Capítulo 16.

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Capítulo 16.

-Señoritas, deben salir de aquí de inmediato, la DEA está aquí- nos informó.

-Maldición, encárgate, mátalos a todos- le ordene.

-Use las rutas de emergencia, ya están aquí- propuso.

Ya me había acostumbrado a los atentados por parte del gobierno mexicano si no era la DEA era el FBI o la policía federal o militares o marines, pero por más atentados, agencias o leyes que pusieran no me iba a ir de aquí, aquí es donde se movía el dinero; normalmente me unía a la masacre que se vuelven estos encuentras sorpresivos, pero con Esteban aquí no iba a correr riesgos y huir era la opción más favorable para mí y mi hijo.

-Adelántate tú, yo voy a divertirme un rato- comento Mónica dando me a Esteban, luego llamo a sus hombres para que se unieran a la masacre.

-Está bien, pero tengan cuidado- me despedí antes de entrar al túnel.

La casa de seguridad era en la que nos encontrábamos era un recinto con túneles subterráneos que se movían por toda la propiedad, uno de ellos iba desde la compuerta oculta del baño de la habitación principal (en la que estábamos) y se conectaba directamente con la casa de Aiden (también mía) para ser más concretos este llegaba hasta una compuerta secreta en el baño de la habitación principal, aquella en la que me negaba a entrar por que estaba llena de recuerdos que dolían junto a él.

Toro me había dado los planos de estos túneles por cualquier emergencia y me llevo tres meses aprenderme los planos tal cual estaban, era un recorrido de casi una hora a pie y los túneles eran estrechos (deseño de emergencia), estaba por llegar a la casa solo faltaba una compuerta para la recta final cuando un sujeto con capucha se cruzó de un tune al otro; tenia a Esteban en mi brazo izquierdo y mi arma en mi mano derecha, no dude simplemente dispare tres veces y me refugie tras una pared.

El hombre disparo contra mí y yo contra él, estos túneles eran extensos y todos se conectaban en diferentes puntos, unos servían como despistes, otros eran rutas de escape que se dirigían a parques, aeropuertos y otras propiedades; cabía la posibilidad que alguien me allá seguido o que hallan descubierto una ruta y hayan entrado, seguimos disparando una bala a la vez, hasta que el tipo ambos nos quedamos sin balas y el tipo simplemente corrió sin mostrarme el rostro por otro de los túneles.

El hecho me tenía impactada y Esteban estaba impaciente y desesperado llorando a más no poder por el ajetreo de los disparos, no pensaba en quedarme a analizar la situación solo corrí el tramo que faltaba y me adentré rápido a la otra casa.

Una vez ahí me negué a quedarme en la habitación que era de Aiden así que me fui a una de huéspedes, me mantuve informada de la situación por el resto de la noche, al día siguiente Toro se encargó de limpiar la casa, sacar los cuerpos y todo lo demás, Mónica me ayudo a contratar más personal de seguridad ya que tuve algunas bajas y necesitaba redoblar mi seguridad.

Estaba desesperada por irme a la casa de seguridad, no podía pasar ni un minuto más en esta casa, Toro me explico que en este caso no podía regresar precisamente a esa casa puesto que la DEA ya tenía esa ubicación, o al menos no por un largo tiempo, lo bueno es que Aiden tenía una extensa lista de propiedades, entre ellas una finca a las afueras de la ciudad, ahí nos resguardamos, sinceramente el lugar no estaba mal la casa era enorme y con un toque ranchero bohemio, no se comparaba a la primer casa pero estaba increíble, tenía un apisona de agua natural y me pregunto por qué Aiden no venía aquí teniendo tanto espacio natural.

Los noticieros no paraban de alardear sobre el atentado que la DEA realizo en mi contra el cual fue un retundo error porque el golpe se lo llevaron ellos, hubieron casi veinticinco muertos por parte de la DEA y muchos heridos mientras que yo solo perdí a cuatro hombres, Toro me proporciono algunos periódico donde el titular era “La mafia ataca al estado” “Daniela de Johnson masacra a federales” “las dos mafiosas más peligrosas siguen libres” y ni hablar de los reportajes en televisión, ya me habían artado así que mejor apague la televisión y me encarga de Esteban, el resto de la tarde y mañana del sábado fue dar órdenes y trabajar en logística de los nuevos cargamentos que irían a Alemania, España y Colombia.

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