Capítulo 17.
Desde muy temprano tenía claro mi plan, era hora de ejecutarlo, para ello necesitare al teniente Michael González, ha estado detrás de Cédric tanto como yo y es el encargado de desmantelar carteles de la mafia acá en México, también ha estado pisándome los talones, pero me he sabido defender, ahora que desgraciadamente se sabe quién soy y que hago y eso vuelve todas las exportaciones y transacciones ilícitas, aun así, no me he detenido de hecho he triplicado las ganancias de esta compañía tanto en el club como en la de Aiden.
Allane la casa del teniente, desconecte la electricidad y luego quite todas las cámaras de seguridad, no faltaba mucho para que llegara así que lo espere, mi plan no debía tener fallas independientemente de lo que me pase a mi Cédric tiene que morir.
Escuche entrar al teniente y me oculte atrás de la pared que se dirigía a unas escaleras, lo vi entrar a la cocina como tenía previsto así que lo sorprendí ahí.
-¡Buenas noches teniente!- le salude apuntándole con mi arma a la cabeza.
-¿Quién es usted? ¿Cómo entro a mi casa?- cuestiono asustado.
-Eso es lo de menos- le reste importancia a mi presencia, desde mi posición no podía ver mi rostro por la oscuridad del lugar.
-Pues esto es delito, te puedo demandar- advirtió a la defensiva.
-No me reconoce- dije mostrando mi rostro -No tiene evidencia de que estuve aquí- me reí de él.
-¡Ja! Hay cámaras en este lugar- informo
-¡Oh! Se refiere a estas- mostré las 24 cámaras que desconecté de toda la casa -La de la sala de estar fue la más fácil- el parecía sorprendido.
-¿A qué has venido Daniela?- pregunto intentando persuadirme para tomar su arma, pero fui más lista que él.
-Siéntese- ordene y obedeció -Seré clara, se dónde está Cédric Brown y voy a matarlo, pero si fallo quiero que usted lo mate, no quiero que lo arresten porque usted y yo sabemos que no serviría de nada así que si fallo debe morir- especifique, el me miraba atento -¿Está claro?- pregunte.
Solo asintió -¿Cómo sabes donde esta Cédric?-
-No lo sé, el vendrá a mí- aclare encogiéndome de hombros.
-No trabajo en vano ni soy cómplice de quien persigo, si voy a mover a mi escuadrón quiero algo a cambio, te quiero tras las rejas a ti- aclaro.
-Hagamos un trato- empecé -matamos a Cédric y yo misma me entregare, con la única condición de pagar mi condena en una cárcel colombiana- propuse.
-¿Qué te hace creer que acepto tus condiciones?- me reto.
Me reí -No tiene opción, o lo haces o te mato, si alguien tiene que perder esa no voy a ser yo- aclare.
-Bien, mata a Cédric y yo te enviare a Colombia donde seguramente escaparas y ganamos los tres- acepto.
-Enviare mi ubicación en tiempo real justo antes de encontrarme con el solo asegúrese de no perderme de vista- explique bajando el arma poniendo el temporizador en su microondas -La silla en la que está sentado, está llena de explosivos, cuando su cena este lista el tiempo de detonación habrá terminado y usted podrá levantarse- le confese -No lo haga antes- le ordene y salí de su casa de inmediato sin dejar rastro alguno que estuve ahí.
La noche seria larga, y me vi en la necesidad de escribir mis dos últimas cartas una para mi hijo y la otra… la otra para mi primer amor.
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MAFIOSA
ActionElla era una princesa que ascendió a reyna en el mundo de la mafia, no sin antes unos sacrificios. Te demostrara que hasta los mafiosos se enamoran.