-Te amo idiota pervertido- dije tomándolo como mi peluche antiestrés (ustedes entienden ¿no?).

MAFIOSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora