Darkness (Neteyam Sully)

Capitulo 8 ¿Donde estoy?

-¿Puedes hablar?- dice Nanari al no recibir respuesta de parte de Neteyam, el esta envuelto en sus pensamientos, observando a la chica que tiene frente a el, Nanari ladea la cabeza ligeramente, el chico se da cuenta del tiempo extremadamente largo que lleva mirandola.

-Ah... Si- responde aun con voz ronca y desviando la mirada con vergüenza
-Me alegra, a veces al volver pierden momentáneamente algunas habilidades, incluso el habla- continua regalandole una sonrisa mientras examina al chico visualmente y tocando puntos nerviosos, como el cuello, la trenza y las orejas de Neteyam, cada una reaccionando de manera positiva al tacto.
-Todo indica que estas bien...- Nanari extiende la mano hacia la herida en el pecho de Neteyam, lo mira buscando aprobación, el solo la mira asi que ella decide examinar la herida, ante el toque, el se queja de dolor con un ligero gemido.
-Lo hare con cuidado-

-¿En donde estoy?- dice Neteyam con dificultad, sintiendo un dolor punzante cada vez que Nanari toca su herida al limpiarla y huntar nuevamente la pasta de curación
-No te preocupes, pronto te explicaremos todo, debes descansar- termina por cubrir la herida nuevamente con hojas nuevas, vendandola con lianas delgadas para ejercer presion y se levanta dando una pequeña palmada en el hombro de Neteyam y saliendo por la puerta en direccion al lugar donde se estan quedando los Sully para decirles que su amado hijo por fin desperto.

Solo, en un lugar desconocido y herido, Neteyam esta nervioso, se podria decir que hasta cierto punto asustado, ni siquiera logra ver bien su alrededor por la poca luz que hay, se pregunta si sera de noche, si estara lejos de su hogar, o de los Metkayina o de su familia ¿Como llego ahí? ¿Que paso despues de la pelea en el barco? ¿Que paso despues de ser llevado a la pequeña isla con un agujero en su pecho?

Sin ningun tipo de respuesta a las dudas que inundan su cabeza se levanta con mucho mucho esfuerzo y dolor en la herida, aunque no cree que este en total peligro ya que la chica que lo atendio no lo lastimo y al contrario, lo estaba curando; que hermosa chica, piensa a la vez que duda en irse o no. De alguna manera decide que debe irse, a buscar a su familia, esta preocupado ¿Que tal si no fue el unico que resulto herido en el barco?

Colocando su mano en su herida vendada, buscando calmar un poco el dolor que siente, comienza a caminar, es dificil, sus piernas tambalean y se doblan con cada intento de dar un paso mas, como puede, casi gateando se acerca hasta la puerta que da al exterior, encontrandose con una cueva hermosa pero oscura, solo iluminada por la luminisencia de la vegetacion, es hermoso como tenebroso, esta seguro que no esta en el bosque, y mucho menos en la playa, debe salir de ahi lo antes posible y buscar una cars conocida.

Se recarga de cualquier cosa que encuentra, buscando apoyar un poco su peso, pero ni siquiera sus manos responden como el quisiera. Hay mas personas ahi. Na'vis oscuros, diferentes a cualquiera que haya conocido antes, pero parecidos a la chica que vio recien, el cabello, la ropa, la piel, todo es similar a ella.

No muy lejos de donde se encontraba hay un orificio de donde entra luz, fuerte e intensa, es la luz del sol de pandora que se cuela por cada lugar que se lo permite, el espacio es pequeño y el no cabe de ninguna manera, a tientas busca entre la rocosidad del lugar hasta encontrar otro espacio, un poco mas amplio, no mucho pero si lo suficiente para permitirle pasar comprimiendo su cuerpo lo suficiente.

Le es casi imposible volver a levantarse y mucho menos cargar con su peso, esta en la cima de un alcantilado, buscando algún parecido con algo conocido, este lugar le recuerda las montañas flotantes de Pandora en el bosque, tienen cierta similitud con el lugar en el que se encuentra, aunque claramente no está en el bosque, no en su bosque.

Comienza a dar pasos arrastrando sus pies pero el cansancio le invade y le impide avanzar mucho para cuando una roca se cruza por donde camina haciendole perder el equilibrio y caer de golpe con la cara en el suelo humedo de la selva, perdiendo nuevamente el conocimiento.

Para cuando abre nuevamente los ojos ahora ya esta a punto de ponerse el eclipse, el cielo se tiñe de un morado con tonos de azul, le desperto un ruido, un crujido cerca de el y muchas ramas rompiendose, anunciando la inmonente llegada de algo aproximandose a el, y no es nada bueno.