Capítulo 14.
El día no podía ser más triste, tener que vestir de luto otra vez, ver a Aiden en un ataúd me destrozaba el corazón, le prometí ser fuerte y mírenme aquí estoy llorando frente a su tumba. Sabía que esta vida era peligrosa, sabía que tarde o temprano pasaría, pero aun así no estaba preparada, no para que sucediera de una forma tan rápida y repentina.
-Es una verdadera tragedia- la voz melosa de Mónica me saco de mis pensamientos -Siempre creí que moriría yo primero- comento.
-Supongo que… solo queda resignarse- dije soltando un suspiro triste.
-Si, Dany sé que este no es el momento, pero espero que entiendas que la muerte de Aiden solo complica las cosas en nuestro negocio, hay una cláusula que dice que al faltar el o ausentarse tu estarás a cargo de su empresa por lo tanto también de sus transacciones, no podemos perder las sociedades que tenía en el extranjero, me podré hacer cargo esta semana si quieres, pero tu debes tomar control de los negocios de tu marido-
-Lo entiendo… y, no será necesario empezare a trabajar mañana mismo, no quiero pasar en casa necesito distraerme- le asegure.
-No estás sola en esto Dany-
-¿Mónica porque me ayudas? Deberías odiarme, antes de mi tu y Aiden tenían algo ¿no?- no aguante las ganas de saber.
Ella sonrió -Te equivocas Daniela, en mi vida cometí muchos errores, cuando te conocí no me desagradaste, al contrario te compadecí porque sabía que desde ese momento sufrirías, porque esta vida, la vida de los mafiosos como nosotros- señalo la tumba de mi marido a ella y a mi -No hay un solo minuto en el que se pueda estar en paz… mi vida fue un infierno desde que me obligaron a casarme con un monstro, creo que Aiden buscaba en mi lo mismo que yo buscaba en él, una distracción, un momento de diversión y ya- confeso.
-Yo no sabía nada de eso, creo que te juzgué mal- admití
-Lo siento si te di una impresión de indiferencia, soy un poco cruel con los demás- admitió.
-Creo que en algo de esta vida te equivocas- ella enarco una ceja confundida y yo proseguí -Si hay momentos de paz, si hay felicidad, Aiden me dejo un poco dentro de mi- dije acariciando mi vientre.
-¿Estas embarazada?- soltó incrédula, solo asentí.
-Dany no sé qué decirte, me alegra por ti, pero a la vez…-
-No hay nada que decir supongo- dije regalándole una sonrisa triste -te quiero pedir que nadie se entere de la muerte de mi marido tomare su lugar en secreto no quiero que sepan que soy yo por ahora- le pedí.
-Así será- me sonrió.
Seguimos hablando por mucho tiempo más en el panteón, creo que hoy después de que me contara su triste vida si puedo considerarla mi amiga. Regrese a casa, no a la casa de seguridad sino a la casa donde lo conocí, donde viví todo este tiempo, donde había centenares de recuerdos bonitos que se manchaban de lágrimas tristes ahora, entre a la sala sonde lo vi por primera vez y recordé:
-Mira Dany, intente ser amable con tigo, no pervertido, es claro que no perdería mi tiempo en alguien como tú, si hago esto es porque se lo prometí a tu padre y mi palabra tiene honor ¿entendido? Aunque si quieres pagarme algunos favores yo no me quejo-
-Sabes a pesar de todo eres un idiota y claro que me veías como un pervertido, un maldito pervertido, ni creas que porque viste por nosotras iré corriendo a acostarme con tigo, das asco espero que lo sepas-
-Valla carácter- comento divertido.
Sonreí con lágrimas brotando de mis ojos y salí de ahí cerrando la puerta detrás de mí, luego fui su despacho:
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MAFIOSA
ActionElla era una princesa que ascendió a reyna en el mundo de la mafia, no sin antes unos sacrificios. Te demostrara que hasta los mafiosos se enamoran.